Capitulo 4 Diarios y pasado

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-Tenemos que entrar en la casa de tus padres para buscar fotos ¿No?- Preguntó Charlotte mientras caminaba al lado de Naofumi.

-Pues si. Y me interesa investigar un poco.- Los dos destacaban un poco frente a la multitud en las calles de Shibuya. Nao no era una persona alta, mas bien era bastante bajo para su edad. Pero que Charlotte fuese tan alta hacia que fuesen mas llamativos. Haciéndolos parecer una hermana mayor junto con su hermanito.

-Junto detrás de esta esquina tendría que estar el edificio abandonado.- Exclamó el joven.

En un callejón de las calles de Shibuya se encontraba un edificio medio abandonado. Con unos tablones puestos en las varias ventanas. Estaba en las ultimas pidiendo a gritos unas remodelación.

-No entiendo porque no derriban este cuchitril de una vez.- Preguntó Charlotte.

-Seguramente porque ni la abuela ni la tia quieren derribarlo aún.- Mientras Nao explicaba la razón. Empezó a colarse entre las ventanas del edificio.

El edificio estaba muy deteriorado. Desde fuera podría parecer mas cuidado de lo que parecía. Las grietas de algunas puertas y los tablones mal puestos dejaban que la luz del día la cual empezaba a desaparecer iluminaran el ambiente polvoriento y descuidado del lugar.

Mientras que Nao empujaba una puerta para dejar paso a Charlotte. Las ideas de que aquí vivía el con sus padres volvieron a su mente. Pensando que parecían siglos que no habitaba nadie este lugar. Siendo solo 3 años de la huida. Las paredes amarillentas con un olor a antiguo sucio y a olvidado.

Ambos estaban subiendo unas escaleras que chirriaban con cada paso. Haciendo mas ambiente al lugar, como si de una búsqueda arqueológica se tratase. Llegando al portal de su antiguo hogar.

-Familia Takamura- Leyó Charlotte acercándose a la placa de al lado de la puerta principal. Mientras que Nao la ignoro por completo y saco una llave. Abriendo la puerta la cual comenzó a chirriar.

La casa había sido destruida por dentro. Su abuela le había dicho que habían sido unos maleantes que querían robar en ella. "¿Quien querría robar en una casa tan abandonada?" Pensaba cada vez que entraba en ella por alguna petición de la abuela.

-Necesito ir a la habitación de mis padres. Por favor Lotte, no toques nada. Cuando vuelva nos vamos a tu casa pasando por la tienda de la abuela.- Explicó el joven con un tono mas caído de lo normal.

-Entendido Nao. Si necesitas algo dímelo.- Una leve sonrisa no de alegría si no de simpatía aparecía en los labios de la chica. Que buscaba un lugar para sentarse y esperarlo sin tocar nada. Como pidió su amigo.

Al entrar en la habitación, las memorias de Nao venían a su mente. "¿Donde coño estáis?" Pensó de nuevo el joven. Mirando una foto familiar de ellos con su tía y su abuela.

Mientras el chico intentaba recoger unas fotos. Uno de los cajones de al lado de la cama de casados cayó a causa del deterioro. Golpeando en la pierna a Nao y haciéndolo gritar una fuerte palabra. Lo cual hizo que Charlotte corriese hacia la habitación.

-¿Estas bien Nao?- Preguntó la mujer

-Si, estoy bien- Respondió Nao agarrándose la pierna mientras soplaba del dolor repentino.

dentro del cajón había caído también un libro pequeño de color amarillo. Mientras Nao intentaba amenizar su dolor. Se fijó en dicho libro, ignorando su dolor y mirando con curiosidad.

-¿Diario de investigaciones?- Nao recogió el libro mirándolo detenidamente.

El libro era de su padre. Sin lugar a dudas. Pero la pregunta es el porque de un candado y una tapa metálica. "¿Por que tanta seguridad con ello?"

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