Abysmal Madness

Abysmal Madness Capítulo II

(En la mañana, un grupo de exploradores a caballo, tras un largo recorrido pasaron por el pueblo en el cual Desamparo vivía. Era el tercer pueblo que encontraban quemado. Revisaron todo el pueblo hasta que encontraron a un niño desmayado al lado de un cuerpo quemado dentro de un comercio. Viendo que no tenía heridas y que aún respiraba, lo cargaron hasta una carreta de madera atada al caballo. Lo acostaron, lo taparon con una manta y se lo llevaron a su gran ciudad rodeada por enormes muros de piedra como un castillo.)

(Desamparo abrió los ojos, y se da cuenta que está tumbado en una cama en una cálida habitación de madera en la cual hay varias camas pero vacías.)

Eh? Donde estoy?

Que es este lugar?

Justo entra una señora bastante adulta con una bandeja de comida;
Señora: Oh, justo despertaste. Toma aquí tienes algo de comer, ya vuelvo.

Desamparo: Per-...

Se fue antes de que pueda preguntar.

Me quedé mirando la habitación para tratar de saber dónde estaba.
Hasta que luego de unos pocos minutos entró un caballero sin casco y un pelo medio largo y rubio;
Caballero: Vaya, despertaste rápido.

Se sentó en la cama de al lado y me dijo;
Caballero: ¿Cómo te sientes? ¿Puedes hablar? ¿Te duele algo?

Desamparo: ¿Dónde estoy?

Caballero: Eeh bueno, estás en "Oro de dios" una ciudad enorme y protegida. Muy lejos del pueblo quemado donde te encontramos.

Desamparo al oír eso mira al caballero con una cara de asombro y miedo la cual luego se llena de tristeza, al percatarse de que todo lo que pasó fue de verdad y no una horrorosa pesadilla.

Caballero: No es necesario que me cuentes nada de lo que pasó. Ya me lo imagino, debió ser horrible.
Encontramos cuatro pueblos en total que estaban en el mismo estado, y tú fuiste el único superviviente. ¿Cómo lo hiciste?

Con una tristeza e impotencia totalmente evidente Desamparo dice;
Desamparo: No estaba ahí cuando pasó...
¿Saben quién hizo todo eso?

Caballero: Lo siento mucho, pero no sabemos nada aún. No dejaron rastro de ningún tipo.

Desamparo: . . .

Caballero: Oye ¿cómo te llamas? y ¿cuántos años tienes?

Desamparo: Tengo 13, y me llamó Desamparo.

Caballero: Escucha Desamparo, esto va a pasar. No tendrás que preocuparte por nada, si quieres puedes pasar unos días aquí hasta que estés preparado para ir a la ciudad. Luego, irás a una escuela que hay aquí, dónde puedes aprender lo que quieras e incluso puedes hospedarte en ella. ¿Qué te parece? Luego conseguirás un trabajo y podrás vivir en la ciudad sin problema.

Desamparo sin mucha emoción;
Desamparo: Bien, gracias...

El caballero suspira y le dice;
Caballero: Bueno, la señora María se encargará de tí mientras tanto.

Justo antes de irse el caballero le cuenta a Des;
Marco: Si en algún momento me necesitas puedes preguntar por "Marco" en la caballería de la ciudad. Nos vemos pronto.

(Desamparo luego de que el caballero Marco se va, cierra los ojos e intenta no llorar mientras recuerda todos los momentos que vivió con su padre. De un momento pasa de la tristeza a la completa furia.)

Maldito bastardo.
Juro que encontraré al mal nacido que mató a mi padre... y juro de nuevo que lo mataré con mis propias manos, cueste lo que cueste...

Estuve en ese lugar unos pocos días. Tenía una ventana pero solo daba el patio del lugar.
La señora María me traía la comida y a veces se quedaba conmigo y me contaba historias para que no me aburriera.

