༚uno༚

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Jeon Jungkook

Eran las dos de la mañana tal vez cuando recibí aquella llamada.

El asesino había vuelto.

La casa de la víctima había sido rodeada meticulosamente de aquella cinta amarilla policial que impedía el paso de cualquier periodista o personas curiosas que se aglomeraban alrededor del lugar. Uno de los oficiales me llevo hasta la escena del crimen y no pude evitar apretar los puños al ver a la joven ahorcada de una de las lámparas de la sala de su hogar.

De su cuerpo goteaba sangre todavía, de muchas cortadas que tenía en sus brazos y piernas. Debajo de ella había una silla perfectamente colocada, bañada en sangre y sobre ella se encontraba la firma de nuestro asesino.

Una manzana.

—Detective Jeon —dijo la doctora Kim a mi lado y la saludé con un asentimiento de cabeza— Hasta ahora la causa aparente de la muerte es por asfixia. Tendríamos que hacer la autopsia para estar seguros.

—¿Información sobre la chica?

—Su nombre es Kang Jiwon, tenía 22 años, estudiaba en la universidad de medicina de Busan. Vivía sola.

—¿La manzana? —interrogué a la forense.

—No tiene huellas, pero si tiene un grabado —dijo y tomo la fruta para enseñarme un grabado que tenía.

¿Me extrañó detective?

—Voy a atrapar a ese hijo de puta Jisso —dije mientras leía el grabado.

—Ten paciencia Jungkook —dijo Jisso, me dió un apretón en el hombro y luego siguió haciendo su trabajo.

Pase un tiempo allí y antes de irme le pedí a una de las oficiales que me mantuvieran informado de cualquier nueva información.
Me dirigí hasta mi auto para ir rumbo hasta mi departamento.

Mi cabeza estaba llena de cosas, justo hoy, hace un mes, había sucedido el primer asesinato y luego de ese día habían venido 8 asesinatos más. No teníamos ningún tipo de información sobre quién era el responsable. No sabíamos si era hombre o mujer. Yo solo estaba seguro de que iba a atrapar a ese malparido.

Estaba demasiado concentrado en mis pensamientos que no ví a aquel chico cruzar la calle hasta que estuvo frente al auto. Frené en seco y comencé a respirar agitado. Salí del vehículo y me topé con una delgada figura que se encontraba tirado en el piso con el rostro aterrorizado producto del susto por el casi atropello.

—¿Estás bien niño? —pregunté y lo ayudé a levantarse. El asintió perdido— Perdona, no te ví.

—Es-está bien —el jovencito sonrió sin mostrar los dientes.

—¿Qué hacés a esta hora en la calle? —interrogué mientras detallaba al muchacho. Tenía el cabello negro y le caía ondulado por el rostro, tenía pinta de ser estudiante— ¿Sabes que hay un asesino suelto?

—Perdí el último autobús —dijo sin más y asentí.

—Si quieres te puedo llevar hasta tu casa —ofrecí y el joven pelinegro me miro con desconfianza, saqué de mi bolsillo la placa que me identificaba como agente de policía— Soy detective, no me tienes que temer.

—Entonces, está bien —dijo para después sonreír un poco.

El apartamento donde vivía el joven estaba al otro lado de la ciudad, al lado totalmente contrario de mi casa.

—Soy Kim Taehyung —habló el pelinegro— ¿Tú..?

—Jungkook, Jeon Jungkook —respondí mientras fijaba mi rostro en la carretera— ¿Que edad tienes niño? —ni siquiera se porque pregunté eso.

—22 años, no soy un niño.

Pero pareces uno, quise decir.

El joven era delgado y curvilíneo, su rostro perfilado y simétrico, la piel canela casi perfecta y el cabello negro se veía sedoso a simple vista. Taehyung era simplemente hermoso, no veía otra forma de describirlo. Se veía tan delicado y etéreo.
Me di cuenta que estaba admirando demasiado al chico cuando esté se removió incómodo y me pidió que mirara hacia adelante.

—¿Eres detective cierto? —interrogó y yo asentí— ¿Trabajas en los asesinatos de..como lo llaman?

—Te refieres al asesino de la manzana —asintió eufóricamente— Es mi caso principal, aunque me está dando bastante trabajo.

—Imagino —comentó en un susurro— Y el asesino ¿Es hombre o mujer?

—No sabemos —dije y luego arrugué el ceño, se supone que no podía hablar sobre estas cosas
—¿Porqué preguntas?

—Solo es curiosidad detective.

Asentí convencido de que sólo estaba viendo cosas donde no las había. Minutos después deje al menor en la entrada de su edificio y el me dió las gracias varias veces antes de bajarse del auto y subir a su apartamento.

Me quedé unos minutos mirando la fachada del lugar y parecía un lugar caro.

¿Si Taehyung podía costearse vivir aquí porque no pagó un taxi en vez de esperar por el último autobús y acabar caminando a solas en la calle a las 3 de la mañana?

Me reí de mis propios pensamientos y los hice a un lado, era poco probable que volviera a ver al joven de nuevo.
Volví a la carretera rumbo hacia mi casa necesitaba dormir un poco antes de empezar de nuevo la ruda jornada de trabajo.
















Notita de autor

Como están wapis?

Aquí ya les voy dejando el primer capítulo y espero mucho que les guste.

La Manzana del AsesinoᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora