Memorias Preciosas "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

Capitulo 1

Inicio, Encuentro

Liones, un reino fuerte y muy conocido por toda Britania pero al igual que éste está Camelot cuyo trono había sido ocupado por un adolescente de nombre Arthur, pero aún con algo de conocimiento se sabe que un rey no se hace de la noche a la mañana. Bartra Liones quien predijo con anterioridad la monarquía del rey Arthur, quedó encantado con la personalidad y forma de pensar del nuevo rey tanto que ambos formaron una alianza entre ambos reinos.

Tres hijas, una adoptada y dos quienes compartían su sangre pero por qué no harcelo de nuevo, por qué no adoptar a alguien más, todo eso pasó por la mente del rey de Liones aunque todo parecía una locura.

Una locura o no todo se hizo realidad pues ahora el joven rey de Camelot era un principe en Liones quien fue recibido con los brazos abiertos en ese reino y en la familia real pues Margaret, Verónica y Elizabeth, las tres princesas se emocionaron al pensar que tendrían un hermano aunque éste sería el menor.

Al ser príncipe gozaba de total inmunidad en este reino pero eso no le importaba mucho, ahora tenía una hermosa familia. Su nuevo padre además de compartirle el conocimiento necesario, también le compartía su amor y comprensión algo que él había anhelado. Pudo vivir en completa paz por unos años asta que se enteró del golpe de estado en el reino de su padre, pero éste mismo le indicó que no podía llegar para ayudar porque no era el momento. Su angustia aumentaba cada día al tener prohibido ir a Liones y empeoró más al enterarse  que una de sus hermanas había logrado escapar pero él no podía hacer nada ni siquiera ir a buscarla.

— ¡Mierda!— gritó enojado mientras rompía un trozo de madera con su espada— Tienes que obedecer a lo que tu padre dijo— trató de calmarlo la hechicera Merlín, quien estaba siendo algo considerada con el joven al no reclamarle por las groserías que le salin por la boca en estos últimos días pues comprendía su frustración — ¡Ya lo sé!— cayó de rodillas con algo de cansancio.

— Pero ya llevo varios días sin poder hacer nada.

— Conoces el poder del rey Bartra, sus visiones.

— Ya sé, ¡No tienes porqué recordarmelo!— se levantó rápidamente solo para romper otro trozo de madera en forma de pilar.

— Se que estas frustrado pero por lo que sabemos aún no es el momento para que vayas.

— Y cuándo lo es entonces.

— Todo a su tiempo, según las visiones que tu padre nos platicó antes de todo esto, será pronto así que solo espera un poco más o todo será en vano y nada resultará bien.

Solo podía resignarse esperando a que aquel dichoso momento llegara, y cuando llegó, él personalmente se encargó de ir para pelear por el reino. Con la ayuda de los legendarios pecados capitales a quienes Elizabeth se encargó de buscar, la batalla terminó con la derrota del maestro Hendrickson y algunos de sus aliados, aunque el rey fue considerado con los caballeros sacros involucrados.

— Lamento mucho haberlas hecho esperar demasiado— habló mientras sus hermanas se abalanzaban sobre él— Lo importante es que ya estas aquí— sollozó Elizabeth.

— En dónde está Verónica— preguntó preocupado, la albina estuvo a punto de responder pero se le adelantaron— La princesa Verónica está bien— habló el caballero Griamore— Está en un lugar seguro, yo personalmente me encargaré de traerla de regreso al reino—con algo de sorpresa y un poco más calmado el pelinaranja asintió como respuesta.