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Advertencias: este capítulo tiene ligero contenido sexual, masturbación con prendas, imaginación activa.
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Miro con atención la foto frente a él, había despertado desde hace un buen rato, y comenzó a andar de fisgón por toda la casa. Encontrando más fotos de gatos, que de él.
Una verdadera lastima.
Siguió deambulando por el departamento, mirando todo a su alrededor, notando inmediatamente como todo estaba en orden. No había nada fuera de lugar, excepto por una foto que tenía boca a abajo.
En silencio se acercó a la foto, mirándola con detenimiento, notando inmediatamente algo que había pasado desapercibido en sus ojos.
⚊¿C-como? ⚊pregunto asombrado al ver más detenidamente la foto, notando un detalle que había pasado desapercibido en sus ojos, algo que solo hacia que sus sentimientos por aquel ojeroso se hicieran más fuertes⚊.
Sonrío de lado y dejo la foto donde estaba, regreso sobre sus pasos y fue a la habitación del ojeroso, encontrando lo justo donde lo dejo. Sobre la cama bien dormido mientras abrazaba a Mayday.
Suspiró tranquilo mientras se colaba entre las sábanas con dibujos del Rayo MccQueen y se colocaba detrás del ojeroso, abrazándolo con fuerza, inhalando el dulce aroma a café y tierra mojada que desprendía el ojeroso.
Con mucho cuidado y cautela tomo su móvil y tomo unas cuantas fotos de ellos dos abrazados, sintiendo la calidez y tranquilidad que solo el ojeroso podría brindarle.
Cerrando sus ojos poco después, cayendo inmediatamente dormido, dejando como última acción, un beso en el cuello del ojeroso.
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