RED: La organización [PAUSADA]

capitulo 9

Adela

Recuesto mi cabeza lentamente contra la mesa fría del local, que para ser medio día se encontraba un poco solitario, lo que agradecí mucho cuando entré. Era lo que necesitaba

Siento mis sienes relajarse ante la presión y suelto un suspiro cerrando mis ojos, funcionando para ser tranquilizador y siendo capaz de disfrutar del pequeño trance que me suaviza las palpitaciones en mi cabeza de manera grotesca y repetitiva.

Fue una mala noche, una mala madrugada y definitivamente esta siendo una mala mañana.

Solo quería llegar a casa, recostarme en mi cama y no salir en todo el día. Era una mezcla de emociones que me jugaban de una manera tosca y sin compasión. Estaba siendo mi peor enemiga esta últimas semanas.

Y ya no sabia que más a hacer para evitarlo.

Pensé que dejar el alcohol iba a funcionar, no podía seguir tomando de manera inconsciente para absorbe mi existencia de la realidad de lo que llevaba del mes. Y además que debia ser precavida, papá no podía saber que había tomado una sola gota de alcohol, no aguantaría volver a esos meses nuevamente.

No quería volver a ese lugar. Pero necesitaba volver a olvidar.

Era un desastre mi situación actual. Yo estaba tirando meses de esfuerzo siendo la imagen que todos quieren ver de mi, volviendo al caos que era de nuevo. Yo no podía permitir eso.

Concéntrate Adela.

—Pareces estar en esos días del mes— una voz lo suficientemente conocida formuló

Levanto mi cabeza, abriendo los ojos y siendo aturdida por la claridad. Encontrando un Mihlo que sonreía ampliamente, haciendo sus ojos más chinos ante la acción

—¿Por qué esa cara?

—Solo estoy cansada— digo sin más

Lo veo tomar asiento en una de las sillas posada en la mesa, delante de mi, recostando sus brazos encima de esta.

Necesitaba estar sola, por algo había saltado mis últimas clases con la esperanza de que ese receso diminuto me salvará de mis propios pensamientos. No tenia la suerte de fugarme directamente a casa con papá allí.

—¿Has dormido bien?—interrogó preocupado

—Si, solo ha sido una semana pesada— el solo asiente lentamente, ha captado que no hablaré de ello

—¿Es sobre Kurth?

Siendo incapaz de mirarlo, suelto un suspiro leve. No podía tocar el tema de Kurth sin siquiera sentir el ardor quemando en lo más profundo de mi.ñ

—Ela, sabes que puede contarme— suaviza las palabras gentilmente

Yo no hablaba de Kurth. Con nadie. Ni siquiera Mihlo. Desde hace un año evitaba a toda costa hacerlo, me hacía sentir débil, demostrándome vulnerable ante todos. Poniendo en bandeja mi punto más bajo y dándo la ventaja de herirme.