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Adoraba su trabajo, cuando decido estudiar biológicas Marina, nunca imagino que terminaría trabajando en uno de lo acuarios más grandes de Busan, en donde habitaban un sinfín de especies marinas.

Hace no más de un mes llego un nuevo pulpo al acuario, el cual fue rescatado al ser encontrado enredado en una red de pesca, lo nombraron yoongi en honor al rescatista que lo salvó.

Le había sido puesto  exclusivamente bajo su cuidado, al ser "bastante agresivo", aunque le resultaba raro ya que se comportaba baste dócil a su parecer y no es por nada pero los  Enteroctopus dofleini son realmente de temer, aun así era realmente adorable cuando se acercaba a que le acariciara la cabeza.

Su trabajo era sencillo, solo costaba en asegurarse que sus heridas sanaran, además de proporcionarle alimento en todo momento.

Camino por el estanque con toda confianza, aprovechando su tiempo libre para mojar sus adoloridos pies, más no contaba con que sería arrojado al agua, sintiéndose aterrado al ver una figura apartamente  humana bajo el agua mirado lo fijamente.

Nadó ala superficie, tomando una bocanada de aire, tosiendo con fuerza al sentir el agua que logró entrar por su nariz,  apartó el cabello mojado de sus ojos, parpadeando un par de veces, mirando el panorama,  sin encontrar a yoongi por ningún lado .

Soltando un grito al sentir sus caderas ser sujetadas con fuerza, deteniendo cualquier posibilidad de huir,  se retuerce en un intento por ver el rostro de su captor.

–Jimin...– aquel  susurro entrecortado lo deja helado, cada sílaba de su nombre al ser pronunciado le pone la piel de gallina.

Su cuerpo se torna rijido, no recordaba nunca haber escuchado un tono de vos igual antes,  mismo que era acompañado por una respiración agitada.

Quería gritar, pedir ayuda, pero su vos ya no salía, pero, contrario a eso sintió como algo se restregaba entre sus gluteos, apretó los ojos con fuerza al sentir un calor fogoso en su vientre bajo, que se expandía por todo su cuerpo, se sentía tan avergonzado, si no fuera por el agua juraría que estaría sudando a mares en ese momento.

En su desesperación intento quitar aquellas manos de que apricionaban su cadera, soltando un gemido lasimero al al sentir como ejercían más presión,  su vista callo en su miembro sintiendolo duro.

– Hueles tan bien– lamio la nivea piel de su cuello,  rosando sus afiliados dientes en el proceso.

No podía eschar con claridad lo que aquel ser decía, su oídos  sumbaban, con cada roce en su parte baja su entrada comesaba a contraerse.

–Acaso estas preparando te para mi? – su mano trazo un camino hastra su ombligo ajeno, precionado  levemente con uno de sus dedos–Aquí llevarás mis crias– su boca salivo al escuchar aquel pequeño gimoteo  esa actitud tan sumisa le provocaba cada ves más hambre.

pulpit [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora