II.

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Pero no cualquier fotografía.
En ella estaban ellos dos, abrazados, Nico mirándolo a él con ternura y Jason a la cámara.

Jason lanzó un sollozo y en consecuencia, un rayo cayó a pocos metros de él pero no pareció importarle. Tan sólo miraba la imagen un tanto ensagretada por su amigo de un tiempo no tan lejano donde ellos dos creyeron ser felices.

Miró el reverso. Tenía algo escrito con aquella hermosa letra del siglo pasado, la canción que Jason se sabía al derecho y al revés ya que era la favorita de Nico. Photograph de Ed Sheeran.

"[...] We keep this love in a photograph
We made these memories for ourselves
Where our eyes are never closing
Our hearts were never broken
And times forever frozen, still
So you can keep me
Inside the poket of your ripped jeans
Holding me close until our eyes meet
You won't ever be alone
And if you hurt me
That's okay, baby, there'll be worse things
Inside these pages you just hold me
And I won't ever let you go
Wait for me to come home.

Te amo, Jason, recuérdalo. Nunca te dejaré."

Pero Nico ya no estaba con él. Nunca más lo estaría. Su sufrimiento se convirtió en ira y el viento comenzó a aremolinarse a su al rededor, haciendo volar su cabello.

—¡¿POR QUÉ, MALDITA SEA?! —vociferó y un rayo cayó directamente sobre él, sin provocarle el menor daño— ¡¿POR QUÉ ÉL, GEA?!

La misma tierra pareció reír, burlándose de su sufrimiento.

—¿No entiendes nada, verdad, elegido de Juno? Que extraño que uno de los romanos más entrenados no entiendan estrategias de guerra. Se debe golpear donde más duela, pequeño héroe, y matarte a ti directamente no me serviría de nada.

Jason guardó la foto en su bolsillo y con otro grito, clavó su espada en la tierra. Un huracán comenzó a formarse, lluvias torrenciales con vientos fuertes. El cielo se complemetaba a cómo se sentía. Unos segundos después, el arranque de adrenalina comenzó a disminuir y se empezó a sentir mareado hasta, finalmente, desfallecer.

Y ni siquiera en sus sueños podía estar tranquilo ya que Nico también estaba en ellos.

—Jason, ahora no es un buen momento... —Nico se daba la vuelta, para que su amigo no vea su rostro surcado de lágrimas.

—Nico. —El hijo de Júpiter intentaba acercarse con cautela— ¿Qué es lo que pasa?

—Nada —espetó el hijo de Hades, sin embargo el temblor en su voz lo delató.

—¿Nada? —Jason esbozó una sonrisa— ¿Estás seguro?

Nico se quedó callado por un momento. Jason esperó, ya tenía una clara idea de lo que ocurría.

Finalmente, Nico se dio media vuelta para enfrentar a su amigo. De inmediato se lanzó a sus brazos dejando escapar sollozos profundos y consecutivos.

Jason se limitó a sobar su espalda y susurrar palabras reconfortantes a su oído. Dirigió a Nico con cuidado hasta la cama sin deshacer el abrazo y ambos se sentaron, para mayor comodidad.

―N-no puedo, Jason ―dijo Nico a su oído con la voz entrecortada―. E-es imposible.

―Ya, tranquilo. ―Jason le acarició el cabello. Le hablaba con ese tono dulce y tranquilizador que los padres utilizan con sus hijos pequeños―. Todo está bien, estoy aquí contigo.

El hijo de Júpiter controló su propia voz para que ésta no se quebrara. Odiaba ver a Nico de esa manera. Odiaba tener que repetir exactamente las mismas palabras siempre sin que éstas surjan efecto. Nunca pensó que su enamoramiento por Percy fuera tan fuerte, y eso en cierta manera le dolía de una forma que no podía terminar de explicar.

PhotographDonde viven las historias. Descúbrelo ahora