Ninguno es futbolista, donde Gavi es el favorito del Salón y Vinicius lo mira mal, pero como dicen, los que se odian se aman 🗣️🙏.
- Excelente Gavi, entonces como oyeron, Pablo será el administrador de la fiesta de final de año -una gran sonrisa estaba en la cara de Pablo, se había esforzado mucho desde que lo nombraron presidente de clase, se podría decir que le caía bien a todos los del salon menos a...
Vinicius o más conocido como Vini, era el típico chico rebelde que salía de clases, se metía en problemas y nunca hacía tareas, él siempre lo miraba mal, lo intimidada con la vista, con esa estúpida mirada que lo hacía sentir inseguro, criticado e intimidado.
Había pasado esos dos meses planeando la fiesta, nada de alcohol, no permitiría que nadie bebiera no importa que tuvieran 19 años, daba algunas órdenes a sus compañeros los cuales estaban arreglando los bocadillos, algunos los globos y la decoración, debía ser perfecto, caminaba viendo su libreta por lo cual chocó hombros con alguien al cual conocía muy bien, eso sería incómodo.
Lo vió, esos ojos que lo juzgaban y lo hacían sentir intimidado, se encorvó un poco pero después tomó de nuevo su posición, debía de decirle a Vini que lo estaría vigilando, no importaba si le caía mal o algo, era el presidente del salón y debía ser el que pusiera límites.
- Gracias a Dios te encuentro, no alcohol, no drogas, no sexo en lugares no adecuados, no disturbios y no quiero a nadie herido -el otro se río con sus amigos y siguió caminando, auch, lo había ignorado y humillado totalmente, tomó aire y siguió su camino la fiesta debía de empezar.
- Gavi, luces preocupado, deberias tomar algo y relajarte un poco, la fiesta va bien -dijo Ansu el cual estaba con sus otros amigos también, Frenkie asintió apoyando la sugerencia de Ansu.
Lo pensó un poco pero después de que le hayan insistido un poco más, dirigió sus pasos hacia la mesa de bocadillos donde estaba el típico bould con ponche, tomó un vaso y se sirvió, la música tenía el volumen perfecto pero las luces parpadeantes le molestaban un poco, vaso tras vaso, tras vaso y otro vaso, no tardó en darse cuenta que había alcohol en el ponche y eso fue por que se sintió mareado y tonto.
El primer sospechoso de eso, Vinicius, tuvo que ser él, empezó a caminar sin rumbo entre las personas de la fiesta, vaya que eran muchas, ni siquiera podía encontrar a sus amigos entre ese ambiente, se sentía acalorado un poco sofocado por su ropa, siguió caminando hasta que chocó con alguien, y conocía muy bien a ese alguien.
- Imbécil niño caprichoso mira por donde caminas la próxima vez -dijo Vinicius el cual tenía un vaso de ponche en su mano, ese ponche, ese maldito ponche, ese imbécil.
- Ne-nesecito hablar contigo -lo tomó del brazo con fuerza sacándolo de la multitud de personas, entró a el baño y cerró la puerta con llave al ver que no había nadie adentro, solo él tenía la llave de ese baño-
- Que le pusiste al ponche? -Vinicius río ante esa pregunta aunque a Gavi no le parecía muy gracioso.- Oh por Dios, no me digas, el pequeño niño "soy el mejor y el más responsable" se puso ebrio? -odiaba esa actitud, si tan sólo lo pudiera callar, seguia oyendo un poco la música de afuera, cerró sus ojos con fuerza y tomó al brasileño de la corbata jalandolo hacia él.
-Te pregunte que mierda le pusiste al ponche- el brasileño ya no lo miraba con esos ojos engreidos y juzgadores, lo miraba sorprendido, tomó a Gavi de la cintura y lo pegó al pasamanos, sus cinturas juntas, tomó el mentón del sevillano para que lo viera.
- Sé como te sientes Pablo, tal vez es la primera vez que te embriagas, te puedo hacer pasar un buen rato si olvidas este asunto -debía admitir que no estaba muy en sus cinco sentidos y el echo de que Vinicius moviera su cadera contra la suya no le ayudaba a pensar.