Abysmal Madness

Abysmal Madness Capítulo I

(En una era donde lo medieval junto con la tecnología steampunk lidera.

En un pueblo humilde en medio del campo rodeado de bosque y ríos, a varios kilómetros de otros pueblos como este vive "Desamparo" con su padre "Venato". en un día cualquiera la vida de Desamparo estaba a poco tiempo de cambiar).

Otro día más. Otro día más donde saldré a cazar con mi padre, y hoy sí, que al fin lograré cazar algo. Lo presiento.

Me levanté con entusiasmo, me cambié y bajé las escaleras y como de costumbre mi padre había preparado ya el desayuno.

Venato: Hey hey, como anda mi Des? Crees que estás listo para cazar algo luego?

Ya son semanas que mi padre me empezó a enseñar a cazar animales para vender en su comercio. Y aún no he logrado ni cazar una gallina.

Desamparo: Si! Ya verás que lograré cazar algo, lo presiento!

Venato: Si si... todos los días dices lo mismo. Acuérdate que si logras cazar uno, luego tendrás que superar mi récord. Seis animales en total en una tarde. A nadie vi que lograra cazar más de cuatro HAHA.

Desamparo: Ya verás que algún día lograré cazar no seis... sino DIEZ EN UNA TARDE! Y ahí querré ver tu CARA!

Venato: HAHAHA sigue soñando hijo.

Luego del desayuno nos preparamos. Yo llevo mi mochila con alimentos y agua, y mi padre un saco lleno de flechas y su ballesta.

Y hoy sí, hoy será el día que le mostraré a mi padre que si soy capaz de cazar.

Salimos del pueblo con una carretilla de madera para llevar los animales muertos, y partimos hacia el bosque cercano yendo como cada día, hacia zonas distintas de él.

Caminamos y caminamos mientras hablábamos y contábamos chistes.

Hasta que eventualmente llegamos hacia una zona nueva del bosque, y empezamos a ir en silencio y con atención para lograr ver algún animal entre el denso bosque.

Viendo con atención al fin logramos encontrar el primer animal, un "ciervo".

Entre susurros mi padre dice:

Venato: ¡Ahí! Entre esos dos árboles, ¿¡lo ves!?

Desamparo: ¡Si si! ¡Ya lo vi!

Venato: Toma, agarra la ballesta. Recuerda... el arma recta, la mira justo en tu objetivo, y cuando estés listo respira profundo y dispara.

Agarre la ballesta cargada y apunte hacia ese ciervo. Seguí todos los pasos de mi papá y una vez lo tengo en la mira...

Respiro profundo..... Y disparo.

Una vez disparo, veo que la flecha se clava en unos de los árboles y el ciervo por el ruido se espanta y huye.

Desamparo: NOOO, ¡¡NO PUEDE SER!! ¡¡SIEMPRE LO MISMO!!

Venato: Está bien, estuviste cerca, era un tiro difícil.

Desamparo: . . .

Totalmente frustrado y enojado me senté en un tronco.

Yo pensaba ¿por qué? ¿porque mierda siempre fallo?

Del enojo rápidamente pase a la tristeza. ¿Porque, y si no sirvo para eso?

No quiero defraudar a mi padre, y él ya es viejo, cuando menos me lo esperé él no podrá salir a cazar y yo tendré que encargarme de su comercio. ¿Pero cómo voy a hacer eso sí aún no he logrado ni cazar un pollo?

Venato: Oye Des no te pongas así tan rápido. Enserio era un tiro difícil. Además escucha; No todos tienen la misma facilidad, y si te hace sentir mejor, cualquiera puede cometer errores, es normal, una vez casi le disparo en la rodilla a tu abuelo haha.

Desamparo: . . .

Venato: Mira ya sé lo que te preocupa, ¿y es el tiempo no?

Desamparo se sacó las manos de la cara y miró a su padre.

Venato: Enserio no te preocupes por eso, yo voy a estar acá ayudándote y en cuestión de tiempo ya lograrás cazar un animal. Ya verás.

Desamparo: Está bien...

Venato: Ya vas a dejar de llorar y me vas a acompañar?

Desamparo: haha callate, si bueno vamos.

Durante toda esa tarde mi padre cazó a cuatro animales y yo disparé unas dos veces más pero sin éxito como de costumbre.

Volviendo entre el campo casi naranja por el anochecer, estaba algo angustiado por la situación, pero mi padre me hacía reír durante el camino y atenuó mi angustia.

Llegamos al pueblo y fuimos al comercio y comenzamos a cortar a los animales para luego venderlos.

Luego de cortarlos ponemos las partes inútiles en una carretilla y las llevo al medio del bosque para que algún animal se lo coma o se lo lleve.

Llevando la carretilla con una linterna de vela y aceite llego eventualmente al bosque.

Y como de costumbre siempre me quedo un rato al lado del río pensando un poco sobre mi vida y mirando el cielo estrellado.

Pienso... en... ¿dónde estará mi madre?

Padre me dijo que cuando nací, días después se fue quién sabe dónde y quién sabe porqué. Y desde ahí mi padre me crió. No sé mucho más de ella porque me da un poco de pena preguntarle a mi padre.

¿Pero por qué se habrá ido? ¿Y hacia dónde?

Siempre es la misma pregunta, y tal vez nunca lo sepa, y en parte me frustra y en parte no, porqué no la recuerdo y nunca tuve relación alguna así que mucho no me importa.

Pero al ver algunos chicos pasando momentos con sus madres me genera una pequeña sensación de envidia.

Perooo... tengo a mi padre que creo que no se compara con ninguno.

Luego de varias horas pensando en el río, agarro la carretilla y vuelvo al pueblo antes de que me quedé sin luz.

Pero, una vez tengo visión del pueblo a lo lejos, veo una luz naranja fuerte que emerge de él.

Confuso, me acerco poco a poco hacía el pueblo.

Hasta que al fin me doy cuenta de lo que estaba pasando.

El pueblo estaba prendido fuego.

Apenas me entero, dejo la carretilla y voy corriendo hacia él con miedo y adrenalina.

Cuando llego estaban todas las casas ardiendo y no solo eso, también gente y vecinos muertos brutalmente en el suelo.

Era una escena horrible. Quedé en shock.

Corrí rápidamente hacia el comercio de mi padre.

Solo rezaba por favor que él esté bien.

Cuando llego estaba todo en llamas, la puerta de delante era imposible entrar. Fui a la trasera y golpeé la puerta varias veces con el hombro hasta que eventualmente la tire abajo y yo cayendo con ella.

Levanté la mirada y vi a mi padre ahí, tumbado en el piso con un hacha de mano clavada en el cuello. Llegué demasiado tarde.

En shock las lágrimas empezaron a caer descontroladamente.

No sabía que hacer, solo podía abrazarlo mientras lloraba sin control y pidiendo perdón por no estar aquí con él, a la vez que todo ardía.

Perdón papá.