Capítulo OO3: Bueno...

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Se acomodó bien el cabello y las gafas que llevaba puesta, caminaba de un lado a otro en el estacionamiento buscando el sitio de Tzuyu pero lamentablemente no se encontraba en inguna parte, no sabe que le sucedió o en qué momento desapareció, ya no estaba y eso la estaba enloqueciendo, apretando los labios y cruzándose de brazos observó cada parte, hoy debía entregarle una nota muy importante que había estado pensando mientras escuchaba una canción que sentía que le quedaba bien con lo que sentía y sucedía entre ellas dos, bueno entre ella porque es la única que sabe.

Su corazón latía con menos fuerza de lo habitual debido a la incertidumbre, muchas cosas pasaban por su cabeza desde la más normales como que ya se había ido o las peores que le había pasado algo grave, tal vez solo tenía lgo que hacer y por eso faltó, eso era el punto intermedio; sin embargo, en su cabeza solo existía la preocupación le daba igual si era algo bueno o malo en ese preciso momento lo único que estaba a punto de explotar en su ser eran las ganas que tenía de saber que había pasado.

Sus ojos se dirigieron a la puerta de la cancha, ella debía entrar y preguntar por Tzuyu, claro, era algo espontáneo y que le quitaría todo lo que siente ahora mismo incluso las náuseas por caminar tanto, aún así era muy arriesgado, no sabría que decir después además de que era obvio que me iban a decir a Chou que ella había ido, no podía decir su nombre ni saber cómo se ve físicamente.

¡No, es que no! Pensó y soltó un resoplido, la preocupación le estaba quitando la poca cordura que le estaba quedando, tanto así que se llevó las manos a la cabeza, iba a enloquecer si le pasaba algo malo a Tzuyu.

Se preocupa tanto por ella que es capaz hasta de comprarle una botella de agua aunque nunca se la vaya a dar en persona, no entiende muy bien el sentimiento pero supone que tiene que ver con lo que su corazón siempre le está gritando, hay algo en Tzuyu que no ve en nadie más, algo que hace que su corazón se acelere, algo que nadie más a logrado y que de seguro nadie logrará, había ese no sé qué, ese puede que aquí sea que debo quedarme.

Sonrió para sus adentros al recordar lo bien que se veía Tzuyu hace algunos días, había llevado otro conjunto uno que le quedaba muy bien, de tanto esfuerzo que hizo sus mejillas habían adoptado un color rojizo perfecto que hacía que resaltará las facciones tiernas de su rostro, sus ojos parecían estar más abiertos y atentos de lo habitual, su mirada era tan desafiante que a quien la viera le pondría la piel de gallina. Todo un espectáculo de mujer, la misma que es dueña de sus suspiros y cada latido que la mantiene con vida.

— Carajo —Escuchó una voz detrás suya demasiado similar para su gusto, con cuidado siguió caminando sin mirar hacia atrás, ella no debería estar corriendo del lugar en vez de eso voltear e intentar verse lo mejor posible para ver cómo Chou la ve pero no decidió casi salir corriendo como si estuviera haciendo ejercicio, era la primera vez que estaban tan cerca al punto de que podía oler su perfume, sorprendentemente olía a bebé, tenía ese olor tan lindo y adorable que tienen los pequeños, las pocas veces que pudo inhalar mientras estaba cerca es como si estuviera pasando un tierno y adorable bebé a su lado, que en parte es cierto.

— Dios —Murmuró y al mismo tiempo se escondió detrás de un arbusto, con cuidado asomó solo un poco de su cabeza para poder ver que era lo que estaba pasando, la castaña caminaba un tanto apresurada hacia la puerta, tal parece que se había tardado demasiado y se le hizo muy tarde, tanto que de seguro la regañarían, eso la preocupó no me gustaba cuando la trataban mal o como si fuera una nila pequeña rodeada de familiares que ven el mínimo defecto y lo atacan.

— ¡Lo siento! —Se asomó un poco por la ventana, Jeongyeon fue la primera en recibir a Tzuyu con una sonrisa, eso le extrañó no era normal que la tratarán de esa manera sobre todo cuando llegaba tarde o tenía algún tipo de falta, frunció las cejas y luego soltó un suspiro cuando todas la trataron de la misma manera como si no pasará nada, entonces eso significaba de que había justificación, ¿Pero, cuál? Era obvio que no iba a saberla de todas formas estaba rondando por su cabeza, no puede evitar preocuparse por Chou Tzuyu, como pudo se acomodó de puntillas necesitaba ver bien lo que pasaba por si a caso.

— Los accidentes pasan, Tzu —Una chica de cabellera negra palmeaba la espalda baja de la taiwanesa, no la había visto era la primera vez que sus ojos divisaban a esa chica, enseguida sus labios se curvaron en una mueca, ¿Por qué estaba siendo tan cariñosa con Tzuyu si no le había visto nunca por ahí?

— Tiene mucha razón —Momo se acercaba a Tzuyu— Tú y yo sabemos que quedarse estancada en el tráfico es normal —Chou rodó los ojos.

— ¿Qué vas a saber? —Todas rieron, incluso Sana que cubría sus labios para ahogar las carcajadas.

La misma bajó la mirada para ver su teléfono, habia llegado un mensaje importante, suspirando se levantó y sacó la nota del bolsillo, con cuidado la colocó en el mismo sitio y luego de un gruñido al ver otra vez el dispositivo, se dio media vuelta y se fue.

— ¡Exacto! —Momo estaba completamente acuerdo con lo que decía Dahyun, Tzuyu las miró con una pequeña sonrisa antes de abrir la puerta, la nota cayó y casi se le salen los ojos cuando vio que Dahyun frunció las cejas por la rapidez y fuerza en la ...

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— ¡Exacto! —Momo estaba completamente acuerdo con lo que decía Dahyun, Tzuyu las miró con una pequeña sonrisa antes de abrir la puerta, la nota cayó y casi se le salen los ojos cuando vio que Dahyun frunció las cejas por la rapidez y fuerza en la que piso el suelo. La castaña al percatarse de esto aclaró la garganta y les abrió la puerta trasera.

Cuando Momo entró, vio como la más pequeña se acercó mirándola un tanto expectante— ¿Todo bien? —Asintió y entró al auto, no sin antes agarrar la nota y suspirar, por poco y se da cuenta de que había algo su zapato, sonrió al ver la linda letra de la persona que le escribe todos los días.

— ¡¿Y si vamos a comer?! —Como siempre la japonesa gritaba muy cerca de su oído perforándole el tímpano— Por aquí está el mejor lugar de pizzas al que he ido en toda mi vida —Otra vez exagerando, al ver que Dahyun estaba de acuerdo no le quedó de otra más que asentir, no podía negar que el hambre la estaba mirando así que siguió las indicaciones de Hirai para llegar al lugar, no parecía estar muy lejos de la cancha.

— Todo menos hawaiana —Tzuyu se sintió algo insultada pero aceptó, sabía que a sus amigas no les agradaba mucho sus gustos un tanto distintos a los de los demás— No tengo nada en contra de ti, Tzu, pero quiero disfrutar la comida —Chou sonrió y asintió, aunque era su favorita aceptaba todas.

Con cuidado estacionó y miró hacia delante, no parecía ser un lugar tan extravagante como lo imaginó— Vayan, yo ya iré buscaré la manera de estacionarme mejor —Momo salió como una bala y Dahyun se le quedó mirando por el retrovisor antes de irse con los ojos entre cerrados, siempre tenía la costumbre de hacerlo cuando sabía que su amiga le estaba ocultando algo— Mierda —Soltó el aire que tenía acumulado y abrió la nota.

"Hey, ¿por qué eres tan linda? Cada que te veo siento que me dará un ataque al corazón, perdón por decir todo eso tan directo pero es lo que siento, Tzuyu me gustas mucho en serio y por más que mi timidez no me deje decírtelo de frente lo haré mediante notas hasta tener la valentía...

Sé que no debería pedir nada pero por favor, esperame por mi, vamos, no te defraudaré".

wishing on you ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora