De niño mi madre me contaba la historia de un reino que fue aniquilado por su propio rey, contaminó a los 12 guardianes que los protegían, volviéndose despiadados.
Ahora de adulto sé que esa historia es solo eso, una historia del pasado. No afecta e...
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-"Cumplir años es un mal chiste."
Pasar un cumpleaños en familia, se volvió un sueño lejano hace muchos años. Pero aquí estaba, viendo a mi mamá junto a mi padre, sonriendo, como si los 17 años de abandono por parte de él no hubieran significado nada. Lo extraño era esa pequeña que estaba ahí, sonriendo con una inocencia.
¿Quién era ella? era lo primero que me pasó a la mente, su tez blanca, cabello blanco, ojos azules, nada de ella se me hacía familiar. Cuando notaron mi presencia se voltearon y me miraron, sentía un calor familiar, nostálgico, solo me extrañaba esa niña.
- Feliz cumpleaños, Alex. Tu padre y yo te amamos un montón. - dijo mi madre mientras me abrazaba.
- Así es, Alex. Hoy es un día especial para ti. No siempre se cumplen 21 años. - dijo entre risas mi padre, dándome palmadas en la espalda.
Al separarme de mi madre, pude observar a las personas que estaban en la sala, mis mejores amigos, Gini y Marcus. Unas cuantas amigas de mi mamá, de papá, unos compañeros con los que decentemente hablo. Sonreí para todos, agradeciéndoles por la reunión. Luego de unas cuentas rondas de bailes, juegos y carcajadas fue cuando se me ocurrió preguntarles a mis padres por esa niña, que me miraba con una sonrisa.
-Papá, Mamá, ¿esa niña es mi hermana o quién es? - pregunte señalándola.
- Nosotros no tenemos ninguna niña, corazón, solo estás tú. - dijo mi mamá.
- ¿Entonces quién es? -
- No hemos invitado a ninguna niña Alex, no sabíamos que conocías a una niña. - dijo mi padre extrañado.
Entonces cuando volví a ver en dirección donde estaba esa niña, no había nadie, de hecho, la sala estaba vacía. Fui preguntando por cada uno en cada rincón de la casa.
Nada. Ningún alma aquí.
Cuando regrese a la sala, para ver el tipo de broma que me estaban haciendo todos. Ella estaba ahí, con un pastel en sus pequeñas manos, seguía sonriendo.
-Feliz cumple, hermano. Espero que estés disfrutando de la fiesta. - dijo acercándose.
Un escalofrío recorrió mi espalda, algo estaba mal, su sonrisa, había algo en ella que gritaba peligro.
- ¿Quién eres y dónde están todos? - pregunte retrocediendo cada vez que ella se acercaba.
- Ya veo...todavía no me recuerdas, pero lo harás pronto, porque te necesito. Todos nosotros te necesitamos. - dijo deteniéndose y volteando su espalda en dirección a la pared del fondo de la sala.
