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Esta mañana, desde temprano, una extraña congoja empezó a atormentarme. De repente, me pareció que todos me abandonaban, incluso siendo yo un solitario, y que todos me daban la espalda. Tal vez te preguntes, ¿quiénes son todos? Después de ocho años en esta ciudad, no he logrado entablar una verdadera amistad. Admito mi timidez con las mujeres, no lo niego, y sigo tan nervioso como hace unos minutos, cuando alguien la asustó... y ahora, de alguna manera, siento temor. Es como un sueño, aunque ni en mis sueños imaginé que algún día hablaría con una mujer. No sé callar cuando el corazón habla en mi interior. Pero eso no importa... Créeme, nunca he tenido trato cercano con ninguna mujer. Día tras día, solo sueño con encontrar a alguien. Si supieras cuántas veces me he enamorado así... Soñaré contigo toda la noche, toda la semana, todo el año. Seguramente volveré mañana a este mismo lugar, a esta misma hora, y seré feliz recordando el día de ayer. Este lugar ya es especial para mí. La habitación está a oscuras; mi alma está vacía y triste, un reino de sueños se ha desmoronado a mi alrededor, sin rastro, sin ruido ni crujidos. Fulguró como una visión, y no logro recordar qué era exactamente. Mientras estoy a tu lado, hablar del futuro me asusta, porque en el futuro veo de nuevo la soledad, una vida rancia e innecesaria. ¿Con qué podré soñar cuando he sido tan feliz a tu lado en la vida real? Bendita seas, mi querida amiga, por no haberme apartado desde el principio, porque ya puedo decir que he vivido dos noches de mi vida. Agradezco tu amor, que se ha grabado en mi memoria como un sueño dulce que se recuerda mucho después de despertar. Recordaré siempre el momento en que abriste fraternalmente tu corazón y tomaste el mío, muerto, como un tesoro para cuidar, acariciar y curar... Si me permites, quiero que sepas que te amo. No quiero que te alejes de mí. Mantendré ese recuerdo, seré fiel, no te traicionaré, no traicionaré a mi corazón, que es demasiado constante. Ayer volvió con prontitud a quien siempre le ha pertenecido. Por favor, quédate conmigo.

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