Blas & Hunter (+18/Gay)

Capítulo 1

Nix

—Estoy nervioso, esto parece un sueño —dijo Zander, mientras acomodaba su vestuario.

—Sí... Pensé que por la poca experiencia que teníamos no nos iban a aceptar. Fue bueno seguir las locas ideas de Kioko —respondí, soltando una risa mientras arqueaba una ceja.

—Aunque, eso no me deja tranquilo —admitió Zander, desviando su mirada.

—¿Por qué? —preguntó Kioko, desmotivándose.

—Ya oíste a Zander ayer —le recordó Victoria con nerviosismo.

—Vamos, fuimos contratados por ellos. Tenemos que cumplir nuestro trabajo y esto puede ser una ayuda para ellos y que esa predicción no sea así —mencioné, intentando sonar amistosa y animada.

—¿Y sí no? ¿Y si esto de verdad llega a arruinar sus vidas?

Guardé silencio, desvíe mi mirada, me giré dándoles la espalda y suspiré.

—Hay que arriesgarnos chicos...

Los tres me miraron dudosos, suspiraron y se colocaron lo que les faltaba de sus trajes. Me giré para ver la gran pizarra en donde solemos anotar algunas cosas, cómo fechas importantes o las manías de nuestros jefes. Hace meses, fuimos contratados por el dúo de cantantes y al mismo tiempo matrimonio Blas y Hunter para ser sus guardaespaldas. Por lo poco que nos explicó su mánager, sus anteriores guardaespaldas se metieron en un lío económico que no les agrado mucho al matrimonio, así que, los despidieron a todos.

Somos una organización independiente de guardaespaldas. Iniciamos este imperio cuando íbamos en la universidad, todos nos conocimos ahí, aunque no precisamente por las carreras que estudiábamos, sino, por las artes marciales que realizábamos en paralelo. Eso nos ayudó para tener una buena musculatura y entrenamiento. Llamamos la atención por nuestra coordinación cuando estábamos juntos realizando nuestras sesiones de artes marciales, tanto, que primero nos contrataron como guardias para distintos locales, después para empresas, luego para protección personal y al final, llegamos a ser guardaespaldas de cualquier tipo. No es la primera vez que hacemos esto, hemos tenido a famosos con mayor estatus que Blas y Hunter, pero de todos modos me siento intranquila, en especial por la revelación de Zander ayer. Él proviene de una familia de brujos, sus bisabuelos lo fueron, sus abuelos también y luego sus padres, Zander siguió su tradición, pero dejó de hacerlo en su adolescencia, quedando como una especie de vidente. Y ayer, decidió hacer su típica sesión en solitario en su departamento y predijo que esta contratación a ser sus guardaespaldas generaría caos en el matrimonio del dúo.

Suspiré y pasé mi mano por mi cabello desordenándolo. Me volví a girar, ellos ya tenían sus trajes, se estaban colocando sus audífonos y micrófonos. «Solo espero que esto funcione».

—¡Bueno! No se ustedes, pero le veré el lado positivo a esto, ¡veré a mis ídolos en vivo y gratis! En especial al guapo y sensual de Blas —dijo Kioko, emocionada.

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Hunter

Besé a Blas en sus labios, él lo aceptó acercándome más a su cuerpo. Al separarnos, le apreté su mejilla con dulzura. Blas se rio y me dio un beso casto en mi frente.

—¿Estás nervioso? —me preguntó, con una sonrisa.

—Un poco, ya sabes, siempre me pongo nervioso...Zadkiel —respondí, desviando mi mirada hacia una puerta que estaba arriba del escenario siendo tapada por el telón.

—Lo sé Hun. Siempre te digo que debes estar tranquilo, está con nuestra mayor confianza. Te irá de maravilla, tu voz es la de un ángel. Te adorarán. Aprovéchalo, es tú solo —manifestó, tomando mi mentón para que lo mirara, acercándome hacia él.