Hasta que un día llegó un hombre con camisa y chaleco elegante, y con gafas y dijo;
Louis: buenos días, ¿tu debes de ser Desamparo verdad?
Un placer, mi nombre es Louis, soy el profesor y director de la escuela "Orión". Te llevaré a lo que será tu nuevo hogar, un lugar donde podrás aprender y hacer amigos, y tendrás ayuda en todo lo que necesites.
¿Emocionado?

Desamparo: Supongo.

No me quedaba de otra. Además ¿qué tan mal podía ser?

Me fui con Louis, cuando salí del lugar donde me estuve alojando estos días, vi por primera vez la ciudad. Era increíble, casas grandes, caminos anchos, muchos comercios y muchísima gente.
A medida que caminaba más y más hasta llegar a la escuela, más me sorprendía lo grande qué era la ciudad.

Hasta que llegamos a la escuela. No era una escuela tan grande como pensé que sería comparándola con la ciudad.
Un salón grande con varias mesas, varias habitaciones con baño y algunas aulas.

Al entrar no había ningún chico como yo, pero me dijo Louis que estaban por la ciudad.
Me enseñó mi habitación, y dijo que era compartida.

No me sentía preparado para compartir habitación con otros chicos;
Desamparo: ¿No hay habitaciones para uno por favor?

Louis: Ehm, aver ven...
Mira, tienes esta habitación que también es compartida pero no hay nadie viviendo en ella. Puedes quedarte en esta, pero si más niños vienen a esta escuela eventualmente tendré qué ofrecerles está habitación con Tigo.

Desamparo: Si, está perfecto.

Louis: Bueno, ahora te traeré tus útiles para la escuela, más tarde comenzará tu primera clase con los chicos, y luego comeremos. Siente cómodo, nos estaremos viendo.

Al fin y al cabo no fue un gran día.
Tuve mi primera clase, luego comimos y a la noche me quedé en mi habitación.
Algunos chicos intentaron hablar conmigo pero yo no quería saber nada de nadie, al menos por ahora.

Al día siguiente me desperté y me tocaron la puerta para ir a desayunar.
Luego de desayunar solo en una mesa, estaba a punto de irme a mi habitación hasta que llegó el profesor Louis;
Louis: ¡Des! ¿A dónde vas? ¿no quieres salir por la ciudad?

Me había olvidado completamente que se podía salir.
Recorrer está gran ciudad era lo único que me podía emocionar ahora.

Salí a caminar por las grandes calles de la ciudad y mientras más caminaba más grande me parecía este lugar. Había de todo.

En un momento llegué al cuartel de "Caballería y exploración de oro de Dios". Y veía a los hombres con increíbles armaduras y todo tipos de armas, hasta que vi a uno con una ballesta parecida a la de mi padre. En ese momento recordé porqué estoy en esta ciudad y no en mi tranquilo pueblo.

De la nada escucho una voz familiar detrás mío;
?): Vaya! Me viniste a buscar rápido.

Me doy vuelta, y era el caballero Marco, al parecer no era solo un caballero sino también explorador.

Al verlo instantáneamente le digo;
Desamparo: ¡Quiero ser explorador!

Marco: ¿¡Que!? P~per..

Interrumpiéndole antes de que me de una excusa de no hacerlo;
Desamparo: ¡Por favor! No importa lo que me digas no voy a cambiar de opinión, ¡quiero empezar a capacitarme ahora!

Marco: Pero son cinco años de capacitación, chico...

Desamparo: No me importa. Quiero ser un explorador.

Marco resignado, le acepta la petición creyendo que en algún momento Desamparo se rendiría por la dura capacitación que habría que hacer.

Marco: Bueno, está bien. Deja que hable con tu director para que te trasladen a la escuela de caballería.

Desamparo: Muchas gracias señor.

A partir de ahí todo iba a cambiar. Si no me uno a la caballería, nunca saldré de esta ciudad y nunca podré vengar a mi padre.
Está es la mejor opción.

Vengaré a mi padre, cueste lo que cueste.