.•* Capítulo 5 *•.

1K 114 25
                                    

—Perdón, ¿cómo ha dicho? —La incredulidad estaba presente en su tono.

Nunca, ni en sus mejores sueños, había esperado oír esas palabras salir de Erik. Era obvio para ella que él huía de posibles encuentros, sus acciones le dejaron muy en claro que no pensaba en ella como una esposa.

Y estaba bien, pues ella tampoco pensaba en él como un posible marido, era tarea de sus padres vivir en esa loca fantasía. No podía negar que en un principio el atractivo del rubio la atrajo, las primeras veces que visitaba la casa de Eleanor se sentía nerviosa ante la perspectiva de encontrarse con él.

Pero todo cambió cuando notó el desagrado que le provocaba a él la idea de casarse con ella. Fue práctica, como siempre había sido, y aunque su orgullo fue herido al inicio, después entendió que Erik era otro caballero que le desagradaba la idea de un compromiso.

Pero ahora él se encontraba mirándola con expectación. Atento a una respuesta, ¿de verdad estaba pasando?

—Quiero que te cases conmigo, Amelia —repitió con lentitud.

Ahí estaba, lo que había escuchado era real. ¿Pero por qué?

—No entiendo por qué...

Erik caminó despacio hacia ella y se quedó a una distancia prudente. La mirada en sus ojos era cálida.

—Conozco la situación en la que te encuentras, Amelia, sé que debes casarte y que tu reputación está arruinada —se detuvo, haciendo una mueca de desagrado—, también sé que te obligan a casarte con Sir Blount. No puedes casarte con él, es un caballero despreciable.

Inmediatamente lo supo. Eleanor había hablado con él, estaba segura que había suplicado para que Erik aceptara casarse con ella. El rubor subió a sus mejillas, estaba avergonzada de que entre todos los caballeros solteros y aceptables de Londres, Erik estuviera aquí intentando salvarla.

No podía obligarlo a dejar su vida para ayudarla cuando dejó muy claro años atrás que no deseaba casarse con ella. La mera idea la hizo sentir como una carga.

Negó lentamente, dando un paso atrás.

—No.

Las cejas rubias de Erik se elevaron en sorpresa. Estaba claro que no esperaba su rechazo.

—¿No? —Repitió él, sin salir de su estupor.

Amelia se mordió el labio inferior y asintió.

—No puedo permitir que arruine su vida solo por un error que he cometido. No sería justo para ninguno.

Erik frunció el ceño luciendo molesto.

—Tú no has cometido ningún error, ha sido Blount el único indeseable que ha querido aprovecharse de ti —dijo con voz seca—, en cuanto al otro asunto... Tendré que casarme algún día y lo sabes. Eres una dama agradable y estaría encantado de casarme contigo.

Sus palabras hicieron que su corazón doliera. Era la primera persona que no la culpaba por lo sucedido, su vista se nubló con lágrimas.

—Has dejado muy claro lo mucho que detestas la idea de casarte conmigo, ¿por qué eso cambiaría? —Preguntó. Intentaba regresarlo a la realidad, pues estaba claro que no pensaba con claridad.

Quizá estaba loca, o las lágrimas no le permitían ver con claridad. Pero podía jurar ver un leve rubor en las mejillas de él.

—Mi comportamiento ha sido reprochable estos últimos años, lo sé muy bien —se acercó un paso, y le dio una sonrisa tímida—, además, nunca he dicho que deteste la idea de casarme contigo. Simplemente me sentía.. sofocado por tus padres. Nunca por ti, jamás por ti.

Un Amor Escandaloso || Hermanos Dashwood #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora