Un cielo rojo carmesí, tierras áridas y desoladas bañadas en sangre de inocentes, aliados y enemigos. Empuñando aun su espada.
Inmóvil y rígido, con la mirada al frente el héroe; Chio Han, con ojos desenfocados y vacíos, con la fatiga ya alzándose sobre su ya magullado cuerpo, siente como sus últimas fuerzas están abandonando su ser.
Una lucha interminable qué duro veinte años, enfrentando a un solo enemigo; Aun no ha llegado a su fin.
Siendo el, el héroe, el último aun en pie, uno a uno, sus camaradas y aliados han caído en la lucha contra el enemigo qué les a arrebato todo; La estrella blanca. El canalla qué los únio desde un principio para su derrota, aun estaba con vida, pero a que costo.
“¡HAHAHA! Aun después de tanto tiempo.“
El porte del héroe se queda rígido al escuchar la sonora carcajada qué se burla con sarna de su persona. Volteando con lentitud.
“Sigo preguntándome.“
Cabellera roja, como la sangre de aquéllos a quien a masacrado, ojos marrón-rojizo, inyectados de locura y crueldad absoluta, piel blanca lechosa, tan blanca que parece un cadáver al cual le extrayeron la sangre. Toma la máscara qué llevaba y la deja caer al suelo, rebelando su rostro.
“Si esto es a lo que todos llaman, El nacimiento de un heroe.“
Los ojos del héroe, antes vacíos se enfocaron en el rostro del hombre que le a, arrebatado todo; el rostro del héroe se arruga en una mueca de molestia al reconocer ese rostro, qué, aun que solo hayan tenido dos encuentro, jamás a olvidado.
“Tu...“
“Era inevitable muchacho.“
Ignorando lo que estaba apuntó de decirle, la estrella blanca con un porte altivo y digno, como si fuera un noble dice lo siguiente.
“Tu destino era inevitable, el de tus amigos también. Aquellos que hocen enfrentar a un Dios sufrirán las consecuencias por sus pecados.“
La estrella blanca lo mira con superioridad, camina con grasia y elegancia el rededor del héroe.
“Tantas muertes y sacrificios, todos para que lograrás llegar hasta aquí.“
Se detiene estando a la par del héroe, con la cabeza mirando al suelo Chio Han lo deja proseguir. Mientras los seguidores de la estrella blanca se alzan por el horizonte hacercandoce en su dirección.
“Solo un Dios.“
Apretando la mandíbula, Chio Han, toma con firmeza la empuñadura de su espada, con un ágil movimiento se posicióna a una distancia alegada de la estrella blanca tomando una pose de lucha.
“....“
“....“
“Puede matar a otro Dios.“
Ambos preparados para el siguiente y tal vez, último enfrentamiento entre ellos, se lanzan hacia el contrario dispuestos a acabar con el otro de una ves por todas.
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▪️El transmigrador y la basura del condado▪️
FanfictionPor algún motivo del destino (más bien por la voluntad de un dios de m****a). Kim rok soo, termino dentro de la novela, "El nacimiento de un heroe" la cual al parecer no era una novela. A petición del Dios de la muerte Kim rok soo es llevado un año...