El Misterio

~Capitulo 3~

El viaje continuo por 3 días, hasta q llegamos a una casa algo rústica con un jardín un poco grande, era la casa de mi abuela.

Mi mamá se estacionó en la cochera q estaba atrás de la casa, mi abuela nos estaba esperando con una gran sonrisa en su rostro.

Baje rápido del auto y corrí a abrazarla tenía mucho q no la veía, casi no la visitabamos y solo hablábamos de vez en cuando por teléfono, pues ella vivía en México y nosotros vivíamos en Houston así q teníamos q viajar para poder verla y por el trabajo de mis padres y mis estudios era casi imposible.

Ella abrazo a mi mamá, en eso mi mamá rompió en llanto.

-Lo siento mucho hija, se q duele- le dijo mi abuela mientras le secaba las lágrimas de las mejillas.

Nos dijo q nos pasáramos y q ya tenía la comida echa.

Pasamos y todos olía tan fresco la casa de mi abuela no era tan grande.

En la planta baja estaban dos cuartos, un baño, la cocina, la sala y hasta tras el patio, en la planta alta había otros dos cuartos cada uno con un baño y tenía una pequeña terraza.

Nos fuimos a lavar las manos puesto q mi abuela había preparado mi comida favorita q era el mole con arroz rojo.

Después de comer mi mamá me dijo q fuera a bañarme, q mis cosas ya estaban en el cuál sería mi cuarto a partir de ahora.

Subí las escaleras y enfrente estaba mi cuarto, me metí a bañar pero terminé llorando en el piso del baño, extrañaba a mi papá.

Después de 30 minutos salí del baño mi mamá me estaba esperando.

-Liliana se q será muy difícil nuestras vidas partir de este momento pero recuerda que nunca estás sola nos tienes a la abuela y a mi- me abrazo y yo sabía q ella estaba llorando

-Es q extraño mucho a mi papá- le dije rompiendo en llanto -¿Porque esas personas malas le hicieron eso a mi papá?- la mire a la cara pero ella se voltio.

-No te lo puedo decir todavía, cuando crezcas te lo contaré todo- me dio un beso en la mejilla, se limpio las lágrimas y salió de mi cuarto.

Ese día ya no hablamos más, a la mañana siguiente mi abuela me llevo a una primaria para seguir con mis estudios.

Casi no le entendía las clases y mis compañeros no comprendían mi idioma puesto que yo no sabía casi hablar español.

La primera semana mi mamá me ayudó mucho con las tareas, ya que se me estaban complicando demasiado.

Muchas cosas no las entendía, al salir de la escuela mi abuela fue a recogerme como de costumbre pero no iba mi mamá, lo cuál me sorprendió demasiado.

-¿Y mi mamá?- le pregunté a la abuela de camino a casa.

-Fue a conseguir trabajo- contesto con una sonrisa en los labios-Que te parece si vamos al supermercado para comprar ingredientes para hacer un pastel- ella sabía q los pasteles eran mis favoritos y me animaban mucho.

-Si!!, ¿Puede ser de chocolate?- ella asintió y yo estaba muy emocionada.

Fuimos a comprar todo lo que necesitábamos, pero cuando llegamos a casa sentí una energía rara y desconocida, y habia un aroma raro.
Le pedí a la abuela q llamara a mi mamá y a la policía, porque alguien había entrado a nuestra casa.

Mi mamá llegó corriendo a ver cómo estábamos, al cabo de unos minutos llegó la policía y mi abuela les explico de lo que yo me había dado cuenta.

Los policías recorrieron toda la casa y llamaron a control animal de plagas y aún especialista en cámaras.

Al parecer alguien había metido escorpiones a la casa e instalado cámaras en todas las habitaciones.