Capítulo trece

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El amor no aparece con ninguna señal de advertencia. Caes en él como si te empujaran desde un trampolín alto y no hay tiempo para pensar en lo que está pasando. Es inevitable. Un evento que no puedes controlar y una loca montaña rusa loca para el corazón del que solo tienes que seguir su curso. 

El amor es un sentimiento, un sentimiento de felicidad. El amor es poderoso, demasiado poderoso para jugar. Este sentimiento es extraño y difícil de describir, pero cuando te enamores, lo sabrás por dentro. 

Y Nayeon lo sabía, pues cada día su amor por Jeongyeon se hacía más profundo, tan profundo como nunca antes había imaginado. Daría todo, hasta lo imposible para que su amada omega fuera feliz por siempre. 

En este último mes se había esforzado como nunca en hacer que su cortejo fuera digno para su amada omega, quien con unos dulces besos en los labios y sus hermosos ojitos brillantes le agradecía por sus maravillosas citas. Ver su rostro de felicidad hacía que valiera la pena absolutamente todo. 

Y el amor de esa linda cachorrita, de Hanni, le hacía sentir tan plena, tan amada

Sonríe recordando las maravillosas citas existosas al lado de Jeongyeon y los bellos momentos en familia que ha pasado al lado de su omega y su cachorra en las tardes-noche de maratones de películas y pizza. 

Pero pronto sus lindos recuerdos se ven esfumados al instante de pegar un brinco ante el repentino ruido del teléfono sonando, bufa y de mala manera responde. 

Era Jisoo. 

—Señorita —La escuchó decir, pero frunce el ceño al notar el timbre de voz de su recepcionista en un tono preocupado— La busca Park Jimin, dice que es urgente y que no se moverá de aquí sin hablar antes con usted o con Jeongyeon... 

Nayeon maldice y suspira frustrada. Para su buena suerte, Jeongyeon hacia unos minutos se había ofrecido a salir en busca de sus almuerzos y aquello le tomaría un buen tiempo. Un tiempo que aprovecharía. 

—Hazlo pasar, Jisoo —Ordena, y la línea se queda en un corto silencio, para después escuchar un “está bien, Señorita Im” y colgar. 

No pasan más de unos cortos minutos cuando escucha el ruido de su puerta ser tocada y abierta al mismo tiempo, dejando así ver la desagradable figura del cuerpo de Jimin. 

Observa con rabia y desagrado como el alfa pasa con confianza por su oficina, mirando con detalle y sorpresa el lugar. Nayeon retoma su postura y egocéntricamente mira a Jimin quien al notar que Im lo miraba con burla ante su sorpresa, cambió su expresión a una neutra. 

—Sé que esto es nuevo para ti, pero con mirar no obtendrás todo esto. 

Después de todo, la soberbia y egocentrismo se le daba muy bien a Im Nayeon. 

—¿Dónde está Jeongyeon? —pregunta Jimin apretando fuertemente sus puños, pasando de largo las palabras de burla de Im. 

—Dónde está mi omega no te debe de importar —responde secamente, pero sonríe al ver como el otro alfa aprieta su mandíbula fuertemente del enojo. 

—Ella es la madre de mi hija, quiero hablar con Jeongyeon —dice marcando el “mi” en un intento de molestar a la alfa, quien en vez de hacerlo suelta una estruendosa carcajada. 

—Yoo Hanni. 

—¿Qué? —pregunta confundido el alfa y eso solo hace ensanchar la sonrisa burlesca de Nayeon. 

Mi pequeña se llama Yoo Hanni, por ende sólo tiene a su madre y esa madre es la maravillosa Yoo Jeongyeon. Legalmente Jeongyeon es su único padre, así que déjate de estupideces y ve al grano de tu visita. 

Stupid Boss || 2Yeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora