Para mí, escribo a mi yo del pasado, con la esperanza de que no llore.
Estamos bien, o eso dicen las personas... pero no se si bien es la palabra indicada.
Ya no lloro en mi cama, y sí ya no lloro, pero yo tampoco siento algo de alegría, aunque la finjo, finjo porque no se hacer otra cosa que eso.
¿Estas llorando esta noche? no llores, no hay reproches, no llores sola de noche.
Ya no camino de noche, no veo la lluvia y olvide cantarle a la luna, pero tal vez ya no estoy tan viva y en teoría ya no estoy tan sola.
Quería querida, contarte que no sueño con los ojos verdes del pasado, tal vez me he resignado a pensar que no merezco amarlo y que encontrarlo es demasiado iluso y aunque pudiera buscarlo, tengo miedo a verlo diferente y que sus ojos no sean del tono del verde que ame.
Pero aquí estas, tu yo y los restos de nosotros mismos, restos de las muchas yo del pasado, de esas que por años vivieron muriendo en silencio y sin llanto, de las que murieron sin tantas sonrisas y que con la luna y la lluvia se sentían más vivas, aquí estamos, más vivas o más muertas no lo sé, no hay una respuesta.
Pero, soy un monstruo, no me conozco y lo que toco lo destrozo ¿por qué? porque vivir más años no te hace más sabio, a veces vivir más años solo hace daño y deja estragos que no se pueden reconstruir, a veces solo quiero huir... huir de mí, de ti.
Ll.Lss.SA.
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Cartas: A mí
RandomA quien pudo ser más feliz pero no lo fue, por mí. Cartas a el recuerdo de lo que fui y como consuelo a mi yo del futuro, para que el pasado no sea tan pesado ni amargo. A mí, a mi pasado y a quien lea y se sienta identificado.