Jung Hoseok era respetado y temido por los demás soldados, inclusos los de rangos más altos que él. No era que fuese un mal Sargento, sino que era demasiado estricto y había escalado a aquel rango en un periodo de tiempo record.
El Coronel Kim Namjoon incluso había presumido que era de los mejores en mucho tiempo y que podía verlo en rangos mayores a los de él en poco tiempo si seguía con aquel desempeño.
Todos sabían de misma forma que era muy allegado al Teniente Min Yoongi, lo cual era raro y curioso por el simple hecho que dicho Teniente solía ser muy reservado pero estando al lado de Hoseok se comportaba diferente e incluso reía. Sin embargo, nadie veía extraño que fuese el favorito de la mayoría.
Para Hoseok las épocas más difíciles era la entrada de nuevos soldados a los cuales debía diciplinar. Comenzaban siendo unos idiotas que pensaban que ser soldado era fácil y se vería bien en su currículum o tenían familiares a los cuales querían presumir que podían llegar a ser alguien importante.
Y lo comprendía, también había sido uno de esos idiotas alguna vez pero el camino está lleno de obstáculos; los cuales si no estás preparado te dejan en el camino, tal y como lo habían hecho con la mayoría de sus compañeros.
Se sentía orgulloso de ser Sargento, y que cuando pasara por los pasillos todos los de rango menor se pararan a saludar con un "¡Sargento Jung!" y por sentirse orgulloso de eso... Se sentía demasiado avergonzado de su más grande secreto.
Sentía que no era normal... Una persona normal no encontraba gusto en un biberón calientito ni en un mameluco, mucho menos le gustaba tener un chupete en boca siempre que podía para calmar su estrés o sus nervios. Y lo peor aún es que no sabía como había arrastrado a su mejor amigo a que lo cuidara cuando tenía tiempo.
A veces aquello lo confundía, no sabía si le gustaba que lo cuidaran o si de cierta forma se había enamorado de él, lo cual era aún peor porque entonces podría ser considerado como una vergüenza para la milicia... Sus secretos por eso debían permanecer así, como un secreto.
Aquel día sería algo pesado, llegaban nuevos soldados y podía escuchar incluso sus murmullos desde lejos. Seguramente estaban hablando de lo que querían lograr estando ahí.
Pudo notar su poca disciplina cuando se puso frente a todos y ninguno hizo afán de entrar en formación.
Quien conocía al Sargento Jung sabía que aquello era lo que más le molestaba.
— ¡Soldados! Puedo ver perfectamente su indisciplinado ser desde metros a la distancia. Llevo casi un minuto desde que entré y ninguno está en formación. Pero no se preocupen, ese será mi trabajo. – aseguró con una sonrisa socarrona.
La mayoría de aquellos chicos se habían puesto en posición como su poco conocimiento les dio a entender excepto uno.
Aquel chico con ojos tan tiernos que no hacían juego a ser soldado había quedado en medio de todos sin saber que hacer. Hoseok se acercó a él a paso despacio pero marcado dando a entender que estaba listo para aplicar cualquier castigo.
— ¿Tú nombre? – preguntó una vez frente al chico.
— Jeon Jungkook
— Bien, Jungkook... ¿Sabes que estás fuera de línea a comparación de todos? – ante la pregunta el chico solo asintió con la cabeza — Y sabes que soy tu superior, ¿cierto?
Jungkook volvió a asentir con la cabeza.
— Entonces... ¡¿Donde demonios está el respeto que merezco, soldado?! – gritó el Sargento con la voz más fuerte que pudo.
Incluso aunque no fuera a ellos a quienes gritó todos se encogieron ante aquella voz de mando.
— ¿O crees que no tengo méritos ni reconocimiento? ¿Que me he ganado ser Sargento a la ligera como ustedes viniendo por tontas ilusiones de superioridad? – continuó preguntando.
— No... Señor... – contestó finalmente con la voz mas quedita que pudo hacer Jungkook.
— No lo escucho soldado.
— ¡No, señor! ¡Lo lamento, señor! – dijo con la mejor voz que pudo sacar pese al miedo.
— Gracias al Sr. Jeon todo lo que hagamos el día de hoy lo repetirán tres veces más – anunció dandose la vuelta para regresar frente a todos.
Todos comenzaron a quejarse y culpando a quien los había metido en problemas.
— Por cada queja se agrega una vuelta más – declaró el Sargento — Así que a menos de que hoy quieran estar todo el día en el campo de entrenamiento les recomiendo callarse y afrontar las consecuencias ¡Aquí no somos uno! ¡Somos todos! ¡Lo que hace uno nos afecta a todos sin importar quien sea!
Nadie dijo nada más y así fue como Jeon Jungkook se dio a conocer por haber echado a perder todo desde el día uno.
Porque nadie sabía que los problemas con el menor de todo aquel pelotón solo había comenzado y empeoraría con el tiempo. O tal vez todos se lo imaginaron cuando dentro de los circuitos también era el último en terminar y más aún cuando ni siquiera comprendía lo más básico de la milicia.
Jung Hoseok comprendió que aquel chico desastroso sería su perdición cuando dentro de él en vez de desesperante se le hizo tierno todas sus equivocaciones y si bien siendo el primer día gritó más que alguna otra vez, no le molestaba corregir a Jungkook.
Ni siquiera cuando llegó el momento de dormir y Jeon Jungkook había cometido otro error que tuvo como consecuencia ponerlo en medio del campo de entrenamiento sosteniendo un bloque pesado frente a él.
Tenía mucho tiempo que Hoseok no ponía tal castigo y se desvelaba de esa forma, aunque trataba no demostrar el sueño que tenía se le escapó un bostezo.
— Tiene sueño, Sargento – dijo Jungkook a forma de afirmación.
— No digas obviedades cuando estamos aquí por tu culpa – declaró enojado.
— Si me levantara el castigo podríamos ir a dormir – trató de convencerlo.
— Si te levantara el castigo significaría que estoy haciendo un mal trabajo.
Jungkook suspiró porque sabía que tenía razón. Pero no pudo evitar sonreír cuando volvió a bostezar.
— Eres muy tierno cuando tienes sueño – soltó Jungkook de la nada.
El Sargento Jung tuvo que evitar sonrojarse a toda costa.
— ¿Qué te dije de mostrar respeto? – preguntó evitando el comentario.
— Disculpe, señor. Déjeme corregir. Es usted muy lindo cuando tiene sueño, señor – dijo nuevamente.
Jung Hoseok no pudo evitar soltar una pequeña risita muy infantil, aquello no estaba siendo bueno...
— Sargento Jung, lo voy conociendo pero espero conocerlo más – añadió.
Finalmente el Sargento negó con la cabeza.
— Vaya a descansar soldado, le hace falta sueño y empieza a decir sin sentidos.
Con eso Jungkook sonrió, dejó el bloque en el piso y se permitió abrazar al Sargento.
Hoseok se quedó un poco inmóvil, no era la primera vez que un soldado lo abrazaba aunque sí había sido por diferentes circunstancias a las de aquel momento.
Pero no haría nada o entraría pronto en su Little Space frente a alguien que apenas y conocía.
Sus secretos debían permanecer así. Secretos.
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El sargento Jung [Finalizada]
FanfictionJung Hoseok es el sargento más estricto y reconocido de la milicia, por eso nadie pensaría que en sus cortos tiempos de descanso es solo un bebito de 4 años. Mucho menos pensarían que un simple soldado razo llamado Jeon Jungkook cambiaría su vida.