Capítulo 1

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Law a los veintiún años, obtuvo su marca de alma gemela durante las primeras horas de la madrugada cuando se encontraba apunto de dormir. Sus manos temblaban, el sudor frío pero sofocante, bajaba por su cuerpo junto a una dolorosa punzada en el lado derecho de su cadera, cerca de su pelvis. Ante los síntomas, pensó que estaba teniendo un ataque de apendicitis, pero luego de unos minutos, el dolor se desvaneció como si nunca hubiera existido.

Su cuerpo seguía temblando, observó la zona del dolor buscando una inflamación, pero no encontró nada más que un delicado tatuaje negro con cuatro letras que formaban el nombre "Nami". El cual tenía detalles en cursiva y se abrazaba a su piel como si su vida dependiera de ello. Sus dedos estaban fríos y húmedos, su respiración era lenta y pesada ante el asombro.

«¿Cómo es siquiera posible?», pensó estupefacto.

Law no recordaba cuándo fue la primera vez que aprendió sobre las almas gemelas y sus marcas. De alguna forma, siempre fue consciente de su existencia, aunque durante su vida, nunca se preocupó e interesó en ello. Después de todo, tener una marca gemela no te salva la vida de enfermedades terminales.

En un principio, lo ignoró sin darle importancia, solo sus amigos más antiguos (Shachi, Penguin  y Bepo) se enteraron de la marca, solo después de acosarlo por días para saber si obtuvo una.

Estaba demasiado concentrado con sus planes como para enfocar su atención en algo innecesario. Quién fuera su alma gemela tendría que esperar, si es que no moría primero.

Pasaron tres años donde oculto y evitó mirar su marca, viviendo con paciencia y resentimientos.

Un día, cuando se encontraba con su tripulación en el Archipiélago Sabaody, en la casa de subastas, presenció como el capitán de los sombreros de paja aparecía y golpeaba sin arrepentimientos el rostro de un Dragón Celestial.

Ese momento fue el principio del caos. Los gritos de horror y desesperación de la multitud de su alrededor lo envolvieron provocando una inevitable risa en él.

Law no podía creer el suceso que estaba contemplando.

Decidido a aprovechar el caos, miró y analizó las habilidades de cada tripulante de su inevitable enemigo. Cuando se encontraba observando al espadachín y sus técnicas, vio a una joven pelirroja correr hacía el Gyojin pulpo herido que estaba en las escaleras.

Instantáneamente su pecho se contrajo de forma brusca, pensó en diferentes tipos de posibles lesiones para justificar la repentina sensación. Pero, en lo más profundo de él, sabía que era solo una excusa para negar lo que ya era obvio.

Con el sonido de su ritmo cardíaco abombando sus oídos y sin despegar la mirada de la mujer, logró escuchar a sus compañeros llamarla por su nombre.

«Nami», el nombre pasaba por su mente, una y otra vez como si fuera su último aliento desesperado por aferrarse a la vida. Law sentía que algo inexplicable surgía, algo que no podía deducir con sus conocimientos médicos.

Luchó por no sentirse insultado por el universo o por algún posible Dios existente. ¿Era realmente ella la persona que llevaba en su piel? Su mente estaba en un caos, no podía verla más que como una simple joven contenta de seguir y cumplir sus caprichos con quienes la rodeaban y tenían una voluntad y fuerza mucho mayor que la de ella.

Seguramente, ella era todo lo que su cartel de «se busca» demostraba: una simple cara bonita que tuvo la suerte de haber sobrevivido al Grand Line.

Ante ese pensamiento, recordó su cartel de recompensa y sabiendo que ella aún no tenía la edad para que apareciera su posible marca, se relajo.

Solo es una marca (LawxNami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora