¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Suspiro cansado mientras salía de la casa, recargo su peso sobre la puerta y jadeo algo desesperado. Recién habían terminado las tutorías y ya iba a su casa, y la verdad, no tenía ganas de ir.
Metió sus manos en las bolsas de su pantalón y comenzó a bajar por las escaleras a paso tranquilo y sin prisa, sus pensamientos eran totalmente opacados por aquel extraño sentimiento que rondaba tanto en su mente como en su pecho, recordando cierta sensación tan familiar pero a la vez desconocida.
Era como un deja vú.
Cómo si algo fuera a pasarle, algo... Verdaderamente malo.
No fue hasta que se dió santo trancazo contra la puerta del edificio que vino a reaccionar, su cerebro trabajo a una velocidad realmente sorprendeme, sus ojos se abrieron y sus sentidos se intensificaron por una milésima de segundo, recordando de que era aquella extraña sensación que había estado ocupando toda su capacidad mental y sus sentimientos.
⚊Carajo ⚊murmuró abriendo la puerta frente a él, saliendo con rapidez del edificio.
Corrió hacia su moto, insertando la llave de una, levantando el pequeño soporte que detenía la moto, arranco y comenzó a manejar en dirección totalmente opuesta a su edificio, a su trabajo y cualquier lugar al que normalmente iba después de un largo y tedioso día de trabajo.
La sangre bombeaba en su ser, su corazón latía con fuerza y ferocidad, sus pupilas se dilataron lo suficiente como para hacer desaparecer el color de sus ojos, apretó el manubrio de su moto, haciendo que sus nudillos se volviesen blancos, sus sentidos se reactivaron, un cable broto de su nuca, conectando se al sistema de la moto. Rápidamente la moto y su conductor dejaron de ser visibles para el ojo humano, o para cualquier ser que estuviera cerca de él.
Aumentó la velocidad en el vehículo, obligando se así mismo a dar parte de su energía a la moto. Ignoro por completo las advertencias que daba su sistema, advirtiéndole del peligro inminente que le traía el transferir su energía a un vehículo que no ah sido adaptado para soportar tal energía, y tal fuerza de velocidad. Su aliento salía caliente, casi lo suficiente como para derretir cualquier metal, el manubrio se doblo un poco bajo su fuera de agarre, el metal se estaba rompiendo poco a poco.
¡¡ADVERTENCIA!! SISTEMA SOBRECALENTADO.
SE SUGIERE USO DEL ENFRIADOR Y DESCONECTAR TODO APARATO QUE ESTE ABSORBIENDO ENERGÍA.
El ojeroso ignoro lo dicho por su sistema, el cual le advertía la posible falla en su ser. En ese momento no le importaba nada, lo único que quería era llegar lo más rápido posible a su destino, no le importaba mucho si su sistema fallaba o su energía se agotaba, tenía batería de respaldo, la suficiente como para poder aguantar el resto del día, o al menos hasta que llegase a su hogar y fuera a ligar de carga, el cual por mera comodidad, era su cama.
