Punto de quiebre

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Hoseok odiaba mucho el papeleo y aquel día estaba lleno de eso... Pero para su suerte el Capitán había ido a su oficina a verlo.

— Si sigues frunciendo el ceño de esa forma vas a quedar arrugado – se burló Yoongi al verlo llenar los papeles.

Hobi rio.

— Es que... ¿Por qué hay tanto papeleo...? – se quejó haciendo un puchero.

— Para que yo te vea hacer esa expresión tan bonita – contestó Yoon y se acercó lentamente a él.

Se puso a la altura de la silla de Hoseok y le dio un tierno beso. Hobi alargó el beso porque no sabía que haría sin Yoon... Lo amaba tanto... Que cuando lo besaba de ese modo todo desaparecía, sus malos pensamientos, su cansancio e incluso olvidaba donde estaba...

La puerta se abrió con un fuerte golpe haciendo que ambos brincaran debido a la sorpresa. Frente a ellos se encontraba el Jefe de Brigada Jeon con una expresión de desprecio y enojo puro. Sus ojos iban de Hoseok a Yoongi y visceversa.

— ¡¿Qué demonios es esto?! – gritó y su voz pareció retumbar por toda la oficina.

El aire de la habitación se volvió espesa y sofocante, el Jefe de Brigada se dio la vuelta para cerrar la puerta de golpe y volver hacia aquellos dos, sus manos temblaban de furia contenida.

— ¿Así es como me paga Sargento? ¡Se supone que eras el ejemplo que Jungkook! Jamás me esperé algo tan desagradable de su parte – dijo las últimas palabras casi escupiendolas y luego volteó a ver a Yoongi — De ti me esperaba todo, siempre has sido tan vulgar...

Tanto el Capitán como el Sargento guardaron sus palabras, cualquier cosa que dijeran iba a ser inútil y empeorarían todo.

— Van a marcharse hoy mismo de aquí – sentenció aquel hombre con frialdad — Y no será en silencio, quiero que digan frente a todo el cuartel su falta de ética y conducta inapropiada. Serán dados de baja de la milicia con deshonor, arruinaré su vida como han arruinado la institución.

Hoseok sintió que todo desaparecía... Aquel tipo de baja era la peor, quedarían marcados de por vida... Era cierto que no le gustaba estar ahí pero... Todo lo que había trabajado, todos sus logros... Serían tirados a la basura como si nada.

Al ver su expresión, el lado protector de Yoongi salió a flote.

— No puede hacer eso, es abuso de poder – le recriminó molesto.

— Puedo hacer eso y más. Si saben lo que les conviene para no hacer las cosas peor se irán de inmediato a hacer sus maletas y a las cinco de la tarde estarán el foro del cuartel.

Después de aquello el Jefe de Brigada salió dando otro portazo al salir.

— Lo lamento, Hobi... Debí... Debí asegurarme de cerrar la puerta – dijo Yoon, aquello no hubiera pasado si se hubiera cerciorado de eso.

Hobi lo abrazó como respuesta.

— No es tu culpa... Sabía que tarde o temprano pasaría algo así... Pero... Tenemos que hablar con Jungkook y Seok-min – dijo mientras veía la hora.

No tenían mucho tiempo para todo, eran las dos de la tarde apenas... Tendrían que interrumpir el entrenamiento... Pero era más importante lo ocurrido para ellos.

Jungkook normalmente llevaba a cuestas su celular por si surgía alguna emergencia, lo hacía sobretodo por Hobi y por si llegaba a sentirse pequeño en algún momento inapropiado.

Cuando sonó su celular no dudó en contestar, más al ver que era el celular de Yoongi.

— ¿Estás bien? ¿Pasó algo? – contestó sin siquiera saludar primero.

— Kook... Necesitamos que vengan, los dos. Tu padre... Nos encontró en la oficina de Hoseok... No son buenas noticias... – dijo Yoon.

Jungkook maldijo.

— Vamos para allá – fue lo único que dijo antes de colgar.

Se acercó un poco más a los soldados que estaban realizando aquel circuito de ejercicios y ni siquiera lo dudó un poco.

— ¡Seok-min! ¡Tenemos que irnos, es urgente! – gritó.

El soldado no supo cómo salió corriendo para ir a su lado y después seguirlo hacia el cuarto de Yoongi.

—¿Qué sucedió? ¿Cómo es que mi padre los vio? ¿Qué dijo? – comenzó a cuestionarlos Jungkook justo al entrar.

Seok-min estaba muy confundido, había ido sin saber nada y ahora se enteraba de aquello...

— ¿De verdad sucedió eso...? – preguntó.

— Los dos, tranquilos. Sientense y vamos a contarles – los regañó Yoongi.

Después de que terminaron de contarles lo sucedido Kook tuvo que intentar tranquilizarse no era momento para sufrir un ataque de ansiedad.

— ¿Y aceptarán la baja...? – preguntó un poco dolido.

— Creo Kook... Que será lo mejor, nos hará la vida imposible si nos quedamos – aceptó Hoseok.

— Pero no daré el discurso que espera... – siguió Yoongi — Disculpame, Kook pero voy a exponer a tu padre.

Jungkook suspiró.

— Me iré con ustedes – declaró.

Hoseok y Yoongi iban a empezar a protestar, sin embargo Seok-min se paró en ese momento.

— Yo también – dijo con voz un poco temblorosa de los nervios — Si ninguno de los cuatro quiere estar aquí... ¿ Por qué no irnos juntos?

Todos no pudieron evitar sonreír. No parecía tan mala idea.

— Si me aceptan en su casa, claro – añadió pensándolo bien y haciendo que todos rieran.

— Yo también necesitaría casa – admitió Kook.

— Eso lo podemos arreglar fácil – dijo Hobi sonriendo.

— Mientras... Hagamos nuestras maletas y pensemos en el discurso perfecto... – siguió Yoon, tenía algo grande planeado.

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Huele cada vez más al final....

Será un discurso épico que terminará así

Será un discurso épico que terminará así

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El sargento Jung [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora