Capítulo 26 Un regalo inesperado

155 18 7
                                    

Los días pasaron y Susana quedo libre, pues no había ningún delito que tuviera que pagar, la chica visitaba a diario a Neal

Una tarde Terry se dirigía a las caballerizas cuando estucha un chillido, no sabía de donde provenía pero decidió seguir ese ruido, llego al lugar y se encontró con un hermoso coatí, estaba lastimado de una patita y lloraba mucho, el castaño lo cargo y decidió llevarlo con su pecosa, ella lo curaría

****

Horas mas tarde

-¡se puede pecosa! -dijo Terry y la rubia sonrío

-Claro cariño, pasa, que te trae por acá

-Mira lo que me encontré en la Hacienda, me dirigía a las caballerizas cuando escuche un chillido, lo seguí y me tope con este pequeñito, y esta lastimado -cuando la rubia lo ve, queda enamorada de el

-¡Es hermoso -dijo la rubia, el coatí parecía sentirse a gusto con ella y se le acurruco

-¡Mira! ya tengo rival -dijo el castaño riendo

-¡Ay Terry! que cosas dices, deja curarlo ¿sabes si tiene dueño? -cuestiono la rubia

-No lo creo 

-¡Bueno entonces me lo voy a quedar, ya si sale su dueño, pues se lo entrego

-Candice, te veo a la noche, ya sabes donde -el castaño sonrío al ver a la chica con sus mejillas arreboladas , le dio un beso y se retiro

****

La noche se llego y con ella la cita que tenia con su amado. Horas mas tarde Candice llegaba a la cabaña de Terry, ahí había sido su primer encuentro , entro y vio todo apagado camino despacio y de repente sintió unos brazos que le rodearon la cintura

-¡Hola pecosa!

-¡Te-Terry! me asustaste -el castaño la giro hacia el y la beso. La rubia sentía temblar sus piernas, y sentía quemarse por dentro, lo amaba mucho y esas sensaciones solo el se las provocaba

El castaño prendió la luz y Candy quedo enamorada, la cama estaba repleta de flores y el suelo lleno de narcisos

-¡Oh! que hermoso Terry -el castaño la calló con un beso y Candice ya no tuvo voluntad, sabía que Terry la amaba y no le haría daño, ya se lo había comprobado la primera vez que fue suya

El castaño la llevo hasta la cama y la empezó a desvestir salvajemente, pues ya quería hacerla suya, moría por tenerla entre sus brazos y amarla hasta quedar cansado de tanto hacerle el amor, pero el sabía que nunca se cansaría de amarla

El se desvistió, pues su pecosa lo hacía muy despacio y le parecían horas, así que el lo hizo por ella, Candy lo veía enamorada, y se mordía un labio, Terry se le fue acercando y poco a poco fue besando todo su cuerpo, hasta llegar a su parte intim4 donde empezó a besar, poco a poco le fue haciendo el amor, solo se escuchaban los gemidos de la rubia. Las horas pasaron y los chicos seguían amándose, la hizo suya muchas veces y ella correspondía con pasión, lo amaba tanto y el moría por ella. Tuvieron que separarse porque ya era muy tarde y no quería dejarla tan tarde en la Hacienda, tenía miedo que apareciera Donato y Sara, hasta que no estuvieran detenidos el no iba a descansar, ya quería casarse con su pecosa lo mas pronto posible, pero faltaba rato, estaban preparando todo para la boda y habían dejado todo a medias, con todo lo que había pasado, Elroy secuestrada y todo lo que pasó , por eso ahora  quería que fuera algo que Candy nunca olvidara

 Tuvieron que separarse porque ya era muy tarde y no quería dejarla tan tarde en la Hacienda, tenía miedo que apareciera Donato y Sara, hasta que no estuvieran detenidos el no iba a descansar, ya quería casarse con su pecosa lo mas pronto posible,...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA VENGANZA DE LOS GRANDCHESTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora