Ante un miedo sin vencer

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De camino a la mansion de su futuro esposo falso, Candy analizaba en la propuesta hecha hace un rato atras, pensaba ¿Realmente hare bien el papel? Tenia un cuestionamiento duro hacia ella, debio a un tormentoso pasado no tan pasado.

Señorita Candy ¿Le podria preguntar sobre su origen? -Un rubio de cabello corto miro a la pecosa, quien sonrio amable, pero timida-

Soy huerfana, me crie en un hogar pequeño y calido con mis dos cuidadoras -comento, dejando en silencio a los que iban en el vehiculo- a ambas las considero mis madres, me han cuidado hasta hoy

¿La abandonaron? -Stear la miro-

Eso ha dicho, bobo! -su hermano menor, Archie, le contesto, recibiendo una mirada seria de parte de su tio- Lo siento...

Modales frente a la dama ¿ok? -comento el rubio mayor- lo siento...

Candy, puede llamarme asi de ahora en mas -musito sonriente-

Esta bien, Candy -Albert le sonrio- y tu puedes llamarme Albert

Esta bien, Albert -sonrio-

¿Que edad tiene? -Archie interrumpio con ansiedad la conversacion- ¿Esta casada?

Archie! -Anthony, Stear y Albert lo miraron en reproche-

Estoy bien... -candy lo miro- Bueno, digamos que hace no mucho cumpli los 20 años -se encogio de hombros- y no, no me he casado nunca

¿Planea hacerlo? -Stear la miro-

Si, esta comprometida conmigo -Albert hablo de forma seca, causando sorpresa en sus sobrinos- no me miren asi, ya esta decidido...

¿Estas loco? ¿Sabes que dira la tia abuela sobre esto? -Anthony lo tomo tranquilamente por el hombro- ¿Sabes que te preguntara de donde la conoces, verdad?

Obviamente, pero no creas que no tengo un plan -comento- Dire que conozco a Candy desde hace dos meses y llevamos saliendo ese tiempo

¿Como? No se muchas cosas sobre usted! -la pecosa estaba preocupada, toda la mentira podria caer de un segundo a otro- esto esta mal...

¿Quien lo dice? -Albert le sonrio-

Bueno, pero jamas superara a la tia Katherine, eso es seguro -Stear hablo fuerte y Albert lo miro furioso-

... -Candy bajo la vista. ¿Como superar a la primera esposa sin opacarla? ¿Como ser tan buena como ella sin ser falsa? Tenia mil y un dudas, no sabia, ahora, si esta decision que habia tomado era la correcta. Se enfrentaba a las hienas. Albert, notando que su falsa futura esposa se encontraba inmersa en un mar de pensamientos debido al desubicado comentario de su sobrino, decidio tomar su manl en un intento de calmarla- ¿Eh?

Todo estara bien, candy -sonrio- no debes temer

Solo me angustia no... ser o aparentar lo que necesites -tomo aire- a diferencia de ustedes, soy una muchacha comun y corriente

En eso difiero yo -sonrio el rubio mayor- Nadie posee esos hermosos ojos esmeralda adornado con pecas, y esos rizos con una Cinta de seda atados atras te dan un toque especial

Oh! -Candy se sonrojo, sus mejillas pecosas se tornaron carmin- Muchisimas gracias

Hemos llegado señor William -George, quien conducia el vehiculo, estaciono rapidamente en la entrada, ayudando a abrir la puerta para darle la bienvenida a la mansion de Lakewood.

Candy estaba anonada, ver una mansion tan grande y hermosa como esa le daba una sensacion extraña. Talvez tenia miedo sobre lo que pasaria con ella ahi dentro, el escuchar en el vehiculo sobre una mujer a la que llamaban tia abuela y lo estricta de esta familia le causaba escalofrios, no sabia si su vestimenta era la adecuada o si el maquillaje seminatural que estaba usando. Se miro el atuendo que traia puesto y simplemente le horrorizo, era su uniforme de enfermera

¿Sucede algo? -Anthony noto en su tio una mirada extraña-

Buscale ropa a candy, no puede ingresar asi... -musito, dejando algo apenada a la rubia- La tia y los demas me mataran y a ella le haran el infierno mismo...

Bueno -Anthony miro a la joven, dandole una sonrisa. Albert, al ver que estaba casi todo solucionado, paso a la sala para informar sobre la invitada. El rubio menor, notando que la acompañante estaba con jna mirada de pesar y verguenza, miro a sus primo sin saber que hacer, no sabian por que se sentia asi- ¿Sucede algo, Candy?

No... -murmuro-

Ha sido por la crudeza de las palabras de Albert -Stear sobo su cuello- perdonalo, desde la muerte de su esposa ha estado asi, y bueno, no digamos que la tia lo trata con mucho amor... no es que te menosprecie, es el hecho de protegerte

Algo que no hace con nadie que no conoce -Archie la miro- pero al parecer, contigo ha estado siendo el de antes... eso es una buena señal!

Antes de celebrar, Archie, debemos buscarle un vestido a Candy -Anthony llego tras los pasadisos, al cuarto donde habian vestidos y trajes para invitados- Candy, elije el qud te guste, podras usarlo con gusto...

Me gusta mucho ese -Candy apunto a un vestido morado, el cual se coloco sin problema alguno. Le ajustaba a la cintura y se veia hermosa ante los ojos varoniles frente a ella.

Entonces, ya que estas lista, vamos a la sala -Archie la miraba y algo le decia que ese vestido no podia ser visto por nadie, tenia un mal presentimiento, pero ya era tarde; Albert, quien esperaba impaciente la llegada de sus sobrinos con la invitada, se vio sumamente atrapado en un sentimiento de nostalgia, molestia y no podia expresar lo demas. Ver a la joven en ese vestido le traia gratos pero tristes recuerdos

¿Como me veo? -Candy le sonrio, mas no le dijo nada- ¿Pasa algo?

¿Tio? -Archie lo miro, confuso, tras ver que su tio se acercaba rapidamente. Nadie decia nada, estaban nerviosos por temer a haberse equivocado con el vestido- Tio!

Te ves hermo... -Albert se quedo mudo tras ver que la rubia, tras su estirada de mano de golpe, se cubrio como si estuviese a punto de ser golpeada. Ahi en mas, noto los diversos moretones que tenia en sus brazos y manos- ¿Candy?









Algo raro sucedia aqui.... y no era bueno










Continuara...

Una Esposa por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora