capitulo 14

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Adela

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Adela

No era consciente del tiempo que estaba transcurriendo, mis pies no contaban con la fuerza necesaria para lograr despojarme lejos de ese sitio que estaba convirtiéndose en mi espacio infernal.

¿Minutos?, cuestione en mi mente.

Quizá segundos. Pero lo que me pareció eterno fue aterrizar a mi propia realidad, realidad de la que Lohan me sacó con unas simples palabras sin llegar a comprender porque me había afectado tanto.

¿Por que sabia una verdad que yo no era capaz de saber?, el sabía algo que yo no y estaba  molestándome mas de lo que hubiese deseado.

Yo no era así, yo no era esta versión de mi que esta volviendo a salir de forma entrepita.

Mis lagrimas resbalan sin ninguna señal de detenerse, brotaban de manera impresionante, empapando mis mejillas y sintiendo el sabor salado en mi boca.

Un sabor amargo, uno muy amargo.

Miro a mi alrededor lentamente con escasez de voluntad, en busca de alguna toalla que pueda ayudarme a secar mi rostro e irme de allí. Necesitaba irme.

Huir, como era lo único que sabia hacer estos últimos días.

Era una cobarde y una débil, por permitir que el lograra quebrantarme. Fuera cual fuera la razón

Con pasos rápidos me acerco al perchero de la habitación, tomando con fuerza la tela de esta y bruscamente deshacerme del agua salada, pasando de ella con la respiración agitada y el corazón latiendo tan rápido de forma tortuosa contra mi pecho, casi escuchándolo.

Dolía. ¿Por que dolía así?. Eran tantas preguntas para tan pocas respuestas.

—Eres una idiota —murmure para mi misma, sintiéndome ridícula—.No debes llorar

Con mas fuerza restriego la toalla contra mi, obligándome a alejar ese sentimiento rancio de mi cabeza. Por permitir que lo que ese barman inútil dijera me afectara, yo sabia que no tenia razón en nada, el solo intentaba alterarme. Es eso, lo se.

No debes llorar,  es de débiles.

—¿Hazel?—me quedo en mi sitio sintiendo mi cuerpo tensarse, al percibir los pasos de mi amiga junto a su voz atrás de mi.

Aclaro mi garganta lo más rápido que puedo, para ser capaz de hablar sin sonar rasposa.

—No esta aquí—logro pronunciar convincente, aun sin girarme

—¿Ela? Que haces aquí?

Por favor, márchate.

—Buscaba a Hazel y aproveche de usar prestado el baño.

Al percibir que no se para hasta cruzarnos algunas palabras, tome valor para darme la vuelta y sonreír gentilmente, como si minutos atrás su perfecto chico no me haya arruinado el resto del día.

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⏰ Última actualización: Aug 05 ⏰

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