Capitulo 1: Comienzo.
Lentamente los ojos azules se movieron hacia la derecha, y luego hacia la izquierda.
La lluvia caía con gran fuerza, empapando todo el cuerpo de Naruto.
"Lo siento", las suaves palabras del rubio, fueron ahogadas por la gran tormenta.
De pie bajo un recién plantado árbol de sauce.
Frente al ojiazul se podían ver dos lápidas de piedra con dos nombres talladas en ellas.
Chairo konro y Midori ayuza.
El cielo parecía compartir el mismo dolor que el rubio sentía ahora mismo.
"No es culpa tuya", una vos provino de aparentemente de ningún lado, ya que el rubio se encontraba completamente solo ahí.
"Fui yo quien no llegó a tiempo", respondió un Naruto completamente derrotado y triste.
"No, fue ella quien ocasionó todo esto", la voz dijo, refiriéndose a makima.
Los Ojos del rubio se entre cerraron.
"Makima", susurro, cerrando con fuerza sus puños, y apretando de igual forma sus dientes.
"Tranquilizate, no tienes la fuerza suficiente por ahora para hacerle frente", la voz razonó, y era cierto, hace menos de veinticuatro horas habían echó el contrato, y naruto aun no se había acostumbrado del todo a sus nuevas habilidad, y si iba ahora a por makima, moriría patéticamente.
"Lo se", respondió, después de unos segundos.
Levantando su rostro, el rubio miró hacía el cielo, y al hacer esto dejó a la vista Algunos rasgado algo llamativos.
Sus ojos seguían siendo de un azúl muy intenso, pero habia algo diferente, y eso era su pupila, ya no era circular como el resto de personas, no, ahora su pupila era como la de un Felino.
Pero eso no era el único cambio en su rostro, en sus mejillas ahora tenían permanente tres marcas en cada lado, como los bigotes de un zorro.
Y para finalizar, sus dientes, no todos, sus caninos ahora sobresalían ligeramente, y serán un poco más grande que unos normales.
una ligera energía rojiza comenzó a salir del cuerpo del rubio, hasta que, después de unos segundos, esa misma energía se arremolino a los pies de Naruto, pasado unos momentos más, formó al mismo zorro que el rubio tenía antes.
"¿Y ahora que?", pregunto el zorro, revelando que la voz provenía de ella.
Sin decir nada, Naruto dió media vuelta, comenzando a alejarse del lugar donde ahora descansan los cuerpos de sus dos mejores amigos.
"¿No es obvio?", cuestionó, el zorro ladeó ligeramente su cabeza mirando la espalda del rubio.
"Me haré más fuerte para acabar con makima", declaro, y en sus ojos se podía reflejar una convicción y determinación inquebrantable, "incluso si tengo que convertirme en una deidad", susurro.
El pequeño zorro sonrió ante las palabras del ojiazul.
"Claro que sí, amo".
