Fantasmas Del Querer -90-

16 1 0
                                    

Fantasmas del querer,
Nacidos de un abrazo,
Condenados a pasar el resto su tenue vida en los momentos ya difuntos.
Fantasmas enamorados,
Riendo y corriendo en el viento desencadenado por un simple pestañear,
Sin percibir el tiempo a su alrededor,
Pues,
No existe tiempo para ellos.

Y ven el atardecer,
Sentados en aquellas gradas,
Formándose un doble arcoiris;
Luego van a esas bancas,
Ya olvidadas y repletas de fantasmas nacidos de algún momento.
Serán,
Y seremos nosotros,
Algún día en eso se convierten las vivencias más cargadas de emoción.
Los lugares mueren,
Los momentos igual,
Lo que permanece es la esencia que nuestros cuerpos desprendían.

Permanecen,
Por cada camino que se recorrió,
Sobre esas mesas donde fue un beso el botón de partida,
A una oleada de placer que nos llevó a esa cama,
Donde permanecemos desnudos - Perdón, volví a equivocarme; nosotros no, nuestros fantasmas -,
Se siguen contando los lunares,
Defectos y zonas erojenas,
Jugando a ser eternos,
Entre besos y caricias,
Se vuelven uno huyendo de la habitación y vienen a parar en estos versos melancólicos.

Ellos,
Vivirán lo que nosotros en vida no pudimos,
Eternamente hasta su olvido,
Hasta que un cigarrillo de fecha de fallecimiento,
Hasta que en mi mente sienta ese quiebre y punto de partida,
Donde ya no encajaran en otros versos,
Buscarán encajar en versos que no hablan de nosotros,
Pero nada de lo que el recuerdo haga,
Hará que vuelva a revivir esos versos que una noche casi dormidos leía,
Ella escuchaba atenta,
Oscilando en el calor de mi cuerpo,
Casi dormida mientras mi prosa le tocaba la sien.

Fantasmas del querer,
Muriendo lentamente,
El olvido llegara para ellos,
Más sin embargo,
Aunque no nos recordemos,
Ellos vivirán por siempre,
En los lugares ya difuntos..

Ander Leefrank.

Pensamientos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora