Un chico problemático con ojos verdes -COMPLETO-

Capítulo 23: ¡No te ATREVAS!

Hola a todos!

Ok, escuché a algunas personas decir que quieren un conflicto entre Percy y Annabeth. Bueno, estaba pensando en eso y pensé, sabes que sería bueno causar algo de drama.

Parecen tener una relación feliz, pero veamos si es lo suficientemente fuerte.

EL POV DE ANNABETH:

Mis padres me miraron, la carta que recibí por correo en manos de mi madrastra. Levantó la vista con lágrimas en los ojos. Mi papá se me acercó y me dio un abrazo. Mi madre devolvió la carta y la doblé dos veces, poniéndola en mi bolsillo trasero.

Mi papá puso una mano sobre mi hombro. "Ya le has dicho a Percy?"

"No", susurré. "Ni siquiera le dije cuando solicité."

"Estoy tan feliz por ti!" Christine se acercó y me rodeó con los brazos.

Me alejé y suspiré. "No sé si me voy. ¿Qué le digo a Percy? Me matará cuando se entere."

"No debería detenerte de tu sueño", dijo mi padre.

"No me está frenando. Me temo lo que dirá."

"Si él te ama, lo entenderá", sonrió Christine.

La culpa me estaba comiendo vivo. "Volveré pronto. No me esperes. Te amo."

Me di la vuelta, mis zapatillas chirriando contra el piso de madera. Abrí la puerta corriendo bajo la lluvia. Me puse la capucha de la chaqueta en la cabeza. Gotas de lluvia me golpeaban la cara; niebla conjurando a mi alrededor. Mis piernas comenzaban a arder por correr, así que disminuí la velocidad, yendo al ritmo de trotar.

Annabeth, no se va a enojar. ¡Va a estar feliz por ti! Traté de decirme a mí mismo.

Si me conoces, sabes que discutiría. ¡No, no lo es! Probablemente será feliz, pero eso no significa que estará triste o enojado por dentro.

Estoy discutiendo conmigo mismo. ¿Qué me está pasando?

Antes de darme cuenta, la casa de Percy estaba frente a mí. Caminé hacia el porche delantero, levantando la mano. Mis nudillos golpearon contra la madera, esperando que alguien respondiera. Llamé de nuevo, preguntándome si estaba en casa. El garaje estaba cerrado, así que no podía ver si alguno de los autos había desaparecido.

De repente, la puerta se abrió y apareció la cara de Percy. Oh dios, mi boca estaba cerrada.

Levantó una ceja. "Annabeth, ¿estás bien?"

Di una sonrisa nerviosa. "Um, sí-no. Necesito hablar contigo sobre algo."

"Qué es?" preguntó.

Jugué con mis pulgares. "Podemos llevar esto adentro? No quiero que tus vecinos nos espíen."

"Oh, sí, claro", Percy se movió a un lado y entré, dirigiendo el camino a su habitación. Cuando llegué a su habitación, me moví en una línea vertical, de un lado a otro. Luego entró, cerrando la puerta detrás de él.

"Ok, ¿me vas a decir qué está pasando?" me miró, dándose cuenta de que me habían bebido. "Por qué corriste aquí en medio de la lluvia?"

Me encogí de hombros, mordiéndome el labio. "Necesitaba hablar contigo sobre algo importante."

"Es algo tan importante arriesgarse a resfriarse", dijo Percy.

Parpadeé, respirando profundamente. Mi mano se levantó y le anudé los dedos en el pelo. "Ven aquí", susurré. Se inclinó, presionó sus labios contra los míos, besándome suavemente. Sus manos se arrastraron hacia abajo, descansando sobre mi cintura, acercándome. El sentimiento fue asombroso; poder estar en sus brazos, pero puede que no lo tenga por mucho tiempo.