𝐃𝐢𝐚𝐦𝐨𝐧𝐝 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ✾ 𝘑𝘢𝘺𝘸𝘰𝘯 [Pausada]

❁6❁: El despertar de los Corazones Pt.1

Sunoo miraba con atención cómo se iban formando las filas en la entrada de la escuela, estas con el propósito de ordenar a los estudiantes por clasificación y estatus, él mismo estaba en la suya, junto a más Esmeraldas. No le gustaba aquel tipo de separación, pues mientras ellos eran ordenados, aquellos que eran Cobres eran dejados al medio a la vista de todos, dándoles una oportunidad a los idiotas que se creían superiores para molestarlos. Supuestamente los maestros no sabían nada de ello, pero él estaba seguro de que sí, ¿cómo no hacerlo cuando claramente sucedía en frente de sus narices?

Aún recordaba el día que tuvo que salvar a su amigo de casi ser tirado por la ventana de uno de los salones por unos idiotas. Recordaba la mirada de terror que mantuvo Jungwon luego de que lo ayudarán, el cómo se aferró a él y a Jake por un poco de estabilidad. No eran recuerdos que le gustaba tener, pero estaban grabados en su mente.

Definitivamente odiaba el lugar.

—Adivina quién soy —escuchó en su oído detrás de él mientras le tapaban los ojos, una sonrisa asomándose por sus labios al reconocer aquella vocecita alegre.

Aunque podría decir que no todo era horrible.

—Uhm, no lo sé… tal vez un rarito de broches coloridos e infantiles.

— ¡Oye! —se quejó.

Quitó aquellas manos de sus ojos, dejando ver al chico que hoy lucía unos broches de flores en su cabello, luciendo tan adorable y bonito como siempre, alterando un poco su corazón, como dejando una sonrisa sin esfuerzo en su rostro.

—¿Jungwon aún no llega?

Miró alrededor aún sin soltar aquellas manos que se sentían tan bien junto a las suyas.— No lo he visto todavía, de seguro viene tarde como ha estado haciendo últimamente.

El rubio le mira atentamente antes de darle una sonrisa, mientras deshacía el agarre de sus manos.— Bueno, hay que entender que últimamente le han estado sucediendo cosas muy… inusuales.

Movió su cabeza afirmando ello. Debía admitir que al inicio no sabía cómo tomarse todo lo que su amigo les contó, era muy de cuento, pero desde hace años que ellos llevaban viviendo con los poderes y sus corazones de gemas preciosas, no podía no creerle.

Logró ver de reojo como todos comenzaban a entrar, por lo que Jake tuvo que irse con los Zafiros luego de despedirse de él. Dejándolo con la tierna vista de sus cabellos rebotando al correr a su lugar.

No podría recordar cuándo fue que comenzó a gustar de su amigo, solo sabía que un día, ya no podía tomar la mano de este sin sentir cosquillas en su estómago, cada contacto físico era una caricia en su corazón como también era una puñalada que lo desangraba a medida que el tiempo pasaba.

Jake nunca iba a amarlo como él lo amaba y debía de aceptar eso, no importa si sufría hasta que se fuera de este mundo. Prefería seguir viendo las sonrisas de su amigo a arruinar la linda amistad que tenían.

A veces los corazones se mantienen aferrados a un amor que creen correcto, aunque solamente se están engañando a sí mismos. Ese era su caso, lamentablemente.

— ¡Sunoo! Llevó hablándote media hora y tú sigues en tu mundo —reclamó su compañera, Yuna, quien le miraba de brazos cruzados enfrente suyo probablemente esperando a que respondiera, pero él no había oído nada de lo que le dijo. Ni siquiera se dio cuenta que había caminado en automático hasta su puesto de trabajo.

—Lo siento, ¿qué decías?

—Preguntaba si es que necesitas ayuda con tu práctica, la semana anterior vi que estabas algo complicado con el emparejamiento de especies.