VI.

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—¿Nico, has visto a An...? —el visitante quedó tan impactado ante escena, que fue incapaz de completar su pregunta.

Nico tensó todos los músculos de su cuerpo, conocía perfectamente esa voz.

—¿Jason? ¿Qué...? —balbuceó el chico abriendo y cerrando la boca como pez.

El hijo de Hades apartó al rubio de un fuerte manotazo. Su cuerpo entero se volvió rojo cuando vio a Percy Jackson en la puerta, con la boca y los ojos muy abiertos mientras señalaba a Nico y Jason, como si fueran mutantes con tres ojos.

El rubio retrocedió tambaleándose, sorprendido por la fuerza del hijo de Hades y fastidiado por la interrupción de Percy. Volvió a maldecir internamente con palabras no aptas para niños, y se prometió lavarse la boca una vez que todo terminara... si es que terminaba bien. ¿Los muertos podrían pedir un enjuague bucal?

—¿Qué crees que haces en mi cabaña, Jackson? —espetó Nico. Estaba furioso, confundido, eso se notaba a leguas—. Sabes perfectamente que odio que me molesten.

—Yo... —Percy parpadeó y se sonrojó de vergüenza—. Sólo te iba a preguntar si habías visto a Annabeth. Hoy es un día especial y le tenía preparado un picnic en la playa, pero la he perdido de vista.

Ante la mención del nombre, Nico tensó la mandíbula, bajó la cabeza y apretó puños. En su interior nacieron emociones amargas que se mezclaron con las agradables formando un asqueroso agridulce.

Su cuerpo comenzó a desprender su típica aura oscura que indica: corre por tu vida si la aprecias. Percy lo miró con una mezcla de extrañeza y miedo.

—Nico... yo —Jason intentó tomar su brazo, pero el pelinegro se soltó, fulminándolo con la mirada.

—¿Qué es lo que te pasa conmigo, Grace? —Sus frías palabras de clavaron como cuchillos en el pecho de Jason. Nico miró de reojo a Percy y llevó sus manos a su cabeza— ¡Déjenme en paz de una vez por todas!

El chico salió corriendo.

—¡Nico, espera! —gritó Jason tontamente estirando su brazo. Se sentía como el protagonista de un drama de telenovela.

"¿En serio, Cupido?" se quejó en su mente.

La cara de Percy valía oro, pero Jason no estaba de humor para hacer bromas.

—Maldición, Jackson —gruñó frustrado— ¿Por qué siempre metes tus narices donde no debes?

—Pero...

Jason salió disparado de la cabaña como una flecha, empujando a Percy en el camino. El hijo de Poseidón se quedó un momento en el lugar, jamás se había sentido tan confundido, y eso era algo que pasaba muy a menudo.

Entonces algo hizo click en su retardado cerebro disléxico, se estremeció.

—¡Acabo de ver a dos de mis mejores amigos besándose! —exclamó para después taparse la boca.

Percy miró con nerviosismo a su alrededor antes de salir corriendo de la cabaña como alma que lleva Hades.

****

—¡Nico! —Jason corría y llamaba su nombre una y otra vez sin obtener respuestas. Había recorrido la mitad del campamento gritando como loco, y los campistas comenzaban a mirarlo raro y murmurar cosas.

Jason jamás fue impulsivo o imprudente, pero ahora le daba igual, después de todo, estaban en una ilusión. Él sólo quería ver a la persona que amaba una vez más, ya ni siquiera le importaba lograr que recuperara sus recuerdos. ¿Acaso unas horas era mucho pedir?

El sol descendía sobre el horizonte, cubriendo el cuerpo de Jason de luz naranja. El tiempo se agotaba. Se detuvo para recuperar el aliento y pensar un poco.

"¿Dónde pudo ir?"

Entonces se le ocurrió que tal vez no se encontraba dentro del campamento, y también recordó que él podía manipular los vientos.

****

Nico realizó un viaje por las sombras al primer lugar que pasó por su cabeza: el bosque. Apareció en el puño de Zeus, a pocos pasos de su ex-entrada secreta al laberinto de Dédalo.

Tal vez sus pensamientos se conectaron con su poder, pues estaba en el lugar por donde había huido por primera vez.

Se arrimó contra las rocas y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo, demasiado agotado como para elegir otro destino. Tiró su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, tratando de calmar su agitada respiración y sus turbulentos sentimientos. Sin darse cuenta, se quedó dormido.

—¡Nico! —un grito en el cielo llamó su atención.

El chico abrió los ojos, Jason sobre-volaba el perímetro buscándolo con la mirada. Nico se sintió aliviado. Por alguna razón, esperaba que lo hiciera, quería ser encontrado.

Pero la pregunta era ¿por qué? ¿Por qué se sentía tan conectado con Jason? Sí, era su amigo, pasaba mucho tiempo con él pero jamás se había sentido de esa manera tan extraña por él. No, estaba seguro que no era amor, amor era lo que sentía por Percy, por Jason sentía... paz. Sentía paz cuando estaba con él. Y eso le gustaba mucho.

Jason descendió de los cielos hasta posarse a su lado. Se agachó con las manos en las rodillas, respirando agitadamente como si hubiera corrido una maratón. Nico simplemente lo miraba.

—Nico... —dijo el rubio entrecortadamente. Se enderezó y lo miró casi con desesperación—, lo siento, he estado siendo un estúpido, yo solo...

—Está bien —lo interrumpió el menor.

Jason no podía estar más confundido: primero lo había tratado con esa actitud de caprichoso solitario, después había salido corriendo y ahora lo miraba con indiferencia mientras le decía que todo lo que estaba pasando estaba bien. ¿Qué más seguía en la bipolaridad del hijo de Hades?

—¿Está bien?

—Sí —le respondió Nico. Apartó la mirada y la dirigió a la hierba mientras la comenzaba a arrancar—. Siéndote honesto, no entiendo nada. No entiendo esas fotografías, no entiendo por qué me besaste, no entiendo por qué actúas de esa manera ni por qué yo estoy actuando de esta manera pero de alguna manera extraña que no llego a comprender todo encaja. —Resopló—. Dioses, ya no sé ni lo que estoy diciendo, seguramente pensarás que estoy loco.

Jason se mordió el labio inferior y miró al cielo, faltaban tan solo unos minutos para que el sol se ocultara. Sabía que ya no tenía oportunidad de recuperar a Nico, ya no le quedaban ideas de cómo hacerlo. Un romano sabía cuando rendirse.

Al menos, aunque no pudiera estar toda la eternidad con el chico al que amaba, quería estar sus últimos momentos con él.

PhotographDonde viven las historias. Descúbrelo ahora