Sana no paraba de mover la pierna gracias a lo ocurrido en la cita, habían pasado días y ella seguía nerviosa mordiéndose las uñas y apenas comiendo lo suficiente como para no salir corriendo al baño y vomitar, la verdad es que no llevaba muy bien eso de controlarse y mucho menos cuando Tzuyu la había mirado de esa manera buscando explicaciones muchas las cuales intentó responder de la manera más tranquila posible antes de echarse a llorar y huir a su casa, no era alguien que sintiera remordimiento por el tiempo que pasó viendo a la chica que le gusta más bien es alguien con miedo.
Una chica que no tiene a nadie a quien contarle porque la unica persona que ahora es su amiga también lo es de Tzuyu y aunque confíe en Dahyun tal vez intente ayudar, sabe muy bien que eso no sería lo mejor que las cosas deben pasar lentamente y al ritmo que sea necesario para que ambas puedan pensar bien, es lo que ella sentía correcto pero por más que se convencía de ello no podía evitar ver hacia la ventana desde lejos y suspirar cada que pasaba por ahí, había decidido no mandarle más cartas hasta que sepa lo que realmente debe decir.
En su cabeza había cientos de cosas, tantas explicaciones y palabras hermosas solo sus se esfuman en el momento en el que tocaba el bolígrafo, es como si de la nada le costará escribir o expresarse como lo había hecho hasta ahora.
Se le había olvidado incluso lo que sentía en esos instantes en los que su corazón se aceleraba, ahora parece que late por vergüenza, miedo y para mantenerla con vida, no hay nada más que la haga sonreír o hacer feliz como lo hace Chou, y lamentablemente para ella se ha dado cuenta de que es una pieza fundamental en su vida.
Eso ha hecho que a duras penas se centre en el trabajo y no se diga en clases hay veces en las que está escribiendo tranquila intentando prestarle atención a todo ya que sabe que es importante y baja la mirada a la hoja encontrándose con las palabras que quiere decirle a la menor, de seguro si le dices a sus amigas en Japón lo que siente le dirán loca o que está exagerando y que debe controlarse porque si no va a espantar a las personas a su alrededor.
Es difícil aquello sobre todo para una persona que vive todo al máximo pero que es tan reservada a la ve como si estuviera luchando con sus propios demonios y comiéndose la cabeza por no saber cómo actuar, tal vez solo es miedo a que la conozcan como es porque cada que lo hace las personas a su alrededor le hacen daño solo por distinta alguien que valora la vida y se siente bien en ese trayecto, bueno menos ahora que no puede parar de ver hacia la ventana, aquella bendita ventana, esa que la conectada a aquel mundo en el que tanto quería estar.
Tzuyu, esas cinco letras que componen el nombre de la persona que se ha robado su corazón por completo sobre todo cuando la conoció y supo que eran tal para cuál, cada cosa que decían o esas miradas cómplices en las que se estaban comunicando como nunca antes lo habían hecho.
¿Por qué era tan difícil amar a alguien que le dijo de frente que sentía algo indescriptible?
El miedo al rechazo no tenía cabida en ese panorama, entonces...¿Qué pasó?
Ni ella lo sabe pero lo quiere averiguar así que camina hacia la ventana con la valentía saliéndole por los poros y justo cuando va a asomarse una pequeña hoja de papel cae al suelo, esta tiene un aspecto limpio, como si la acabarán de poner, la tomó entre sus manos y abrió con cuidado.
"Soy Tzuyu, de seguro leerás esto,me he enterado que te la pasabas por aquí así que quise escribirte esto es algo gracioso ¿No lo crees? Ahora soy yo la que plasmó lo que siento por ti mediante notas como si fuera una loca adolescente enamorada...
Tú, Minatozaki Sana, con cada palabra que me decías en esas notas me alegrabas el día y lamento que ahora no estén cada que abro la puerta de mi auto o miró los parabrisas, espero que estés bien y que por favor piensa bien lo que decidirás, yo siempre te voy a esperar en el mismo lugar en el que nos vimos por primera vez".
Se asomó con cuidado y ahí estaba Tzuyu, en medio de la cancha esperándola, ¿Que podría hacer?
Dio un paso hacia delante y suspiró cerrando los ojos, lamentablemente todavía no estaba lista para hablar con Tzuyu, tal vez en otra ocasión.
Abrió el pequeño libro de notas y escribió, no sin antes mirar a la más alta por última vez en el día y caminar hacia su casa.
Momo miraba desde la puerta de salida a Tzuyu con un poco de lástima, por ser demasiado chismosa se había enterado de lo que ocurrió y del extraño cortejo de la peligris con su amiga, no la criticaba cada quien tiene su forma de conquistar y por más rara que sea le parece adorable, no conoce bien a Sana pero por lo que le ha contado su novia es alguien capaz de hacer ese tipo de cosas con la mejor intención del mundo.
— ¿No crees que ya es hora? —Asintió cabizbaja y agarró el gran bolso que siempre llevaba— Todavía no está lista, dale tiempo —Rodeó sus hombros y le dió un pequeño beso en la mejilla— No te desanimes —Mientras caminaban pensaba en lo raro que era que una persona te guste tan rápido y sobre todo por ese medio, las cartas era bastante antiguo pero lindo, así que supuso que a Tzuyu le gustaban esa clase de cosas alguien de alma un tanto vieja— Otra vez aceptaré que te comas la aberración frente a mí.
Tzuyu sonrió levemente— Hoy quiero comer una "normal" contigo —Movió los dedos cerca del rostro de Momo quién rodó los ojos— Me gusta innovar —Hizo una pose y abrió la puerta sorprendiéndose porque algo cayó, se inclinó y agarró la nota, era obvio de quién era y el brillo volvió a su sonrisa— Así que hoy no comeremos pizza si no sushi —Hirai la miró desde dentro del auto sin decir una sola palabra— No acepto un no como respuesta —Le gustaban pero la verdad prefería una pizza, era algo adicta a ellas.
— Está bien, está bien —Suspiró— Ahora tengo que aguantar a una depresiva y en casa a una que siempre quiere mimos —Negó con la cabeza— ¿Qué hice para merecer esto? —Preguntó viendo al cielo.
— Pero si la que siempre quiere mimos eres tú —Una mirada fulminante por parte de Momo la hizo reír hasta que se dio cuenta que no me estaba haciendo nada de gracia.
— Puta mierda —Se quejó— Se me quedó algo en el casillero —Salió disparada y la taiwanesa aprovechó el momento para verla nota y quedarse atónita por solo ver una sola palabra.
"Gracias".
¿Eso era todo? Iba a enloquecer si no le decía nada más, no sabía el por qué había huido de esa manera si no la había tratado mal o amenazado por algo, simplemente le dijo que ella también sentía algo y que estaba agradecida de que la hiciera sonreír esos días en los que la pasó mal, no había nada de malo en ello.
Apoyó la cabeza en el volante y gritó soltando toda la frustración que tenía, extrañaba las tiernas y dulces palabras por parte de Sana, le gustaban o bueno le gustaba, ya no sabía que pensar.
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wishing on you ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂
Fanfiction𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔┊Sana se había enamorado, si, más de lo que ella podía controlar, si, más de lo que ella creía, si, Sana simplemente cayó en las redes del amor, uno de esos que te hace sonreír incluso en un día lluvioso y de esos que te destroza con la ma...