OO8

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capitulo O8: no se lo que pasará.

Tocaba el violín con una tranquila melodía, Yeonjun seguía recostado en la cama, parecía no querer levantarse, yo observo la ventana perdiéndome entre mis pensamientos.

No podía evitar pensar como fue que llegue a esto ser amante de un mafioso, estar y escapar con el, me preguntó por qué ya no quiero huir, quiero estar a su lado, me gusta su compañía y con mucha culpa digo que estoy feliz de que me haya escogido para estar con él.

Ni siquiera yo se lo que estoy haciendo o que es lo que sucede, pero estoy feliz, nunca he tenido a nadie ni amigos mucho menos pareja, siempre creí que no era necesario, pero ayer que hable con Yeonjun debajo de ese árbol supe lo mucho que necesitaba alguien en quien confiar.

—Beomgyu, ¿te gustaría visitar un jardín?

—¿Un jardín?— Dije con confusión.

—Si, el jardín donde vivía mi abuela, esta algo fuera de la ciudad, me gustaría ir ahí contigo, puedes traer el violín.

—¿Enserio señor? Muchas gracias. —Me acerqué a el para abrazarlo la verdad sólo quería tomar la mínima excusa para hacerlo, Yeonjun me hace sentir más vivo.

Parecía ser un viaje largo, Yeonjun manejaba mientras yo miraba la ventana, sentía algo de nostalgia al recorrer la cuidad.

—Jefe, ahí esta el parque, ¿lo recuerda?

—Claro, ¿por qué no debería recordarlo?

—Porque estábamos drogados

—No eran drogas, son píldoras de amor ¿quieres más?

—No.

En camino que recorría me llevo a ver el restaurante en el que yo trabajaba, me pregunto como estará Sana y el Sr. Chan, quisiera saber que es lo que piensan de mi ahora que yo ya no estoy.

Deje de mirar el paisaje para observar a mi jefe, nunca había puesto tanta atención en sus manos cubiertas por tatuajes al igual que sus hombros y cuellos, no se si sus tatuajes tienen un significado especial o sólo lo hizo por que si.

—¿Qué es lo que miras?— Exclamó sacándome un ligero susto.

—Sus tatuajes, disculpe señor.

—Esta bien, parece que eres muy curioso. —Mencionó pasando su mano sobre mi muslo.

Continuamos en viaje tranquilamente escuchando un poco de música y contando anécdotas de cuando estaba en la escuela, al parecer Yeonjun no fue a una escuela como la mayoría de niños, su infancia debió de ser triste, por eso le gusta escuchar la historias graciosas de cuando era niño por más bobas que fueran.

Una casa pequeña y un gran paisaje lleno de pasto, hermosas flores, viento y todo lo bello de la naturaleza, estoy en ese lugar, el viento mueve mi cabello y sacude mi ropa.

—Ven, vamos a entrar —Mencionó tomándome mi cintura.

—La casa es bastante bonita

—Lo es, mi abuela la cuidaba demasiado, desde que murió mi abuelo no quiso salir de aquí.

—Lo siento mucho.

—no te preocupes, mejor salgamos a ver el campo ¿Está bien?

—Claro señor.

Mire una linda mariposa con alas rosas y corrí detrás de ella Yeonjun se reía de mi, me puse feliz, cuando entramos a la casa todo se volvió tenso, no quiero que este triste, quiero que sonreía.

El comenzó a ayudarme a perseguir la mariposa corríamos alegremente juntos, hasta que una piedra se interpuso en mi camino haciendo que estuviera a punto de caer, pero Yeonjun me detuvo entre sus brazos, nuestras miradas se conectaron y me besó.

El sol comenzó a desaparecer, aún así el cielo seguía lindo, comíamos en el piso sobre una manta, disfrutaba tanto mi pastel de fresas.

—Beomgyu me gustaría que nos fuéramos a otro país, sólo tu y yo, deberíamos dejar Corea.

—¿Por qué quieres hacer eso?

— En la noche que estábamos en el parque, me di cuenta lo mucho que me duele llegar a casa, regresar a mi vida normal, estar con socios, las armas, vender drogas, ya no quiero eso. Deberíamos ir a un país americano, Estados Unidos o Canadá. No quiero regresar a lo que era antes, me siento alguien nuevo, incluso pensé que tu eras una persona a la que podía dañar como hice con muchos otros pero estaba equivocado, quiero ser alguien nuevo, irme del país.

—No estoy seguro si pueda hacerlo, nunca he salido de la cuidad.

—Los dos nos sentimos solos, no tenemos a nadie, comenzamos desde cero, sólo quiero tener una vida normal, sería el más feliz si quieres estar conmigo, y si no te sientes cómodo te prometo que regresamos.

—Esta bien, sinceramente toda mi vida me imaginé viajando, incluso solo ir a otra cuidad, debería tomar la oportunidad que me estas dando.

—Tengo mucho dinero y siempre estaré para ti, nunca te faltará nada.

Tomo el maletín que estaba a un lado de mi, lo abro y sacó el violín con delicadeza, Yeonjun permanecía viendo el cielo sin decir nada cuando comenzó el sonido del violín cerró sus ojos y su labios formaban una sonrisa.

No pudo evitar pensar si seré feliz al irme del país con Yeonjun en ocasiones pienso que me está engañando, pero si así fuera ¿Qué es lo que quiere de mi?

—Beomgyu

—Dígame señor

—Me gustaría que estos momentos durarán por siempre ¿Esta bien si hoy nos quedamos en esta casa esta noche? Regresamos mañana.

—Claro, esta bien.

El sonido de algunos autos se escucha cada más fuerte, Yeonjun parecía preocupado, no entendía el porque su susto, aún así sentí mucha tensión, todo dejó de estar tranquilo.

Todos esos carros nos tenían rodeados en cuestión de segundos, un hombre saco un arma por la ventana y disparó hacía el cielo.

El jefe me puso detrás suyo, mi cuerpo comenzó a temblar la situación no parecía buena.

Un hombre con una apariencia aterradora era escoltado por señores armados, se dirigen hacia nosotros, no se como pero Yeonjun ya tenía una pistola en su mano.

— Así que esta es la causa de que hayas desaparecido, tanto tiempo, eres un estúpido al igual que tu padre—Menciono aquel hombre, parece extranjero.

—Que es lo que quieres Kim te di toda la droga que querías a cambio de que dejarás de molestar.

—Las drogas y dinero no es lo único que me importa, se que eres muy imbécil como para darte cuenta de mi situación contigo y con toda tu familia, todo se volvió bastante personal. ¿por qué se aferran tanto a quitarme lo que quiero? A desafiarme.

El hombre se acercó a mi tratando de tocar mi rostro pero Yeonjun lo apartó sus manos.

—No lo puedo creer, el señor Choi no permite que toque este gato, cuando antes me ofrecía todas sus putas, has cambiado mucho.

—¿Qué es lo que quieres?, puedo dártelo, pero lárgate cuanto antes de aquí.

—Destruirte, eso es lo que quiero.

Los hombres comenzaron a disparar en diferentes direcciones Yeonjun trató de cubrirme. Con mi mirada buscaba un lugar donde pudiéramos escondernos pero no había nada, el sonido de las balas se convirtió cada ves más repetitivo y molesto.

Yeonjun me empujó dejándome confundido, pero cuando levanté la mirada lo único que vi fue su cuerpo tirado, recibió un disparo, me acerque a él, aún parecía consciente, pero no tenía la fuerza para hablar, mis manos se cubrieron por su sangre y las lágrimas invaden mis ojos.

Aquel hombre ordeno que me alejaran de Yeonjun, me levantaron me movía como loco para zafarme de ellos pero parecía imposible.

Cada vez me alejan más de mi jefe, me molesta tanto que no pueda hacer nada para ayudarlo, lo miro con un gran dolor dentro de mi corazón, esto no puede estar pasando, Yeonjun por favor no mueras.

—Quisiera ver la reacción de ese estúpido al ver lo que te vamos a hacer.

𝙫𝙞𝙤𝙡𝙞𝙣𝙞𝙨𝙩 | 𝙮𝙚𝙤𝙣𝙜𝙮𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora