𝘋𝘦𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪é𝘯𝘥𝘰𝘵𝘦 𝘢 𝘵𝘶 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.

I

Antes que todo, debo agradecerle al creador original por dejarme tomar su historia como inspiración.

Agradecimientos:
Gracias, Betty_Love_j4rd por darme el permiso de hacer esta nueva historia posible, jeje.

Gracias, wiki de los Backrooms. Me brindaste la información necesaria para saber más a cerca de los niveles que los protagonistas tendrán que enfrentar.

Actualización 10/04: la historia fue originalmente escrita un 23 de septiembre del 2023.
Actualmente se re-escribió completamente.

La oscuridad en este lugar no se puede ver a través completamente. Sus sombras, mientras son de un negro puro, parecen más densas, más llenas, y es casi como si se movieran y respiraran. El aire es más denso, más pesado, y hay un olor que resuena en la boca como metal oxidado, un hedor que hace que la piel se erize de forma incomoda. La incomodidad de este lugar es casi física pero, sin embargo, no se puede ver a través de él.

Él se encontraba sentado y revisando su mochila, el chico trataba de encontrar su linterna. Pues, en el lugar en donde él se encontraba era muy fácil perderse.

Sabía que no encontraría nada "interesante" debido a la simpleza que se le otorgó al lugar. Ningún objeto de luz funcionaría.

Al hallar el objeto, prendió y apagó su luz para averiguar si aún tenía pilas.

Claro que las tenía. Solo que el lugar impedía su iluminación.

Un suspiro salió de su boca y abrazó sus piernas.

── Estar aquí apesta.
Expresó con frustración. ¿Cómo se debía encontrar después de ver morir a sus amigos delante sus propios ojos? Eso le dará un trauma de por vida.

Pronto sentiría que sus párpados se cerraban, aunque quisiese estar despierto, su cuerpo ya estaba pidiendo un descanso. Los susurros no cesaban. Sabía que tarde o temprano debía encontrar una salida. Una maldita salida. Además de que tenía otra razón.

── lo sé, mamá. A mí me da un poquito de miedo... ──expresó tembloroso el menor.

Ah, sí. Iba acompañado. El hecho de que lo deje solo haría que se sienta mal.
Pero de eso se debe ocupar el mayor, pues por algo estaba a cargo de él.

Caminando por el lugar con cuidado y agarrado de la mano con el más pequeño, caminaban hacia adelante.
En cierta parte debían tener cuidado, pues la oscuridad era el mayor problema del nivel.

── ¿por qué no enciendes la linterna, mamá?

──no soy tu mamá. ── pensó él.──El nivel es algo curioso. No se puede encender la luz y se trató de incendiar este lugar, pero no tuvieron éxitos. ──resumió el chico.

── Uhm...eso es raro. ¿Dónde estamos?

──se supone que en un pasillo.

Ellos siguieron caminando, aún siendo molestados por los murmuros que escuchaban detrás de sus nucas.
La peor sensación y/o experiencia de todas, diría yo.

── ¿cuánto tardaremos?

──no estoy seguro. Solo mantente cerca.

Lo obscuro era tanto que parecía que ni siquiera sus propias respiraciónes o pisadas produjeran algún ruido. Es más, el de negro ni siquiera podía sentir su propio cuerpo, como si hubiese perdido el sentido de la realidad. A la par, sentía cómo su corazón estaba latiente tan rápido como si estuviese tratando de salir del pecho.

──Ugh, detesto estos niveles... ── murmuró con frustración.

── ¿hay salida?

── Varias. Creo.── añadió al final con pena, estando dudoso de cuanto más deberían seguir caminando.

── ...¿aquí hay entidades?

── No.

──uff, eso me calma. ──dijo algo sonriente mientras se agarraba fuerte de su madre.

──simplemente imagina que tuvo que habernos atacado un smiler desde el principio. La hubiéramos pasado terrible.──dijo con leves risas nerviosas.

Al caminar, el mayo notó un leve bajada y sin querer se cayó de una escalera, ocasionando que bajase rodando, como si de una caricatura se tratase.

── ¡M-MAMÁ!── gritó de desesperación mientras bajaba con rapidez aquellas escaleras que no lograba ver. Su agarre en la baranda de metal oxidada ayudaba a que no se fuese para abajo tan pronto.