DRONES

Capitulo 2: Sargento taladro

- ¿Seguros que este es el sujeto?-

- Si aquí dice en su identificación-

- Veamos... Matt Bellamy, 28 años, mide 1:75, si... Definitivamente es el-

Recuerdo escuchar a los hombres hablar mientras iba inconsciente en una camioneta, hablaban sobre mi, sobre que podía serles muy útil para la guerra.

Ese es un tema al que no le prestaba mucha atención, sabia que ciertos países estaban en guerra; Alan me platicaba de ello, pero no era algo que me afectara en mi vida diaria.

Escuchaba el motor. No tenia idea de a donde me llevaban, e igual no me importaba, mi estado de animo era tal que prefería morir a estar a salvo en algún lugar.

Después de tanto tiempo inconsciente me quitaron la bolsa de la cabeza permitiéndome ver una habitación muy oscura y un foco justo arriba de mi. Estaba amarrado a una silla con una fuerte soga. Había un hombre, un militar lleno de medallas en el pecho (la mas grande de ellas tenia grabada la palabra "Drill") y dos hombres de negro a los costados resguardando una puerta cada quien, me imagino que serian la salida de ese lugar, cuyo olor era muy desagradable. El suelo, tablas de madera que tronaban de lo viejo.

- ¿Sabes por que estas aquí?- dijo el sargento

Se me dificultaba hablar, estaba agotado. Había sudado mucho en el trayecto, ademas de no saber cuanto tiempo había hecho en esa camioneta, estaba deshidratado, y aun estaba algo aturdido por la descarga eléctrica en el cuello.

- ¿Que... Que... Quieren... De mi?- pregunte apenas pudiendo hablar

Recibiendo a cambio una bofetada del sargento seguido de un

- Soy yo quien hace las preguntas aquí... -Dijo con tono amenazante mientras me veía de manera desafiante a los ojos. -Veo que eres un inútil... he estado viendo tu historial de vida... Un niño sin padres, nunca sobresaliste en tus estudios, creciste en casa de tus tíos, recientemente conseguiste un empleo a tu medida, y te has mudado de vivienda en varias ocasiones... No eres mas que un idiota... Deberían quitarte el apellido Bellamy-

En ese momento me di cuenta, de alguna manera estos hombres estaban relacionados con mi padre...

-¿Tienes idea de quien fue el?-

El sargento caminaba de lado a lado asechándome con su mirada, mientras yo intentaba digerir todo lo que estaba pasando.

- ¡Contéstame idiota!-

- No... No recuerdo... Mucho de mi padre... Me abandono cuando tenia 6... Solo se... Mis tíos... Me contaron que era... Un militar... Trabajaba para el gobierno...- le respondí con el aliento que me quedaba.

- Oh si, claro que si...- dijo en tono melancólico, como si le trajera recuerdos hablar sobre el.

- Trabajaba para el gobierno... Nos dio una de las mas grandes tecnologías a nivel mundial y en lo personal, la mejor... ¿Quieres saber cual es? Acompáñame- Se le notaba la emoción en el rostro, como un niño a punto de hacer una travesura.

Los dos hombres de negro me liberaron de la silla y me levantaron de los brazos, llevándome por una de las puertas que había en la habitación. Caminamos por un amplio pasillo blanco e iluminado. Ya no se parecía nada a aquel cuarto maloliente en el que me tenían, en el trayecto el sargento comenzó a platicarme de tal tecnología.

- El cerebro humano esta diseñado para obedecer, de eso no cabe duda. El problema es que el rendimiento de tal no siempre es el mejor. Tu padre estudio a fondo los limites del cerebro humano, llegando a entender fronteras que para nosotros eran un enigma.

Por su puesto nos enteramos de ello y secuestramos a tu padre. Lo obligamos a trabajar en secreto con prototipos de lo que seria el nuevo sistema de reclutamiento militar... El control mental, el proyecto "Dron humano".

En ese momento, luego de caminar mucho, (aunque mas bien de llevarme arrastrando) llegamos a una bodega en la que el pasillo por el que caminábamos quedaba en zona alta, permitiéndome ver a varios hombres entrenando en la zona de abajo, hombres a quienes fácilmente se les podía ver una especie de tarjeta de circuito en la parte de atrás del cuello.

- ¿Ves a ese de allá? -pregunto el sargento apuntando hacia un sujeto que estaba haciendo lagartijas, muy sudado por cierto. - Lleva así 24 horas... Dime que humano por muy saludable que este puede durar ese tiempo haciendo lagartijas y entrenamientos extremos. Esto es lo que permite el control mental que nos heredo tu padre -

En ese momento estaba aterrorizado. No solo por el hecho de haber sido secuestrado por militares que controlan mentes, sino por descubrir cosas que no sabia de mi padre. El saber como encajaban las piezas de las historias que me contaban mis tíos cada vez que les preguntaba acerca de mi padre me dejaron pensativo durante el trayecto. Obviamente aun tenia muchas preguntas sobre el, pero esto era un gran hallazgo para mi.

Después de eso continuamos caminando hasta llegar a una especie de sala de operaciones, de esas donde hacen cirugías. me arrojaron violentamente a la camilla que ahí se encontraba.

- Bueno chico hasta aquí llegaste, serás un buen soldado y honrarás a tu padre como debiste haberlo hecho desde hace años... a quienes reclutamos en el proyecto "Dron humano" suelen tener coraje para no dejarse llevar, pero en este caso te elegimos a ti... Un idiota sin ganas de aferrarse a la vida. Así será mucho mas fácil arrancarte la consciencia, arrancarte la humanidad.

Pero por supuesto, tu no serás como los demás... A ti te tenemos preparado un destino diferente... Una vez controlemos tu cerebro en su totalidad yo te entrenare para ser todo un soldado... Una maquina de matar...-

Los sujetos de negro me dieron la media vuelta en esa camilla dejándome boca abajo, por supuesto intentaba liberarme pero era inútil. No tenia fuerzas ni para mantenerme en pie.

Me encontraba tan asustado que en todo el trayecto hasta el lugar no había dicho ni una sola palabra, y ahora no podría hacerlo ni aunque quisiera.

Un medico que se encontraba ahí me anestesio mientras me sujetaban los hombres, en cuanto hizo efecto la anestesia trajeron una maquina que comenzaría a hacerme una especie de perforación en la zona del cuello, no percibía mas que cosquillas en la nuca. Y eso seria lo ultimo que sentiría antes de quedarme totalmente dormido, no sin antes escuchar al sargento susurrarme al oído "voy a hacer de ti un maldito psicópata"

¿En verdad me habían reclutado para servir en la guerra? No dejaba de preguntarme, ademas esto no es reclutamiento, sino secuestro. Pero aun así ¿como me habían encontrado? De alguna manera estas personas saben todo sobre mi, incluso saben que no me importa morir, ¿tendrán alguna relación con Anna?

¿Lo que seguía en mi vida era ser una marioneta mas del gobierno?

¿Pasaría de ser alguien sin esperanzas en la vida a ser alguien que quitaría vidas? Eso si, sin la consciencia misma sobre mi cuerpo. Seria mas bien algo así como...

Un... ¿Maldito psicópata?