Capitulo 3 El Nuevo

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En las calles de Shibuya. Los callejones y los barrios bajos. En el instante en el que nos encontramos. Tres hombres estaban acorralando a un joven de una estatura baja mientras que el joven estaba medio herido.

aguantándose el dolor de las heridas. Incluso llegando a morderse los labios para despertar. El joven fijaba la mirada en el único peligro real que había. Uno de ellos tenía una navaja.

-¡Mocoso de mierda!- Uno de los hombres se disponía a lanzarse hacia el chico malherido.

Con un movimiento rápido y corto. El chico había esquivado el puñetazo y devuelto el golpe hacia el mentón del oponente seguido de otro hacia su nuca aprovechando la desorientación, el cual por unos segundos. Quedaba en pie para posteriormente caer a plomo hacia el suelo del golpe.

-¡Hijo de puta! ¡Te voy a rajar más de lo que ya estás!

Un segundo oponente se acercaba. Esta vez era el del cuchillo. Con una ferocidad potente. El armado empezó a intentar cortar al joven. El cual con unos buenos reflejos conseguía esquivar casi todas, algunas de ellas llegando a sus brazos o rostro incluso. Pero sin ser letales o molestas.

El hombre seguía intentando apuñalar al chico. El cual seguía esquivando. Hasta que por un golpe mal hecho del agresor. El joven apresa el brazo que contenía la navaja, desarmando y rompiéndole el brazo en el proceso, A continuación de una leve patada que apartaba una de las piernas del agresor desequilibrando y obligándolo a arrodillarse para acto seguido caer al suelo. Con un grito del hombre el cual yacía en el suelo del dolor. La pelea había terminado. El tercero había escapado al ver el resultado de la pelea.

Mientras el chico después de no ver a nadie con intenciones de matarlo, Comenzaba a respirar con más fuerza. Mientras que se acercaba hacia una chaqueta vaquera tirada en el suelo.

Sus vaqueros negros y su camiseta blanca pura con una rosa roja estaba destruidos por los cortes. Suerte que sus zapatillas negras seguían intactas. La chaqueta vaquera al ponerse se podía observar en su espalda un escudo con una rosa y un lobo. (Regalados por una amiga) también habían salido airosos del encuentro.

-Muchisimas gracias jovencito- Una señora de avanzada edad se acercaba al joven. El cual inspeccionaba sus pertenencias. No fuese a ser que alguna de ellas habría acabado agujereada o destrozada.

-No es nada señora. No podía ver cómo la obligaban a dar todo lo que tenía.- Las palabras del joven empezaban a sonar molestas por las heridas.

-Dejame al menos llevarte a un centro para tratar las heridas.

-No hace falta. Iré ahora mismo hacia allí. Tengo uno muy cerca de un familiar. Le pido que tenga más cuidado la próxima vez que vaya por estos lugares por favor.- Pidió el joven mientras sacaba su móvil.

-Muchisimas gracias.- Acto seguido. La mujer mayor seguía su camino dejando al joven atrás. Mientras este hacia una llamada.

-¿Si? Si soy yo... Necesito un apaño. Me acerco en 3 minutos... Se que si no lo hace lo que tengo lo haces tú y tienes ganas. Ya me acerco.- La llamado sonaba simple y seca. Pero no odiosa. El joven se dispuso a acercarse a la clínica de Takemi.

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-¿Que te tengo dicho de meterte en broncas con gente armada?- Grito levemente Takemi mientras aplicaba suero fisiológico a las heridas del joven y algunas vendas para las heridas más serias.

-Lo siento por no disfrutar que roben a una señora, Tía Takemi.- Un gran golpes caía hacia la cabeza del joven por parte de Takemi.

-No es eso mocoso. ¡Para algo está la policía! ¡Pide ayuda! ¡No más broncas Naofumi Takamura! ¿Me entendiste?- La voz elevada por parte de la doctora hacia que Naofumi se quedase mirándola pensativo en que decir. Para segundos después dejar caer la cabeza hacia delante y ceder.

persona 5 royal eternalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora