El juego de la reina |Freenbecky|

Capítulo 01 Sobreviviente

"AHHHHH." Freen despertó agitada tocando su pecho, sentía las gotas de sudor caer por su rostro, otra vez sus sueños habían revivido aquel momento que tanto deseaba dejar atrás, el momento más doloroso de su vida cuando comprendió que debía seguir adelante siendo huérfana." lo soñó cada mes, antes era seguido, un avance es un avancé ". dijo para si misma, una Freen de 17 años mientras se levantaba del sofá abandonado a la cual le llamaba cama en un basurero de Bangkok.

Sus padres habían fallecido en aquel accidente que marco a la nación dejándola huérfana, con deudas, sin hogar y sin posesiones, ¿lo peor de todo? Solo tenía 11 años. Un orfanato se ofreció para acogerla, pero al ver la fachada de aquel lugar Freen no dudo ni un minuto en huir quedando en la deriva de una inmensa ciudad a la cual se tuvo que acostumbrar.

"Tu grito indica cada fin de mes, quien diría que tendría un recordatorio personal." Dijo la chica que estaba observándola desde el otro sofá a unos centímetros de ella. Era Irin su fiel acompañante de basureros.

"Cállate, sabes que el accidente paso un fin de mes, mi mente me lo recuerda desgraciadamente" Contesto la castaña quien ya se había puesto en pie para recibir un nuevo día.

"Bueno al menos ya no es tan seguido, debía robar un par de audífonos para no escucharte." Dijo su compañera con una leve risa.

"A veces eres muy tierna sabes." dijo Freen con una sonrisa sarcástica. "En fin ¿qué robaremos para el desayuno?"

"Aun tenemos pan y jamón, busquemos huevo y hagamos un omelet".

"¿Y qué hay del aceite, la sal y donde lo cocinaremos? ".

"Visitaremos a Mind, debe tener ambas cosas solo lo canjeamos por un poco de lo que tenemos nosotras y ya". Dijo la rubia con esperanza.

"Bueno, entonces vamos." dicho esto ambas caminaron para adentrase en uno de los cientos de callejones de la ciudad que funcionaban como atajos.

La vida de Freen, Irin, Mind y muchos de los pobres diablos de las calles se basaba en robar, cuando alguien tenía parte de algo pero no poseía lo complementario se hacían los canjes, das parte de lo tuyo para que te den parte de lo suyo, así son las cosas, así son las calles de la agitada Bangkok, Freen y sus compinches ya estaban acostumbrados, la palabra "Robar" era algo tan normal como decir "Hola". Todo era un sistema, los ladrones obedecían a los lideres de pandillas y los lideres a las personas de poder dedicadas a la droga, cuando alguno no podía más con el hambre los lideres avisaban a estos llamados "intocables" que les daban sus sobras, en efecto eran personas crueles, pero esta no era la mejor opción para poder comer porque siempre pedían algo a cambio que en ocasiones terminaba en muerte.

"¿Mierda que les paso?." exclamo Mind al ver a sus visitantes cubiertas de harina.

"Le dije a Irin que era mala idea robarle al panadero." exclamo una Freen furiosa.

"Es el único cercano que tiene huevos, dejémonos de quejar al menos los conseguimos, hey Mind hagamos un omelet, tu tienes el aceite y Sartén y nosotros el pan, huevo y jamón."

"De acuerdo, dijo colocando el aceite en la sartén mientras encendía un poco de basura que tenía para el fuego.
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El trio comía animadamente, para terminar cubiertas de harina había valido la pena, era la mejor comida que habían degustado en meses.

"¡Fua! Es la primera vez en meses que me llene, hasta siento que comí como una persona común." expresó Irin con alegría

"Solo fue un omelet repartido entre las tres, el pan estaba tan duro que no lo pudimos morder." dijo Freen entre risas.

"Al menos comimos, gracias por traer el complemento. " ­­­Les sonrió Mind ,gesto que le fue correspondido de la misma forma por sus acompañantes.

"MUEVAN ESTE CHIQUERO. "llego gritando Tow a todos los que estaban en la zona, Él era uno de los lideres de pandillas. "muévanlo antes que nos hagan comerlo. "Dijo mientras recogía los restos de comida y los ocultaba en una bolsa.

"¿Por que tanto alboroto Tow?." pregunto Freen curiosa, nunca lo había visto tan pálido.

"No se si decir que esto es malo o bueno, pero tendrás la oportunidad de ver a unos intocables. "Le respondió el chico "es la primera vez que vienen en los 6 años que has estado aquí." Su cara palideció aun más al escuchar un auto acercarse, giro bruscamente mientras se acercaba para recibirlos quedándose a unos metros de la puerta que inmediatamente el auto se detuvo fue abierta dejando salir a dos hombres gigantes y musculosos que parecían ser los guardaespaldas de quien sea que estuviese ahí.

"Acércate Tow." hablo una voz femenina desde el interior del auto. El chico hizo lo solicitado mientras mantenía la cabeza baja. "Inclínate ante mí." con vergüenza el chico se inclinó obedeciendo la orden, estaba a punto de colocar la rodilla en el suelo cuando una patada de una bota de cuero golpeo su mandíbula lanzándolo hacia atrás provocando la risa de los intocables en el interior del auto. "Ay Tow deberías saber que cuando te pido eso no es algo bueno." dijo la misma voz mientras salía del auto dejándose ver.

Freen quien observaba todo desde el lugar donde había comido, quedo embobada ante lo que presenciaban sus ojos, ¿Así lucia una intocable?, no había visto a ningún otro pero estaba segura de que jamás había visto algo tan hermoso.

Aquella chica observo todo el lugar con sus ojos intensos, grandes y expresivos junto con una sonrisa burlona hasta que su mirada cayo en aquella joven que la veía con curiosidad y miedo. Comenzó su andar hasta la castaña para quedar a solo centímetros de ella, se agacho para estar a su nivel levantando su barbilla sin quitar la sonrisa en sus labios permitiéndole a Freen olfatear aquel delicioso aroma proveniente de la chica.

"Tow ¿qué te he dicho antes?" Dijo con su voz un poco enronquecida "Cuándo alguien nuevo llegue debes notificarme... Ahora dime." dijo dirigiéndose a la castaña.

"Dime quien eres hermoso diamante en bruto". Dijo mientras la veía con curiosidad.