Capítulo 3.3

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— Negativo, quiero ese escudo destruido cuanto antes. Están en camino las dos naves Eterion, cierto? El trabajo de los cazas, es por consiguiente el de abrir las puertas o al menos, dejar vía libre a las naves capital para poder así ir desplegando soldados lo antes posible, no quiero más bajas. — advertí

El sexto, séptimo y octavo caza fueron destruidos por la torreta. La rabia se apoderó de mí mientras que el resto de cazas caían. No nos quedaban casi cazas ni misiles supernova.

Empecé a destruir objetos del despacho, necesitaba desahogarme de alguna manera. Los cazas seguían cayendo, mientras que el escudo no, seguía resistiendo el condenado. Los Eterion estaban llegando.

Más cazas siguieron cayendo, y el pitido no paraba de sonar por toda la sala, me estaba volviendo loca. Dí un golpe a la mesa, los sonidos dejaron de sonar. Acababa de caer el último caza, ya solo nos quedaba una cosa, los Eterion, la última resistencia.

Volví a mirar el holograma, por curiosidad. Y es que al parecer, el último caza había sido destruido junto con la torreta en un ataque suicida. Lo bueno de aquel ataque había sido que el piloto había conseguido su objetivo, neutralizar la amenaza existente.

Esto era una noticia buena, ya que al menos ahora, los Eterion tendrían vía libre.

Una llamada resonó por toda la sala, se trataba de un mensaje. Se trataba de la federación galáctica, quería ponerse en contacto conmigo. Su líder, el líder supremo Ghost estaba en el intercomunicador, así que me ví obligada a contestar.

— Hola Ghost, ¿qué quieres? — pregunte antipaticamente

— El placer es mio como siempre, Angélica — dijo con una sonrisa — Pues verás, nos han llegado informes preocupantes

— ¿Cómo así? — dije sorprendida

— Pues sí, tal como oyes, al parecer según nos cuentan, vuestra actividad militar ha aumentado drásticamente, ¿me equivoco? — preguntó curioso el líder supremo

— Estamos de maniobras — dije con tono burlesco

— Con qué maniobras, se podría saber con qué fin? — volvió a preguntar

— Prácticas, nuevos pilotos, ya sabes — dije

— Está segura general exiliada? — preguntó

— Completamente segura, triador — dije enfadada

— Estará de acuerdo conmigo, que este es un momento tenso para ambas federaciones, cierto? — afirmó

— Disculpa? Yo no fui el traidor que dejó tirada la causa y a su madre, por un simple sillón junto al emperador. — afirmé enojada

— Madre, no empecemos de nuevo — dijo Ghost

— No tienes derecho a llamarme nunca más así, la idea del golpe de estado fue tuya mas aun así, nos traicionaste y ahora, estamos así. — Dije

— No es cierto, y lo sabes — dijo

— Pues que sepas, que no acepto tu disculpa, puesto que por tu culpa, nuestro planeta fue destruido, junto con el 80% de la población, no pude sacarlos a tiempo— dije llorando

— Lo siento, acabo de enterarme de eso ahora, no sabía nada, siento mucho oír eso — dijo con tristeza en su voz

—Así es, ahora ya no me queda nada, ni familia ni sitio donde gobernar — dije cabizbaja

— Siento oír eso, pero no puedes justificar el quemar otro planeta lejano del territorio de la federación y esperar que no actuemos — dijo seriamente el líder supremo

— Será rápido, lo prometo — aseguré

— No, reunirás tus tropas y abandonarás ese planeta y los dejarás en paz o tendremos que intervenir, ¿entiendes?

— Uy, disculpa, me llaman por el otro canal, debo irme, adiós — mentí

— Angelica, no inicies algo que no puedes acabar

Hao. La caida antler (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora