°BEAUTIFUL LIAR° (EunHae)

01

—¡Super Junior- oeo!

Gritaron entre risas y extendiendo sus manos abiertas hacia las cámaras. Unos segundos después estás se apagaron. Y deshicieron la fila para moverse por el pequeño foro.

Había risas, voces mezcladas y alagos cuando Donghae se fijó en que su manager lo miraba con el ceño fruncido mientras corría hacia él. Ya sabía lo que eso significaba, y sinceramente quería esconderse. Tomar de la mano a su mejor amigo y echar a correr lejos de su manager. Y sin embargo se quedó quieto, esperándolo y tomando su móvil que esté le ofrecía.

Suspiro antes de llevárselo al oido.

—¿¡Dónde estás?!-gritaron agudamente en su oído.

Donghae frunció el ceño, miro sobre su hombro a los chicos hablando con los presentadores y el staff. Y al manager que lo miraba fijamente en una esquina. Donghae se aparto de todos y le señalo a su manager que saldría del foro. Cuando esté asintió con la cabeza, Donghae huyó antes de que alguien más se diera cuenta.

—Terminando de grabar-dijo lo más tranquilo que podía. Dejándose caer en un sofá solitario y mirando a la pared delante de él.

-No me dijiste nada de que tenías un programa que grabar—escuchò. La voz de ella era tan tan ¡chillante! Escucho ruido de papeles, jadeos y suspiros, un gruñido y un golpe seco —¡DONGHAE en tu horario no hay nada de grabar un programa!-grito furiosa.

Donghae cerro los ojos, masajeo su nariz con los dedos. No gritaría. No caería en otra pelea. Tomo una respiración profunda.

—Fue de última hora... se me olvidó avisarte.

—¿Se te olvidó? —ella jadeo, incrédula—...se te olvidó he...

—Cariño...

—Tienes media hora, Donghae... Media hora para estar delante de mi casa y darme una buena explicación.

—Pero...

—¿¡Pero!?-gritos y gritos -Ni una mierda... Te quiero aquí dándome una explicación.

-¡Solo estuve grabando!-grito de vuelta. Arrepintiendose en el momento. No quería que nadie lo escuchará, que vergüenza que se dieran cuenta que él... suspiro—solo estaba trabajando-dijo bajito, mirando de reojo que nada salía del foro.

—¿Cómo puedo confiar en eso si me dices que estás en un lugar que, claramente, es inexistente en tu horario que me diste?

—Tienes mi ubicación... Sung Kyung.

—Media hora Lee Donghae -colgo.

Donghae dejo caer su brazo con el móvil a un lado de su cuerpo. Cansado, fastidiado, molesto. Quería chillar, gritar, patalear. Correr a refugiarse en esos brazos pálidos y calientitos.  Se quedó ahí asimilando la situación, una vez más buscando como demonios había caído en una relación tan desgastante y tóxica y... cómo era que se dejaba manipular y manejar por ella. En qué momento la chica dulce, tímida y hermosa había dejado de serlo para convertirse en aquello que él aún ni siquiera sabía cómo explicar.

Suspiro y miro de reojo que la gente comenzaba a salir. Las risas se aproximaban y a HeeChul parándose delante de él. Feliz.

—Vamos Hae Hae, tendremos barbacoa con el staff que perdio el piedra, papel o tijera- dijo divertido.

Donghae neo—Debo irme-susurro sin mirarlo. Porque todo lo que quería era levantarse, reírse con él e ir a comer deliciosa barbacoa.

Pero si destino era otro.

HeeChul dejo de reír, miro el móvil en su mano. Su rostro desganado y molesto. Se acercó a él para tal vez decirle algo que Donghae no estaba seguro de querer escuchar. Pero la risa de su mejor amigo, esa que tanto ama escuchar, los interrumpio.

Eunhyuk se acercó a HeeChul. Y los miro, primero a Hee, luego a él y de vuelta a Hee. Eunhyuk suspiro ¿decepcionado? Y paso un brazo por los hombros de Heechul. A él lo miro fijamente, diciéndole tanto con esa mirada. Que avergonzado bajo la cabeza.

Eunhyuk estaba molesto con él. Aunque no haya escuchado nada de esa llamada, sabía que Eunhyuk se había dado cuenta. Que él sabía porqué debía irse. Porque se veía triste y molesto. Y Donghae quería tanto que Eunhyuk lo regañara, le gritara, le dijera algo. Pero el mayor nunca lo hacía. Jamás.

Donghae sabía porqué.

Pero joder... no podía por un momento ser egoísta y arrastrarlo también a él?

—Vamos—dice Eunhyuk, recomponiendo su sonrisa, sin dejar de mirarlo hasta salir de la sala.

—¡Maldita sea!-gruño, golpeando con sus puños el sofá. Echando la cabeza hacia atrás hasta el respaldo y cerrando los ojos.

Una tristeza embriadandolo cuando la risa de Heechul y Eunhyuk se dejó de escuchar.

Y él quedó completamente solo por unos segundos. Antes de obligarse a levantarse, a correr hasta su manager y con temor y vergüenza perdirle que lo llevará a casa de su novia.