Reencarnación

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Me siento vacía, no entiendo por qué. Había terminado mis estudios universitarios tenía varios amigos, a mis padres, pero... sentía que algo me faltaba ¿Pareja? No, nunca he sentido la necesidad de eso ¿Entonces qué?

- ¿Lia?- Mi madre me preguntó preocupada, al parecer había estado tan metida en mis pensamientos que ni siquiera noté la puerta de mi habitación abriéndose- ¿Te encuentras bien?- Preguntó está vez con el ceño fruncido por la preocupación. En ese instante sonreí de una manera falsa para calmarla, cosa que funcionó

-Si mamá, me encuentro bien, solo estaba pensando en lo que haré a continuación- Mentira, todas aquellas palabras que había dicho eran una completa mentira, pero sabía cómo actuar, después de todo era a lo que me dedicaba

-Bueno, tu madre y yo creemos que deberías ver este papel para una nueva serie- habló mi padre quien se había mantenido callado hasta el momento- aunque aún no entiendo por qué decidiste estudiar psicología si ya tienes una prometedora carrera como actriz- sacó otra vez el tema, es que no entiende que me gusta la psicología, que es lo que me apasiona, lo que me gusta. Que no quiero depender toda mi vida de que me den o no un estúpido papel o de que la gente se acuerde de mí o no. Sin embargo sabía que eso sólo lo podía decir en mi mente, que no tenía el valor suficiente como para hacerle cara a mis padres.

Al parecer me había quedado mucho tiempo callada porque me miraron nuevamente preocupados

-¿Segura que estás bien?- preguntó por milésima vez en el día mi madre sin embargo yo no le iba a decir nada ¿Cómo podía decirle al ser que me dio la vida que no encontraba razón para vivirla, que me siento vacía, que lo único que quería era dormir y no despertar más, que ya he intentado miles de veces de "echarle ganas" a la vida y que no funciona, que me siento incluso peor? Pero... ¿Cómo le explico que no es su culpa, ni la de nadie?

-Si mamá, solo me encuentro algo cansada- en ese instante se animó visiblemente haciendo que yo sonriera sinceramente por primera vez en mucho tiempo, sonrisa que se borraría en cuanto ella mencionara la siguiente frase

-Entonces ¿Qué piensas acerca del papel? Es para ser la protagonista de la serie y está inspirada en el libro ese que te gustaba tanto, creo que se llamaba "El beso del infierno" o algo así- Y volvió otra vez a hablar del trabajo, es cierto que me gusta mucho el libro sin embargo otra cosa se me vino a la mente ¿No hemos hablado solo de trabajo desde que empecé en este mundo? ¿Acaso yo solo le importaba por mi fama? O ¿También le interesaban mis sentimientos? Todas esas preguntas inundaron mis pensamientos, mis ojos se llenaron de lágrimas que mi miedo al rechazo de mis padres y a las preguntas que me pudiera hacer me impidieron dejarlas caer, en mi garganta se formó un nudo y de repente las ganas de vomitar eran insoportables. Me empezaron a dar arcadas así que fui corriendo lo más rápido que pude al baño. Una vez allí levanté la tapa del váter y vomité, no sabía qué pues en todo el día no había comido.

Sentí como llamaron a la puerta preguntando mi nombre, estaba feliz porque mis padres se preocuparon por mí, pero las palabras que fueron dichas a continuación me rompieron el corazón

-Cuando salgas de allí hablamos sobre el papel- dijeron los dos al mismo tiempo y en ese momento no pude aguantar más mis lágrimas y un solo pensamiento surco mi mente, tenía que verla, ver a mi mejor amiga, esa que me apoyaba en todas mis locuras y pendejadas, con la única  con la que me podía desahogar y contarle la verdad

Con eso en la cabeza salí corriendo rápidamente de de la mansión en dirección al garaje, poco me importaba el estar en pijama y descalza, solo necesitaba verla

Entré rápidamente a mi coche y lo encendí. Escuché los gritos de mis padres diciéndome que me detuviera y habláramos, mas lo único que ocasionó fue que pisará el acelerador

Iba tan veloz que dudaba que fuera legal mi velocidad, pero no me detuve, ni siquiera cuando sentí el ruido de las patrullas, en ese momento no me importaba

Entonces, todo ocurrió, pasó tan rápido que ni siquiera lo vi. Había chocado.

Sentí como el auto volcaba y a la vez una sustancia corría por mi frente ¿Sangre? Al parecer sí. Sentí cómo poco a poco perdía el conocimiento. Mi mente repasaba cada momento que había vivido y descubrí que... a pesar de todo, no odiaba la actuación, no podía odiar lo que me hizo llegar a dónde estaba sin odiarme a mí misma, y sí, puede que no le encuentre sentido a mi vida, son embargo nunca llegué a odiarme

Fue en ese instante que me sentí rara, me sentí ¿feliz? Estaba muriendo y estaba ¿feliz? En ese mismo instante y con una gran sonrisa en mi rostro fallecí a la edad de 24 años
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¿Dónde estoy? Es la pregunta que cruzaba en mi mente al ver aquel lugar ¿Era el cielo? ¿El infierno? No lo sabía, todo era oscuro y lo único que podía ver es a mí misma. En ese mismo instante escuché una melodiosa voz, me giré y vi a ¿Un ángel?

-Hola pequeña Amelia- fueron las primeras palabras que aquel chico de cabello rubio mencionó

-¿Quién eres?- pregunté y al instante me reprendí mentalmente. De todas las preguntas importantes que podía hacer esa fue la primera que se me vino a la mente, sin embargo no tardé mucho en llenarlo de preguntas- ¿Dónde estoy? ¿Esto es el cielo? ¿El infierno? ¿Qué eres? ¿Qué hago aquí?¿Eres un ángel?- hablé tan velozmente que no estaba segura de sie había entendido del todo, porque yo a duras penas me entendí a mí misma

Se rió suavemente dejándome ver unos hermosos ojuelos, al mismo tiempo que mostraba una perfecta dentadura

-Una pregunta a la vez, velocista, que tenemos tiempo de sobra- dijo haciendo que me sonrojara ligeramente- pero contestando a tus preguntas, estás en el limbo, soy tú ángel de la guarda y estás aquí porque has muerto- ante sus palabras solo pude asentir ligeramente, ya me lo esperaba

-Bueno, ¿y cómo es el infierno?- pregunté haciendo que me mirara confundido a lo que rápidamente le comencé a explicar- puede que no haya hecho nada malo pero con mis pensamientos es suficiente, yo en específico no voy a ir al cielo porque... por dios- dije haciendo que se riera, solo que esta vez parece que se le iba a salir un pulmón al pinche desgraciado- ya párale de una vez, no crees

-Perdón, no lo pude evitar, pero déjame asegurarte que tú no irás ni al cielo ni al infierno- dijo confundiéndome  más de lo que ya estaba

-qué voy a hacer,reencarnar o qué- dije burlona, pero no esperaba que se quedara callado mirándome fijamente- debes de estar bromeando- pero al ver su rostro supe que no era así - genial- mencioné sarcástica - solo espero que no tenga una extraña y complicada misión por delante como en todos los Fanfics de Wattpad que he leído-dije y este se volvió a quedar mirándome fijamente - tienes que estar bromeando

-Lo sabrás todo con el tiempo-

-oh no, esa frase ya me la conozco y nunca acaba bi...- antes de terminar me interrumpe abruptamente

-Si necesitas mi ayuda sólo llámame, me llamo Alessandro- y sin más ni menos una luz cegadora me rodeo haciendo que me desmayara
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Estaba apretada, el lugar en el que estaba era muy estrecho, hasta que por fin salí de dónde quiera que estaba. Intenté moverme pero mi cuerpo no me lo permitió, me sentía incómoda, intenté hablar pero solo salieron sonidos extraños, ahí fue cuando me di cuenta ¡¿Era un bebé?!



Nuestra pequeña brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora