Era un nuevo día. El sol acababa de salir, las nubes decoraban el hermoso cielo azul y parecía que la marea estaba tranquila. Por lo que Horacio se alistó y huyó de su habitad sin ser visto como solía hacer casi siempre.
Recordaba el camino hacia aquella cueva como la palma de su mano, pues se aseguró bien de memorizarla la última vez que nado hacia allí. Aquello era como una pequeña actividad para la sirena, cuando encontraba una nueva isla o lugar desolado, se aseguraba de recordar el camino para volver a tal lugar con la simple idea de recorrerla.
Por lo que cuando llego a aquella alejada isla, no dudo ni un segundo en volver a adentrarse a la cueva oculta de esta.
Cuando finalmente llegó, su curiosa mirada recorrió el hermoso lugar. No lo admitiria... pero estaba realmente emocionado por estar allí de nuevo. Más sin embargo su felicidad duró poco, pues después de nadar en círculos, bajo las grandes enredaderas y pequeña cascada de aquel paraíso la realidad pareció abofetearle fríamente con la realidad.No está... No está aquí..." pensó la sirena, quien triste nadó hacia aquella enorme roca situada en medio del lugar. Saliendo del agua para tomar asiento en este y pensar en su situación actual.
No tenía nada más que hacer en ese lugar, no sabía el porqué pero sus" ganas" de explorar a profundidad su nuevo descubrimiento se desvanecieron al instante.-No lo entiendo... - se dijo molesto así mismo. -Pensé que le volveria a ver aquí, pensé que también volveria a deambular por acá- sin darse cuenta, Horacio empezaba a mover su cola, haciendo que sus enormes aletas formarán pequeñas olas por el lugar.
-¡Que injusto! - refunfuño cuán princesa caprichosa. -Pense que quizás podíamos vernos una vez más... - volvió a hablarse molesto; para ese entonces, Horacio se encontraba creando varias y pequeñas olas a su alrededor, expresando su tristeza con tan singular espectáculo.
-Lo siento... -
Resignado, estaba a punto de bajar de aquel cómodo lugar, pero aquel susurro le hizo detener su previa acción. Y ahora, aquellas olas ocasionadas por sus hermosas aletas pasaron de ser un berrinche a ser un movimiento involuntario de felicidad y emoción -D... ¿Dónde estas? - Preguntó avergonzado después de saber que le había visto de una manera tan infantil.
Y sin esperar respuesta, captó el movimiento del agua provenir un poco más allá de la pequeña cascada, específicamente de la parte rocosa y oscura del lugar. Vio como de la profundidad de aquellas aguas empezaba a sobresalir una enorme figura, en donde finalmente aquella vacía mirada salió del agua, sintiéndose una presa al ver como se acercaba a él pero sin salir del agua.
Solamente la parte superior de su cabeza sobresalía del agua, al igual que la aleta de su espalda.
Ante aquella vista, Horacio sintió como una corriente eléctrica le pasó por el cuerpo entero. No sabía si era emoción o miedo... Pero definitivamente le gustaba aquel sentir.-Sabes...- se atrevió a romper el silencio aquel enorme tritón. -Es peligroso nadar solo en el abismo... - finalizó su conversación a la vez que dejaba salir su torso del agua, manteniendo una distancia prudente de aquel bonito ser.
Horacio se sorprendió ante aquella confesión, pues en ningún momento sintió su presencia.
-¿Me espiabas?- preguntó exagerando su reacción, quería saber si aquel tiburón era más que un frío y aterrador abismal.-N-No...! - contestó alertado al ver como la sirena rehuia de su cercanía, no quería que le tuviese miedo. - Quería ayudarte... Pero temí que te asustara mi presencia en un lugar tan... lúgubre...-
dijo y volvió a sumejirse en el agua, evitando la hermosa mirada de la sirena de sus horrendos ojos sin vida.Y fue allí donde algo quemo dentro de Horacio... haciéndole sentir compasión, tristesa y algo más del cual aún no sabía el "que", pero hacía que sus aletas se movieran suavemente y sentía que sus escamas se relajaran.
Pues sin darse cuenta... La sirena había caído presa de aquel bello tritón.
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🌊FANTASY🌊 VolkacioAU
FanficEspecies totalmente distintas, pero a pesar de ello... ellos se aman.