𝐀𝐥𝐛𝐚 •𝒍𝒊𝒑𝒔𝒐𝒖𝒍•

¿Resfriado en verano?

Uno podría asegurar que, después de una noche de tormenta, el amanecer tendría que ser despejado y brillante, con más intensidad de la acostumbrada.
Un cielo limpio, la brisa húmeda y el calor intensificándose en cada momento.
Al menos, tendría que ser así, en el verano joven como éste, en pleno Julio.
Pero, para suerte de muchos que están hartos de sufrir por culpa del sol, el día viernes los sorprendió, otorgando un descanso a las altas temperaturas.
Con sus nubes aún cargadas de agua, impidiendo que los rayos del sol tocaran las superficies del exterior y el viento ligero, chocando contra la piel de muchos, refrescándolos.

Ha Sooyoung, en el exterior de las instalaciones, sentada por las jardineras, intentaba contactar a su compañera de clases y amiga torpemente madura.
Desde mensajes por medio de la aplicación, hasta llamadas persistentes por la línea convencional. Muchos intentos, ninguna respuesta.
Para la mayor no era algo preocupante en realidad, faltar a estas alturas, para muchos, era algo viable, sobre todo si tus calificaciones ya estaban establecidas, como era el caso de la pelinegra. Pero, no podía negar que la curiosidad la estaba matando. ¿Cuál sería la razón por la cual Jeong Jinsoul, una integrante del cuadro de honor, faltó a un día de clases?
¿Será que la tristeza le ha ganado y no pudo asistir un día más a la misma escuela que su amada inalcanzable?

Una sonrisa, junto con el sonido de una carcajada, se escapó de los labios de la capitana.
Aunque era bastante obvio que esa no era la razón, le pareció gracioso imaginar a una Jinsoul dramatizando todo, y estaba guardando bien las palabras que usaría para bromear con ella sobre su ausencia.
El tono de buzón de voz se escuchó una última vez, tenía que rendirse después de tantos intentos.
 —Parece que Jinsoul está tomando la costumbre de no responder llamadas. —Habló para sí misma, sin darse cuenta de las personas que pasaban muy cerca de ella.

Una audaz Jiwoo, junto a su querida amiga Jungeun, presenciaron el momento exacto donde la mayor bloqueaba su celular y pronunciaba aquellas palabras.
Eran las diez de la mañana, y la falta de la pelinegra amable era bastante notoria, para todos. Incluso lo fue a primera hora del día, donde su imagen no fue vista en los pasillos, deslumbrando a todo aquel que capturaba su imagen en su iris.
Y claro está que, aunque Sooyoung no estaba preocupada, otras personas podrían sentir una duda más compleja que solo curiosidad. En este caso, Kim Jungeun.

—¿Hablabas con Jinsoul unnie? —La voz alegre de Jiwoo fue recibida con gusto por la mayor, girando para verla inmediatamente.
—Un intento de, más bien. —Guardó aquel aparato en su bolsillo, y con unos cuantos pasos, se acercó a las dos jóvenes. —Creo que, a lo mejor, se quedó dormida... estas últimas semanas lo ha hecho —continuó con la esperanza de lanzar algo sugerente —su horario de sueño ya no ha sido el mismo desde aquella fiesta, ¿Les contó que se quedó dormida todo el sábado siguiente? —.

Los ojos peculiares de Jungeun se abrieron un poco, en señal de sorpresa por aquel comentario, y la capitana no pudo sentirse mejor al notarlo.
Victoriosa ante su intento de darle un dato importante, continuó con sus palabras.
—Es mejor que descanse, no parecía tener bastante energía, justo como tú, Jungeun-ah —.
Directa y sin miedo, a pesar de no ser cercanas.
—Semanas complicadas, nada más. —Confesó amablemente, con un dedo rascando su mejilla.
—Oye —interrumpió la más baja, alargando la última vocal —no la molestes. —Y en forma de juego, empujo un poco a la mayor.
Las tres rieron y sin planearlo, continuaron con una charla corta, en lo que el tiempo para entrar a la siguiente clase se terminaba.

Para la castaña, aquel comentario era importante. Jinsoul quedándose dormida por todo un día, perfecto, esa era la razón por la cual no había respondido sus dos únicas llamadas, tal vez pudo insistir más, pero tampoco quería dar una impresión equivocada.
La esperanza de que todo fuera un malentendido crecía, y era más coherente que alguna otra posibilidad que su mente engañosa le proponía.
Ahora bien, deseaba con todo su ser que en verdad haya sido esa la razón por la cual la mayor se ausentara y no algo grave.