Capítulo 2

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Narrador Cale Henituse.

Estaba oscuro y sentía un sunbido en mi cabeza que me estaba enloqueciendo ya. ¿Como rayos termine haci? Ah si, ya recordé. Ese tonto Punk qué me golpeó me dejo así.



¡¿¡¿Por qué deberíamos nosotros los gobernantes de estas tierras, preocuparnos si algunos Aldeanos inútiles mueren o no?!?!

Recuerdo que, había regresado tarde como siempre aun que tengo una ya gran tolerancia al alcohol, esta vez me había pasado un poco de la raya.

¡Esta copa de alcohol en mi mano, vale más que todas sus vidas!

... Qué interesante.

No recuerdo como llegue al condado, tampoco recuerdo haber visto a Ron si me estaba esperando, solo recuerdo que quería irme a mi habitación para llorar en silencio hasta que....

Tango mucha curiosidad por saber, si vas a cambiar de opinión...

Hasta que ese imbécil se hacerco a mi y pronuncia el nombre de esa maldita aldea...

¡¡O NO!!

Sinseramente no me importa si eri sus sentimientos o me pase al insultar a gente inocente, la verdad ya no me importa más nada; la aldea Harris me arrebató a quien más amaba ¿por que diablos me importaría si sus tontos habitantes murieron? Mejor para mi.

Eso era lo que pensaba, y no me retracto, mientras ese imbécil me golpeaba podía sertir mi cuerpo gritando de dolor, aun que no me importaba la verdad; pero de un momento a otro, antes de desmayarme, escuche a alguien gritar.

¡¡Rápido que alguien traiga un médico!!

Eso fue lo último que escuché antes de perder la conciencia.

Narrador omnipotente.

Ya habían pasado las horas y se hizo de mañana, Rok soo qué, había salvado al joven maestro mayor fue recompensado por el conde con una gran cantidad de dinero, y Chio Han qué había golpeado a Cale se le fue negado tener una audiencia con el conde qué había ordenado qué lo dejaran ir, esta vez, con la advertencia de nunca acercarse de nuevo al condado Henituse y a Cale.

Beacrox quien, vio la fuerza de Chio Han quedo tan fascinado qué, al acercarse y ver que olía al grupo que habia masacrado a los suyos; decidió seguir lo sin dudar, con Ron también por supuesto. Abandonando el condado por el medio día.

Rok soo había pedido trabajar para el pelirrojo y al ver su currículo, se le fue concedido el trabajo, ya faltava poco para que fuera de noche; el azabache estaba en la habitación del chico, y este aun no despertaba.

Narrador Rok soo.

Ya paso mucho tiempo y este aun no despierta, espero que no se allá muerto, o estaré muy jodido.

— Mhmn... —. Ahora que estaba frente a quien debía cuidar por los siguientes veinte años de guerra; debía admitir una cosa .—

— ZzzZzzz... Zzzz..Zzzz —. Cabello rojo, como manzanas fresca qué acaban de madurar, ojos marrón-rojizo, como un capullo de rosas qué aun no florece, piel blanca lechosa como la nieve, tan blanca y suave que parece la piel de un bebé, pestañas marrones y risadas y labios levemente carnosos de color rosa palido.

Sin duda alguna cualquiera que lo viera diría lo mismo; Cale Henituse es la basura del condado más hermoso que pudo existir.

Narrador omnipotente.

▪️El transmigrador y la basura del condado▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora