༚seis༚

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Kim Taehyung

Mi departamento no quedaba lejos de la universidad, eran sólo unos cuantos minutos si iba en taxi.
Pero a mi me gustaba caminar, ver pasar a las personas, los autos, recorrer la ciudad. Nunca tomaba el mismo camino y eso solo hacía que llegara de madrugada a mi hogar.

Estaba acostumbrado a mi vida en Daegu, allí vivía con mi abuela y el inservible de mi padre. Nunca tuve buena relación con mi progenitor, por su culpa había perdido a mi madre.

Eran peleas constantes en esa gran casa llena de lujos pero que le faltaba esa escencia que hacía a otras personas considerar un simple lugar como su hogar.

No éramos una familia, éramos una anciana, un hombre de 40 años, alcohólico con una muerte a cuestas y un joven con una adicción terrible a las manzanas, que eligió el mal camino.

Me mudé a Busan luego de que lancé a mi padre de las escaleras, mi abuela me había pedido que me fuera a otro lugar antes de que ese hombre me matara, tal y como hizo con mi madre.

Soñaba con el día de asesinar a Kim Taemin.

Busan por mucho decir era un lugar sumamente aburrido, lo detestaba.
Recuerdo ese día lluvioso, había salido con rapidez de la universidad, cansado de ese lugar ruidoso y poblado de personas. Había estado caminando bajo la lluvia mucho tiempo, mi cuerpo estába congelado por lo fría que se encontraba el agua que caía desde cielo, recuerdo haber chocado con una chica de cabellos castaños que se encontraba, al igual que yo, vagando por las calles de Busan.
La acompañé hasta su hogar y ella me agradeció varias veces.

Había hecho un buen acto, pero...

¿Por qué no me sentía bien?

Hablé un tiempo con ella, salimos unas cuantas veces. Se podía decir que éramos "amigos" ella me hablaba de todo y yo al menos intentaba escucharla. Pero todo se me hacía tan tedioso.

Un día Wheein me besó, no sé porque lo hizo pero la verdad nunca debió de hacerlo.

Ese día le aplasté el cráneo con un pisapapeles y al lado de su cuerpo deje aquella fruta que tanto me gustaba.

Había asesinado a alguien, había cometido el peor acto que puede cometer cualquier persona y sin embargo me sentía tan vivo.

Lo entendí todo y me gustó. Lo hice una y luego otra vez. Torturé y asesiné a más de 10 personas sin dejar rastro alguno.
Todo iba tan bien, todos lejos de descubrirme, hasta que apareció él.

Jeon Jungkook.

El detective más imbécil de toda la policía coreana. No lo soportaba en absoluto pero me había obligado a acercarme a él solo por el hecho de conseguir información.

El detective era guapo, lo admito, pero también era increíblemente insoportable. Recuerdo la primera vez que hablé con el, lo había estado esperando y cuando pasó con el carro crucé la calle esperando que el frenara, sin embargo el imbécil casi me atropella.

Ya sabía que el iba a esa pastelería a comprar regalos para su madre así que conseguí un trabajo de medio tiempo en ese lugar, trabajo que no me hacía falta ya que recibía una buena mesada de la fortuna de mi abuela cada mes.

Me había ido a encontrar con él en la escena del crimen luego de que asesiné a Nayeon.

Lo qué no planeaba era verlo ese día en la universidad.
Ni siquiera sabía porque estaba allí, sólo dijo que era por trabajo y me gustó pensar que no era nada referente a los asesinatos cometidos por mí.

No iba a besarlo, todavía me doy en la cabeza cuando recuerdo de eso, el deseo se apoderó de mí, nublo mi juicio y me consumió, acabé haciendo algo que no debía y luego de hacerlo solo me fuí. Arrepentido y furioso, furioso conmigo mismo por haber gustado de ese beso, por haber gemido en la boca de aquel desgraciado.

—Tae —una dulce e irritante voz interrumpió mis pensamientos, sin pensarlo lancé hacia donde estaba la dueña del sonido un florero de cristal que se encontraba a mi lado. La chica logró agacharse a tiempo antes de ser golpeada por el objeto.

—Desaparece —ordené a mi pequeña prima.

Lana era la hija única de la hermana de mi madre, había quedado huérfana después de un accidente de tránsito hace un año y mi abuela, la vieja Kim me habia pedido que la cuidara.

Me había negado varias veces pero la vieja había amenazado con quitarme la mesada y no tuve más remedio que aceptar cuidar a la mocosa de 18 años que tenía un increíble intelecto, tanto que me descubrió aquella noche lleno de sangre y sólo con unir puntos supo lo que hacía como pasatiempo.

—Has estado mucho tiempo aquí adentro —siguió sin importarle mucho mis actos, tal vez ella era la única persona con la que podía ser yo sin tener que recibir represalias por mis actos. Lana estaba acostumbrada a mi presencia, a mis actos, a mi forma de ser en general. Nada de mi le molestaba y eso en cierto punto me irritaba— Vine a preguntar si querías comer, pero se me olvidaba que eras tú, por cierto abuela llamó otra vez.

—No me interesa —dije deseando pronto que la adolescente saliera de mi habitación.

—El viejo despertó del coma.

Una simple frase hizo que la rabia y el miedo se apoderaba de mí.

El viejo Kim había despertado y vendría a por mí.




















Notita de  autor

Hola beibis, como están?

Primer capítulo narrado por nuestro Tae✨

Qué les pareció el capítulo?

En lo personal me encantó este capítulo. Ya se puede entender mejor la historia y conocer mejor la vida de Tae, sus problemas y la forma en la que ve el mundo.

Espero que tengan buenos días, tardes o noches, los amoooo

Nos leemos ♥

La Manzana del AsesinoᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora