Capitulo 4
Los Ojos azules miraron con melancolía las dos lápidas frente a el
"Hoy se cumple otro año más", las palabras salieron apenas en un suave susurro.
Kurumi se encontraba a unos metros de distancia, observando a la espalda de Naruto, ella sabía que al rubio no le importaría que estuviera cerca de las tumbas de sus amigos, pero este era un momento delicado para el, y prefería tomar algo de distancia, no comprendía al cien porciento las emociones humanas, pero podía entendió que hoy era algo más difícil para naruto.
"No se preocupen chicos, en poco tiempo vengaré sus muertes,y podrán descansar en pasar, lo prometo", el rubio se había hincado en una rodilla, mientras apoyaba amabas manos sobre las lápidas de mármol.
"Y les juro, que nos volveremos a ver", declaro, en su voz se notaba un dolor contenido que se negaba a dejar salir.
Los orbes carmesí miraron con seriedad, ella podía sentir todas las emociones que sentia Naruto en éstos momentos debido a la conexión que ambos compartían.
Cerrando sus ojos, la Kitsune se dió medía vuelta, prefiriendo enfocar toda su atención a verificar que no hubiese nadie cerca que pudiera ser un peligro, no quería pensar en esos sentidos de dolor que provenían del rubio.
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"¿entonces alguien tiene una idea de que hacer ahora?, estoy aburrida", una sonriente himeno exclamó.
El grupo de la cuarta división ahora mismo se encontraban de caminó hacia las oficinas de seguridad pública, más específicamente a la oficina de makima, ya que se les entregaría cierto bono por la misión que hicieron hace un par de semanas atrás.
"Oye, ni se te ocurra arrastrar a naru a un bar", regaño kain, abrazando al rubio con su brazo derecho.
El ojiazul se rio entré dientes con un claro sonrojo en sus mejillas.
"No te preocupes kain-chan, no bebo ni fumo, y aunque lo hiciera, debido a mi metabolismo acelerado, seria casi imposible para mí emborracharme", respondió naruto algo avergonzado, debido a los pechos de kain(que apesar de ser más pequeños que los de himeno y makima), aun rosaban su abdomen.
"Eso genial y aburrido al mismo tiempo", comento modoka mirando de reojo al rubio.
"Si, que aburrido es no poder emborracharse", exclamó con exageración himeno, alzando ambos manos al cielo.
"Saben que aun tenemos que ir a la oficina de makima-san", recordó aki, quien tenia una expresión neutra en su rostro.
Himeno se desplomó.
"Si que eres aburrido aki-kun", recriminó la mujer del parche.
El chico de cabello negro dejo salir un suave suspiro, al mismo tiempo que negaba con la cabeza.
El grupo siguió su camino hacia la oficina de makima, entre charlas y risas.
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"Wouh, es un poco más de lo que pensaba", comento kain con las cejas arriba mientras miraba el cheque en su mano.
"Bueno, eso es debido al magnífico trabajo que hicieron", respondió makima con su habitual sonrisa.
