Capítulo 22

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Mis padres habían vuelto de Londres, después de cinco meses. No pasaron ni dos minutos cuando ya me había ido de casa tras discutir con mi padre.

¿Por qué no podía ser como el resto de padres que apoyaban a sus hijos?

¿Por qué no podía aceptar que me quería dedicar al fútbol?

¿Por qué tiene que querer cambiar mi forma de ser?

Jamás seré el hijo soñado para el. Quiere que estudie arquitectura y olvide el fútbol, pero eso es algo que amo y no lo quiero dejar. Así que jamás seré suficiente para él, no mientras quiera seguir mi sueño y no el de él.

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