Historias De Amor 💓💓💓

El chico en el metro de Madrid

Pov Angel:

"¿No prefieres ir en auto Ángel?" - me preguntó un amigo

"Tranquilo prefiero ir en metro, es... Relajante" - respondí simplemente

No, no es relajante.

Relajante es verte todos los días encerrado en un vagón.

Con tus audífonos alambricos, tu suéter grande y abrigador, tu cabello corto entre rubio y pelirrojo, tus ojos verdes, tu piel lechosa llena de pecas e incluso esa cicatriz que tanto intentas ocultar te hacen ver lindo... Mejor dicho aún más lindo.

Y después de un tiempo ya se cuándo tomas el tren, dónde te bajas, se en que vagón te montas siempre y que ruta tomas, a veces hasta te sigo en la propia calle y a tu casa.

Tengo entendido por tu uniforme que eres un enfermero.

Eres diferente a mi en muchos sentidos, ayudas a todas las personas que puedes y cuidas a todo el mundo por igual, hombres, mujeres, adultos, niños y ancianos.

Eres angelical, puro y bondadoso. Algo... Que no debe perturbarse.

¿Soy un acosador?, En realidad no lo sé... Ni siquiera se si estoy realmente enamorado... pero lo que si se es que quiero que estés cerca de mí y que haré lo que sea para que estés bien.

Ya sea golpear a verdaderos acosadores con pensamientos pecaminosos, seguirte hasta la iglesia para cuidarte mientras rezas y hasta a veces recargar tu tarjeta de pase de metro para que no la pagues tú.

Todo sin que te des cuenta.

Lo único que quisiera es que me dirigieras la palabra... Para sentir que también me quieres.

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El día de hoy estaba normal viéndote, admirando tu belleza desde el otro lado del vagón, parado y fingiendo escuchar música, cuando el tren se detiene en su respectiva parada procede a llenarse de mucha gente la cual me va empujando hasta el fondo, sin darme cuenta quedó muy cerca de tí, peligrosamente cerca.

Seguimos así de cerca unas paradas más, tres antes que bajes específicamente.

La cantidad de personas no disminuye y más bien aumenta. Ahora no solo estoy demaciado cerca de tí, si no que te estoy tocando, el vagón está tan lleno que prácticamente tengo tu espalda pegada a mi pecho y sin saber cómo una de mis manos está pegada a tu muslo, que por cierto es increíblemente blando y suave incluso debajo de la tela.

A pesar de que no te veo directamente se que estás incómodo y la verdad me siento avergonzado de acto tan banal de mi parte, con todo el esfuerzo del mundo alejo mi mano de tu cuerpo y la mantengo arriba de mí, automáticamente te relajas un poco y disimuladamente me ves a través del vidrio de la puerta, para después bajar la mirada con un sonrojo en tus mejillas.

Apenas llagas a tu estación y las puertas se abren sales corriendo despavorido. Salgo detrás de ti con la esperanza de que no te enojes conmigo.

Oye oye espera - grito llamándote pero al ver que sigues corriendo no te persigo.

Tiene sentido que huyas de mi pero pensé que al menos me dejarías explicarte las cosas o que entenderías que fue un accidente.

Voy caminando triste hasta mi apartamento y cuando llegó tomo mi teléfono para hablar con mi hermano Ramiro, talvez me haga sentir mejor... O peor.

Te dije que no lo tocaras, eres ¿Imbécil o es que solo piensas con la polla? - dijo enojado.

Para ser un padre de iglesia es muy grosero conmigo.