Su mundo de maravillas refleja su estado mental, jamás pensó que el mundo oscuro y retorcido en el que se había convertido, volvería a su mágico brillo que alguna vez tuvo, todo por una sola persona.
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-American McGee's Alice...
Los que no han jugado o visto de que va American Mcgee’s Alice les resultará confuso este capítulo, pueden saltarselo, solo es un resumen del primer juego para plantear la personalidad de Alice y sus trastornos no superados del todo.
Me rodeaba casi completamente, sentía que me faltaba el aire por el montón de humo de la habitación, sentía que en cualquier momento mi mente se apagaría, pero, no fue así, pues yo no era la única que estaba en casa y la preocupación me estaba asfixiando.
No solo mi habitación estaba en llamas.
No...
Toda la casa estaba prendida en fuego.
"¡Huye Alice!"
"¡Salvate!"
Fueron los gritos que escuche provenientes de mi padre y madre.
Esa misma noche...los perdí al igual que a mi hermana...
Y es todo lo que recuerdo.
Lo que pasó después sigue siendo un misterio incluso para mí.
Escuchaba voces preocupadas alrededor de mí, decían que mi vida peligraba y que mi piel estaba chamuscada debido al fuego.
Lo siguente que recuerdo...
Es estar en esta habitación.
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¿Cuánto tiempo llevo aquí?
La respuesta es ajena a mi conocimiento.
No podía moverme aunque quisiera, ni siquiera podía articular palabra alguna, como si fuera un cadáver.
Mi única compañía...mi conejo de peluche, lo único que se salvó junto conmigo del incendio.
A veces juraría que el conejo está vivo, lo escucho hablar y hasta pedirme ayuda, parece que ya no distingo entre realidad y fantasía.
La fantasía...
es mi único escape a esta cruda realidad.
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¿Tengo Amnesia?
No estoy segura, pero es un hecho que olvide algo importante.
Mi país de las maravillas.
Ya no estaba en esa triste habitación sin la capacidad de moverme. Ahora estaba en mi fantasía...pero, había cambiado bastante.
Todo parecía apuntar que todo era culpa de esa reina roja. Era mi deber salvar este mundo, pues en el vivían mis amigos...estaban cambiados, si, pero seguían siendo mis únicos amigos.
