09. El Estrellato.

93 12 1
                                    

Los gritos se escuchaban en todo el lugar, por fortuna, aquel sótano estaba perfectamente insonorizado, además de que se encontraba en una casa bastante alejada de la civilización, después de todo, había sido el hogar de Jezabel durante toda su vida, aquellas acciones a las que estaba siendo sometida no era algo nuevo para ella, sin embargo, en ningún momento, había dejado de ser doloroso.

La extracción de habilidades a las que estaba siendo sometida era algo con lo que pocos podrían, realmente, solo pocos a lo largo de la historia habían podido sobrevivir a una sola extracción, pero la joven atada a la silla era un caso bastante especial.

—Adoro que volvieras a casa –comentó la mujer, mirando fijamente la enorme esfera de color rojo brillante oscilar frente a sus ojos –sin duda el aire vuelve a ser respirable de nuevo.

—Ya tienes lo que quieres, déjame ir.

—Claro, en un segundo, déjame desatarte, ¿quieres un uber para dirigirte a la ciudad o prefieres a mi chofer? –Se burló la mujer.

—Julia...

—No, no, no quieras suavizar mis oídos con tus falsas palabras de arrepentimiento, no voy a obligarte a decirme quien te ayudó a escapar, Jezzie –le sonrió –dejaré que el hecho de que no vuelvas a aparecer frente a sus ojos por la mañana, le carcoma en el alma –le regaló una mirada llena de empatía –las habilidades extraídas después de un dolor emocional hace que se intensifiquen, no serán tan maravillosas como las tuyas, claro, pero servirán un poco.

Jezabel vio como Julia absorbía toda la esfera, aquello tampoco tenía que ser algo fácil, ya que siempre se quejaba un poco mientras aquello pasaba, pero por la forma en que los cimientos de la casa se movían al terminar de absorberlos, le dejaban en claro a Jezabel que de alguna manera aquel dolor valía la pena.

— ¿Sabes una cosa? –Cuestionó Julia.

—No, por favor, ya basta –susurró la joven.

—Vamos, no seas aguafiestas, pequeña Jezabel –se burló de la chica.

—No tienes por qué hacer algo así, basta, por favor, no creo poder soportar esto de nuevo –murmuró más en un tono delirante que de súplica.

—No eres alguien débil –la sujetó del cabello –dime ¿qué han hecho de ti en este tiempo?

—Nada, pero ya no puedo más, no soporto más –musitó –ya no sigas, por favor.

—Han pasado meses desde que escapaste de casa, esto aún no es suficiente, es un poco aburrido, ya que nadie puede escucharte, pero, hagamos que grites más fuerte cada vez –le sonrió divertida.

El silencio sepulcral que siguió a ese comentario, se vio interrumpido un momento después, con los gritos de dolor de la joven a quien estaban extrayéndole más habilidades, al mismo tiempo de que era torturada, para maximizar el poder, si algún ser humano con la mínima gota de piedad estuviera escuchando, sin duda su vida no hubiese vuelto a ser la misma.

Todo el set guardó silencio una vez que Lily comenzó a gritar según lo estipulado en el guion, las respiraciones se volvieron irregulares y el grito de corte tardó en llegar, la joven se puso de pie como si nada, ayudada por su compañera de escena, que le sonrió y le aplaudió encantada por su gran capacidad actoral.

El resto del set se unió a la felicitación, una vez que estuvieron seguros de que a la joven no le habían hecho realmente nada malo, les sonrió y observó a un lado, Polly y Scorpius habían llegado para observar la grabación, la chica no parecía nada feliz con lo que la pelirroja había mostrado.

British Egos || ScorilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora