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Seonghwa cerró la puerta de su pequeño hogar y soltó un largo suspiro lleno de cansancio al lanzar su mochila en el suelo, arrastró los pies tras quitarse los zapatos en la entrada y se sacó la camiseta, muy agotado como para querer desviarse hacia el baño para ducharse antes de acostarse, fue directamente hacia su cama y se acostó, no podía más.

Desde el día anterior Somi no había parado de decirle lo mucho que le gustaba Yunho, Seonghwa ya estaba harto de escuchar ese nombre una y otra vez, no bastaba con que debía verlo en la universidad para que encima ella tomara al beisbolista como un tema de conversación rutinario. Cabe mencionar que al parecer Somi estaba encantada con él desde hacía mucho tiempo, pero que al tropezarse con él terminó por flecharse porque nunca se había atrevido a hablarle, no como otras chicas... Seonghwa sentía sus palabras sacadas de un libro barato y tonto, sin ofender... Pero aburría escucharla hablar sobre ello.

Haberla acompañado ese día al entrenamiento del equipo le pareció un acto muy bajo y poco discreto, esa muchacha literalmente se creía que con hacer aquello Yunho caería a sus pies, por su puesto que no, él ni siquiera le dirigió la mirada y parecía estar más entretenido hablando con su amigo Mingi que otra cosa, más que de entrenar.

Seonghwa nunca había asistido a los entrenamientos y ver a esos hombres ir y venir, lanzar y batear como por tres horas seguidas le generó pereza y ganas de dormir por días enteros, tenía suerte de estar libre de deberes, podía darse ese lujo... Seonghwa quería dormir para que así esos pequeños celos que existían en su ser se evaporan y desaparecieran tan rápido como habían llegado.

Realmente no entendía porqué le molestaba tanto que a Somi le gustase Yunho... Incluso él lo sabía pero se hizo el imbécil cuando ella le confesó aquello mientras se intentaba limpiar el desastre que la malteada había causado en su ropa, ella se lo había dicho antes, Seonghwa en ese instante no lo recordaba y ella al parecer tampoco, así que el tema se extendió y ella no pudo detener la emoción.

Seonghwa sonrió como un idiota al recordar como se había sentido tener a Yunho encima suyo, mientras le jodía con ganas en su cama, bien, era algo cínico decirlo así, pero él tuvo oportunidad de disfrutar a Yunho antes que ella, con ese pensamiento sus celos bajaron mínimamente... Ni siquiera eran celos, solo era una manera de nombrar a su molestia.

Sin darse cuenta se había quedado dormido, sin camiseta y con el botón y cierre del pantalón abiertos, estaba tan cansado que ni siquiera pudo quitárselos por completo. Incluso se había cubierto con las sábanas al sentir un poco de frío, no sabía que estaba siendo tan feliz al dormir hasta que unos golpes en su puerta le hicieron soltar un sonido lleno de fastidio, disipando su sueño en menos de tres segundos.

Quiso hacerse el loco, cubriéndose por completo con las sábanas y esperando unos minutos más para poder relajarse y seguir durmiendo plácidamente, pero tras suspirar, el timbre sonó, haciéndole gruñir y sentarse en la cama con genuina molestia. Nunca perdonaría a quien estaba interrumpiendo de esa manera en su casa. Elevó un poco la voz para decir que ya abriría, que esperara un momento y desde afuera escuchó un “está bien“ con una voz que se le hizo familiar, suspiró de nueva cuenta.

Entró al baño para lavarse la cara y cepillar sus dientes, no recibiría a nadie con la cara hinchada como la tenía, su cabello estaba revuelto y tenía la marca de la almohada en la mejilla, era un desastre. A pesar de haber dormido no existía una pizca de renovación en su ser, seguía agotado, incluso más que antes debido a la interrupción... Luego de terminar, no tuvo otra opción que darse una ducha rápida, recordando que había llegado y se acostó a dormir sin hacerlo antes, al salir rápidamente se colocó lo primero que encontró y se aplicó algo de perfume, para no estar tan simple.

Asomó el ojo por la mirilla de la puerta y frunció el ceño al ver a Yunho ahí parado como si nada, Seonghwa apretó sus labios entre sí con nerviosismo, aún así respiró hondo y luego le abrió, mirándole con ojos expectantes.

❛ A FUEGO。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora